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Por: CARLOS E. CAÑAR SARRIA
Ya son tres los ministros de Duque que cuando pretenden referirse al presidente nombran al ex presidente Uribe, como si éste fuese el titular del gobierno, lo que en verdad da lugar a una serie de suspicacias que sirven para hacer mofa y dejar entrever que el timonel de este gobierno no es Duque sino el ex presidente Uribe. En forma desprevenida los titulares de las carteras de Justicia, Relaciones Exteriores y Transporte han metido las de caminar restándole importancia al actual mandatario, a quien desde campaña se le ha tildado de títere. En política este tipo de equivocaciones no debieran suceder; en primer lugar porque ello indica falta de prudencia de los ministros y en segundo lugar, es un acto de torpeza que va en detrimento de la imagen del presidente Duque, quien en las pocas semanas que lleva de gobierno, no ha hecho otra cosa que perder popularidad, es decir, legitimidad. Ya sus críticos coinciden en afirmar que el gobierno aún no arranca. Duque o Uribe debieran remover los citados ministros porque a ambos los hacen quedar mal.
Mientras se siente ese vacío de poder en el interior del país, Duque no hace otra cosa que referirse a nivel interno y en el exterior de la situación de Venezuela como si acá en Colombia no existieran problemas que afrontar y enfrentar. Pero no, Duque está empeñado en utilizar un discurso democratero refiriéndose a Venezuela, cuando la verdad es que nuestra mal llamada democracia es una de las más cuestionadas de la región latinoamericana. Con esto no queremos desconocer que millón y medio de venezolanos que migran a nuestro país, no es un problema que nos afecta a todos.
De otro lado, lo de la dosis mínima es importante pero no es sustancial, ya se habla de múltiples demandas que tendrá el decreto presidencial que según expertos, el pronunciamiento de la Corte Constitucional le dará al referido decreto carácter de inexequible.
Duque debe dedicarse al diseño e implementación de políticas públicas, capaces de superar de manera acertada y paulatina las profundas desigualdades socioeconómicas que tiene sumido al país en condiciones de miseria y de pobreza; no es desconocido que Colombia tiene uno de los índices más bajos de desarrollo humano en el contexto latinoamericano. Asunto que se mira con escepticismo con el anuncio del presidente Duque de una serie de reformas antipopulares como es el caso de la reforma tributaria. Vendrán tiempos difíciles con respecto a la implementación de reformas lesivas a los estratos populares y a la clase media. Los estudiantes universitarios por su parte, se vienen pronunciando en contra del desfinanciamiento de la universidad pública, lo que los ha llevado a realizar asambleas permanentes al tiempo que amenazan con un paro generalizado. En la medida que nuestros presidentes y legisladores se ajustan a los requerimiento y exigencias del Estado neoliberal, sin unos verdaderos planes de economía social, la situación no pinta halagadora y la protesta social se hará inevitable.
Son grandes y difíciles los retos que tiene el presidente Duque en el escenario político y económico del país, ya es tiempo de que los líderes uribistas dejen de utilizar al ex presídete Santos como chivo expiatorio de todo lo malo que sucede en Colombia; en el ejercicio del poder no es válido echarles la culpa a los antecesores de las limitaciones e imposibilidades de los presidentes en ejercicio; eso significa improvisación y falta de proyección política. El timonel del barco debe saber de dónde viene y para dónde va.
En las redes sociales difunden un video donde aparece el ex presidente Santos que llega a un aeropuerto extranjero- se dice que en una ciudad de Estados Unidos- y él mismo transporta sus maletas y se dirige como cualquier mortal a utilizar un taxi. Envidiable escena que muestra un hombre que ya hace parte de la historia y puede transitar tranquilo solo y sin guardaespaldas. Algunos de sus detractores insensatos catalogaron esta escena como decadencia y soledad del ex presidente colombiano, cuando precisamente es todo lo contrario.
Lo mismo sucedió con otro video en donde en un avión una mujer insulta al ex presidente Santos con improperios, usando un vocabulario de bajo calibre; ante ello, el ex presidente la ignoró por completo, actuando como todo un caballero. Escena que también la utilizaron sus detractores en las redes sociales, argumentando que ese es el pago que recibe por haber hecho las cosas mal.
Santos anda haciendo su vida, y es necesario que se la dejen vivir; prometió no entrometerse en los asuntos de gobierno de su sucesor y lo está cumpliendo. Dejar gobernar a su sucesor, no repetir la incómoda situación que le correspondió soportar. Santos tiene muchas cosas en qué ocuparse, está asegurada la práctica de ser profesor en las universidades más prestigiosas del mundo.
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