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La Junta de acción comunal del barrio Bello Horizonte, a través de su presidente, Diana Imbachí, expresó su inconformidad porque el sitio de disposición de basuras de la galería, está afectando el trabajo social que desarrollan y las obras de construcción que hace un par de años permitieron la restauración del salón comunal.
En diálogo con esta redacción, la líder comunitaria indicó que ya han realizado diferentes gestiones para resolver el problema que no es reciente. “El administrador de la galería nos dijo que iba a lavar el sitio de disposición de residuos tres veces a la semana y no lo cumplió. Enviamos una carta a secretaría General y nos informan que eso no se puede quitar, en la CRC dicen que el lugar no cumple con el uso de suelo”.
El problema afecta las actividades que se hacen en favor de la comunidad como por ejemplo a los niños en condición de discapacidad, quienes asisten de lunes a viernes en las mañanas a terapias o clases “pero con ese olor no se puede trabajar”, afirma Imbachí.
Además, el salón comunal es escenario de encuentro de los adultos mayores, el comité femenino, el último sábado de cada mes, los lunes, miércoles y viernes se trabaja en horas de la noche, sin embargo los olores nauseabundos impiden el desarrollo de lo programado y “hacen caso omiso a la problemática que tenemos, necesitamos que los entes gubernamentales nos presten atención y seamos prioridad, si es la basura de la galería porque no la disponen dentro de la misma. En la secretaría General dicen que no hay patio en la plaza pero si tienen espacio”, asevera la presidente.
Recordó que anteriormente la recolección de la basura se hacía dentro de la galería en unos recipientes con suficiente capacidad y por lo tanto no había contaminación. Incluso, que operarios de la empresa ServiAseo le habían propuesto al administrador que comprara una manguera para lavar el sitio de almacenamiento de desechos pero no aceptó.
La problemática llega hasta tal punto que han llamado al carro del acueducto que limpia las redes de alcantarillado porque los desechos que se acumulan no dejan que circulen libremente las aguas servidas ya que hay taponamientos y se rebosan aumentando la intensidad de los hedores.
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