Del acontecer político

CARLOS E. CAÑAR SARRIA

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El presidente Duque viene de capa caída en popularidad, es lo que dicen las encuestas, con un 41 por ciento de favorabilidad, porcentaje muy bajo para un gobierno que apenas comienza y no obstante haber alcanzado más de diez millones de votos. Por lo visto, buena parte de quienes le respaldaron electoralmente en mayo pasado y quienes no votaron por el nuevo presidente, demuestran inconformidad, como se constata en los medios de comunicación, en las redes sociales y en comentarios callejeros; se sienten temores e incertidumbres, sobre todo de parte de los estratos pobres y medios, que son los que en la práctica recibirán los impactos nocivos de una serie de reformas económicas y sociales que agudiza la brecha entre ricos y pobres.

Por su parte, ex presidente y senador Álvaro Uribe, sorprende al país con un proyecto de ley que anuncia la posibilidad de un aumento extraordinario del salario mínimo, que lejos de ser claro genera desazón e incertidumbre; pues ese aumento no lo tendrían los trabajadores en plata contante y sonante sino que se trasladaría a los fondos privados de cesantías, lo que algunos han entendido como mecanismo para favorecer a estas entidades, además de considerado también como sofisma de distracción para atenuar la oleada de subida de impuestos incluyendo el Iva a los productos de la canasta familiar y la consecuente inflación que se avecina. Lo mismo ante la consulta anticorrupción que Uribe no quiso apoyar bajo el argumento nada convincente de mostrar rechazo a detractores como Claudia López y Petro. Duque por su parte apoyó la consulta anticorrupción aunque al decir de Petro, le faltó contundencia para comprometer a los alcaldes del país.

La polémica iniciativa de subida del salario mínimo por parte uribismo , por lo visto, tiene sus amigos y detractores; sus defensores afirman que contribuiría el aumento salarial a dinamizar el comercio y aumentar el poder adquisitivo de los salarios. Con la pérdida de poder del uribismo, que resaltó con la elección del nuevo Contralor, se dice que el citado proyecto uribista tendrá dificultades para convertirse en ley.

El ministro de Hacienda, Carrasquilla, que anuncia menos impuestos y Sisbén para los ricos y gravar más los pobres, se ha convertido en uno de los personajes más impopulares del actual gobierno, al tiempo en que ya se habla de una moción de censura en el Congreso. Lo que debe entender el país es que la serie de reformas que se avecinan será la respuesta de un gobierno neoliberal dispuesto a cumplir al pie de la letra los dictámenes y requerimientos de los organismos internacionales de crédito.

Frente al escepticismo reinante por el triunfo de la consulta anticorrupción, los más de once millones de votos de los colombianos en la jornada electoral del pasado domingo, es la fiel demostración del descontento generalizado de la sociedad colombiana contra una clase política politiquera, clientelista y corrupta renuente a autodepurarse como es el caso del Congreso de la República. La alta votación del domingo resultó ser superior a la lograda por Duque en la segunda vuelta. Se demostró que sin dinero, sin propaganda el voto de opinión, el voto de conciencia puede triunfar no obstante las circunstancias adversas. Dura lección a todos los corruptos que tradicionalmente se han creído incólumes; la administración pública tendrá que cambiar y reorientarse hacia los caminos de la moral y de la ética. El hecho de no haberse logrado el umbral, no puede considerarse una derrota, sino el punto de partida de una manera diferente de concebir el Estado y el poder.

Coletilla. Es frecuente la inconformidad de los usuarios de Cosmitet, el servicio médico desdice de una atención con calidad; muchas trabas en la atención médica; a no pocos pacientes les toca ir a Cali a practicarse exámenes que pueden realizarse en Popayán. Es frecuente la odisea que tienen que soportar los pacientes para que les entreguen las fórmulas médicas completas; que están agotados los medicamentos y que tienen que esperar, al final se quedan esperando; los usuarios se ven en la necesidad de comprar las drogas porque no pueden suspender los tratamientos y poner en riesgo sus vidas. Muchas personas necesitan medicamentos esenciales, como aquellos indicados para el control de la tensión arterial, pero a Cosmitet le importa un comino la salud y la vida de los pacientes. Situación que ha conducido a maestros a recurrir a la Superintendencia de la Salud, para que ésta actúe, obligue y comprometa a Cosmitet a responderle a los usuarios que ya están cansados de los abusos de esta entidad a la que sólo le interesa el lucro económico. En la atención a los docentes, Cosmitet falla cada vez más, situación que hace necesario el pronunciamiento de las Secretarías de salud y de parte de las directivas sindicales de Asoinca.