Delegar: el primer paso para fortalecer el liderazgo

CAYO BETANCOURT

La microgestión es uno de los elementos que afectan el proceso de liderazgo, cuando los gerentes deben supervisar las actividades de sus miembros del equipo generan inseguridad, molestia y excesivo control sobre los grupos de trabajo. Una de las tareas fundamentales para generar confianza y permitir el libre desarrollo de las habilidades es la capacidad de delegar tareas. Cuando un gerente es capaz de generar sinergias durante la ejecución de tareas y provee herramientas de auto-verificación, genera autonomía en los equipos y está cultivando el futuro grupo de líderes.

Delegar tareas fortalece los lazos entre los colaboradores y apoya la sostenibilidad en el largo plazo, debido que las personas sienten que sus acciones autónomas generan resultados confiables y constantes, se observan avances significativos en su desarrollo y este proceso permite incubar la sub-delegación al interior de las empresas.

Uno de los elementos que genera la disrupción entre hacerlo usted mismo y generar un proceso efectivo para delegar tareas es el incremento de responsabilidades indica Jesse Sostrin de Harvard Business Review. Encontrar el punto de equilibrio que genere una delegación efectiva es fundamental para liberar responsabilidades, evitando la micro gestión y el posible compromiso de nuevas y demandantes tareas; la conciencia acerca de las nuevas responsabilidades frente a la necesidad de cumplir con el rendimiento esperado son elementos claves que deben observar las personas en estas situaciones. Quienes dirigen gerentes y aspirantes a líderes tienen una tarea importante en este aspecto, apoyar la delegación de tareas y observar el comportamiento de los gerentes; el excesivo control sobre las tareas y la búsqueda de mostrar resultados unitarios son indicadores que los gerentes están involucrados en actividades egocéntricas que afectan el equipo de trabajo y requieren intervención inmediata. Apoyar el proceso de liderazgo es una tarea radial, donde cada persona en la organización se convierte en observador y apoyo al proceso, permitiendo una dinámica fluida donde los diferentes niveles se beneficien para generar un resultado consistente que permita el desarrollo de los lideres a nivel individual.

Un efecto adicional relacionado con retener tareas y evitar delegarlas es el agotamiento, cuando las personas están sometidas a volúmenes inusuales de trabajo, se observa un decremento en la productividad y el compromiso en la salud física y mental. Dolores crónicos de cabeza, espalda y abdomen, gastritis y en algunos casos sobrepeso pueden ser efecto indirecto del agotamiento, incluyendo la depresión y otras alteraciones relacionadas. El apoyo del equipo de trabajo, junto con la gestión humana y los líderes de las personas que se encuentran en estas condiciones son fundamentales para generar procesos de apoyo evitando problemas mayores.

Cuando un gerente es reacio a delegar se recomienda entender el entorno, las necesidades y los motivos que evitan una delegación efectiva. Cuando un gerente es nuevo y busca presentar resultados se puede observar el bloqueo directo hacia la delegación de tareas, en este caso un líder senior debe acompañar el proceso de crecimiento, se recomienda un coach o mentor que genere cuestionamientos al nuevo gerente y apoye el desbloqueo en el proceso. El convertirse en un superhumano es otro proceso interesante que necesita atención y apoyo; en este caso un gerente busca desarrollar la mayor cantidad de tareas, inclusive contribuyendo a un proceso contrario frente a la delegación que promueve la captación de trabajo de otros miembros del equipo. Estas actividades no son sostenibles en el tiempo y generan otros inconvenientes en los equipos.

La delegación efectiva incluye identificar claramente qué delegar, a quién se le delega y cuándo se hace seguimiento a las tareas delegadas, este ciclo permite desarrollar una cultura apropiada para delegar tareas, generar crecimiento profesional y proveer las herramientas de control necesarias al punto que se conciba un nuevo líder a través de estas prácticas. Es fundamental entender la responsabilidad frente a las tareas delegadas, aunque las ejecuta un miembro del equipo, la responsabilidad sobre la ejecución recae en quien delega; debido a esto, es fundamental el acompañamiento y la dinámica de equipo requerida para la ejecución de la tarea en un entorno balanceado.

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