De paso por el San Juan chocoano


HAROLD MOSQUERA RIVAS

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Entre el 2 y el 6 de enero del presente año, visité los municipios de Itsmina y Medio San Juan, en el Chocó, en esos días se lleva a cabo en el Municipio de Medio San Juan, también conocido como Andagoya, un campeonato de fútbol de amigos titulado amigos del San Juan, 8 municipios se dividen en dos grupos y juegan todos los días hasta llegar a la final que enfrenta a los dos mejores.
Las alcaldías municipales pagan la inscripción de sus equipos y patrocinan el desplazamiento de los habitantes que se convierten en la barra del equipo municipal en el torneo. La música de chirimía con cánticos alusivos a los equipos animan los enfrentamientos con un fervor increíble.

Al terminar la jornada de cada día, la gente se reúne en el parque central de Andagoya y se inicia una fiesta colectiva que cada día termina a las 6:00 de la mañana. El día de la final hay un concierto con orquestas que se inicia a las 10 de la noche del 6 de enero y termina el día 7 de enero a las 2:00 de la tarde.

La alegría de la gente en la fiesta, contrasta con las necesidades básicas insatisfechas. Por ejemplo, no hay acueducto en el Medio San Juan, todas las viviendas tienen en sus techos unos contenedores de agua (tanques) que se llenan cuando llueve y proveen el agua a las viviendas, pero, cuando deja de llover durante varios días, la sequía afecta a todos y los ríos Condoto y San Juan se convierten en la única fuente para bañarse, lavar la ropa y llevar agua a las residencias. Así mismo, no hay un hospital en el Municipio del Medio San Juan, ni público ni particular, todo enfermo debe ser atendido o por un curandero tradicional (brujo), o ser trasladado a un centro médico en Medellín que es el Municipio más cercano en donde cuentan con los recursos para atender cualquier enfermedad.

Dicho de otra manera, los municipios del San Juan chocoano no cuentan con un sistema de salud eficiente y oportuno, por tanto la gente se muere por falta de atención de enfermedades cuya cura es posible. Quienes aspiran a formarse en la educación superior, deben salir de la región, hacia Bogotá, Medellín Cali, Pereira, Armenia, Manizales, Barranquilla y Bucaramanga, porque la única universidad pública que hay en el Departamento, ofrece muy pocas carreras y los cupos no alcanzan para todos los aspirantes locales.

En medio de tantas dificultades y de una población mayoritariamente campesina, la enfermedad más grave que afecta a la región es la corrupción política, que suele llevar a la mayoría de los políticos a la cárcel, luego de probarse sus actos ilícitos para con el erario que tanto se necesita para resolver los problemas sociales.

El contraste de las condiciones de vida de los chocoanos con la forma como celebran las fiestas deportivas del año se convierte en una prueba inequívoca de que esa región del país merece mejor suerte, pero solo la organización de los habitantes y una lucha decidida en contra de los males que les aquejan, podrá cambiar la situación, con la misma unidad y alegría con las que celebran sus fiestas, deben acabar la corrupción y convertir la felicidad de los 6 primeros días de cada año en una constante para los 359 días restantes.