Cuando un gerente se va…

ORIANA MENDOZA VIDAL

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Con cierta frecuencia tenemos la oportunidad de leer las recomendaciones de aquellos gerentes (CEO) de importantes compañías al momento de su renuncia. Dejando ver sus arrepentimientos y dando valor a circunstancias que no tienen precio, de igual modo, emiten sugerencias sobre la administración y el éxito. Hemos conocido casos como el memorable Steve Job, un gerente de Coca-Cola, y ahora, el de Alibaba.

La más reciente renuncia fue la de Jack Ma, el asiático más rico del mundo y fundador del gigante chino Alibaba, quien dejó el cargo de Presidente y CEO de su gran emporio, uno de los sitios de comercio electrónico más grande del mundo. Su carta de retiro contiene recomendaciones empresariales que vale la pena rescatar.

En primer lugar, reconoce que el paso del tiempo va disminuyendo las capacidades y fuerzas físicas, el envejecimiento es un hecho y por ello “nadie puede asumir las responsabilidades de Director Ejecutivo para siempre”. Por lo tanto, la conformación de un equipo de directivos talentosos es fundamental, ya que probablemente alguno de ellos llegará a ser el CEO algún día, es necesario que además de las competencias técnicas sobresalientes, existan características personales complementarias, para mantenerse en la cúspide del éxito y sobrellevar las épocas de crisis.

En segundo lugar, “para alcanzar el verdadero éxito, su empresa debe tener la capacidad de continuar sin usted”. Esta es una profunda reflexión sobre el direccionamiento estratégico de una compañía y la visión de su dueño. Me refiero a que parte de la visión de crecimiento empresarial se debe encaminar a consolidar un equipo de trabajo versátil, que sustente la prestación de los servicios o la fabricación de los productos, así el dueño no se encuentre presente en la empresa, es decir, la empresa abre, funciona y cierra todos los días, en ausencia de su dueño o gerente. Para algunos micro empresarios, este aún es un anhelo, puesto que son ellos quienes ponen en marcha las actividades productivas, y el día de alguna calamidad o simple enfermedad, ese día, no hay ingresos, por ello es importante pensar en tener colaboradores para las labores empresariales.

Por último, Jack Ma afirma que “para que el éxito sea sustentable, tiene que sobrevivir sin la influencia directa del fundador”. Ma se refiere a transferir la visión corporativa a los accionistas, clientes y empleados. En otras palabras, involucrar a toda la organización con el logro de las metas, a través de la educación y la comunicación de su visión, alcanzando una profunda convicción de la misma. Cuando un equipo de trabajo está “convencido” de que el camino trazado es el correcto, alcanzar los objetivos, el compromiso, la lealtad y la “milla extra” se da como algo natural, incrementando la productividad y por ende los resultados.

Finalmente, considero que un complemento a las recomendaciones anteriores es que tarde o temprano la empresa necesita rodearse de consejeros competentes, con experiencia acumulada y que con pasión, orienten al gerente en el camino a seguir, quienes a través de una mirada externa de la empresa, despojándose de las urgencias diarias y de costumbres anquilosadas, logren encausar los esfuerzos de cara a las condiciones cambiantes de un mercado globalizado, asumiendo los retos de la competitividad empresarial.

La clave está en la escogencia de los consejeros, personas relacionadas con la actividad económica de la empresa, con experiencia, sin intereses particulares ocultos, que generen confianza tanto al gerente como a sus accionistas, con disponibilidad de tiempo y pasión por lo que hacen, quienes permanentemente se actualicen sobre las tendencias del mercado y compartan de corazón la visión empresarial. Existen pequeñas empresas con un Gobierno Corporativo que les genera estabilidad, también hay grandes empresas que carecen de él, entonces la diferencia no está en el volumen de ingresos, ni en las utilidades o la cantidad de colaboradores; la diferencia está en la mentalidad de sus dueños y en su capacidad para entregar, poco a poco y de manera inteligente, las riendas de su empresa, el control de las decisiones, lo que en última instancia marca el futuro de su empresa.

Así las cosas, la reflexión final hace un llamado a aquellos líderes empresariales que sienten todo el peso de su empresa sobre su espalda, se sienten ahogados en los problemas diarios y no ven una salida próxima, busquen conformar un equipo de trabajo competente, idóneo y comprométanlo con la visión empresarial. Como nadie tiene el secreto de la eterna juventud, debemos ser capaces de formar a nuestro sucesor para las actividades gerenciales, pero sobre todo para asumir el liderazgo cuando debamos hacernos a un lado, puede ser que esta persona haga parte de nuestra familia o sea externo, lo importante es lograr la continuidad y crecimiento de la compañía cuando ya no estemos al frente de ella. El momento de buscar ayuda es ahora, tal vez mañana sea demasiado tarde para su empresa y las personas que dependen de ella.