Democratización del conocimiento

CATALINA LÓPEZ VEJARANO

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La educación ha sido transversal a los avances en el devenir de la humanidad. Existe como noción pedagógica desde periodos antiguos en la India, China, Egipto y Grecia. Es muy posible que su metodología tradicional de la “Escuela” no vaya a cambiar, o por lo menos no en un futuro cercano.

Al investigar sobre este tema, y verificar cómo se ha desarrollado a través de la historia, nos encontramos un panorama desalentador en relación a cómo era el acceso a las instituciones educativas. Este era totalmente restringido, lo que se traducía en que solo unos pocos podían verse beneficiados con el conocimiento y por ende en desarrollar sus habilidades y capacidades. Por fortuna ello cambió y en el pasado reciente la tecnología permitió iniciar un cambio total en este ámbito, debido a que esta herramienta nos permite mitigar muchas de las barreras que existían para abordar las fuentes del conocimiento.

Concretamente y a manera de ejemplo, hoy en día existen diversas plataformas digitales, gratuitas y pagas, que posibilitan y fomentan el aprendizaje, tales como: EDX, Coursera, Udacity, entre muchas. Estas tienen un gran valor agregado en virtud a sus diferentes características, que nos dan la opción de acceder a una amplia gama de cursos, enfoques y ámbitos en forma cada vez más amplia y asombrosa. Adicionalmente, no se encuentran limitados a los aspectos académicos, sino que abarcan otros elementos, como la implementación de herramientas que permiten desarrollar o fortalecer el liderazgo de una persona. Así de simple, la tecnología también ayuda a construir nuevos liderazgos.

Otro de los elementos que hace que estas plataformas educativas se destaquen son las ventajas que proporcionan. El mayor beneficio resulta ser el conocimiento que se adquiere, pero adicionalmente, muchos de estos cursos permiten que las personas adquieran financiación de sus estudios, homologación de materias e incluso puede permitirles obtener títulos de maestrías o reducir el tiempo en el que estas se realizan.

Adicionalmente, otro aspecto a favor de esta modalidad es que estos cursos permiten manejar el tiempo para completarlo, facilitando que aquellos que trabajan, estudian o no pueden adquirir conocimiento presencial logren ampliar su aprendizaje, y adquirir o fortalecer herramientas.

Pienso que las limitaciones y los miedos de adquirir conocimiento en línea vienen siendo superados. Años atrás se dudaba sobre el contenido y la validez del curso que se iba a realizar, sin embargo, hoy en día estos son creados e impulsados por las universidades más importantes del mundo como Harvard, MIT, Berkeley y por instituciones y empresas de renombre internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo, Microsoft, IBM, entre otras. El tiempo y las distancias dejan de ser excusas debido a que su modalidad no requiere la asistencia presencial y permite la flexibilidad en los horarios.

Por lo tanto, los invito a que aprendamos sobre todos aquellos temas que alguna vez no nos han interesado o hemos mirado con mucha prevención por venir de la ciber academia. Expandamos nuestro conocimiento y adquiramos más y mejores herramientas tecnológicas, porque de esta manera conseguiremos ser mejores estudiantes, profesionales y personas. Además, entre más exploremos ese mundo alterno mayores serán las probabilidades de llegar a una nueva área, que nos cautive y nos apasione como si fuéramos adolescentes enamorados, y de paso podamos obtener ingresos ejerciendo lo aprendido. Bien dijo Confucio “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.