SIGIFREDO TURGA ÁVILA
Por curiosidad quisimos conocer la tendencia en la temática principal que fue desarrollada en los artículos de opinión escritos en la página editorial del periódico El Nuevo Liberal el miércoles 2 de diciembre próximo pasado.
Encontramos como prioritario que, el Cauca requiere de sus dirigentes igual que de la base social, decidirse a luchar por cambiar el actual modelo de vida, basado en un marcado retroceso cultural, el servilismo económico, la pérdida de la dignidad social, la violencia originada en tantas desigualdades fomentadas y fortalecidas por actores individualistas, egoístas o corruptos. Continuamos confirmando que debemos proponernos cambiar especialmente el modelo económico con que se desenvuelve el Cauca y en últimas, al modificarlo entre todos, será clave para que los demás problemas encontrados sean resueltos favorablemente.
Se preocupa el destacado académico dr Queipo Timaná en su columna, por la lamentable ineficacia del estado colombiano para detener tanta violencia en el Cauca, cada vez creciente, a pesar de contar con grandes recursos para ello. Lo ve difícil de resolver ante el histórico aumento en el Cauca de las desigualdades sociales, principal causante de que haya violencia.
Creo haber entendido que, en su columna el profesor titular de la Universidad del Cauca, Francisco Escobar Delgado, llama la atención sobre el precario y desactualizado nivel educativo que hemos tenido desde la misma colonia, relacionado con conocimientos técnicos, tecnológicos y científicos, necesarios de aplicar para gozar de un buen nivel de desarrollo. Esto, se explica bastante en que quienes han detentado o influido en el poder, determinan o acomodan la educación según sus intereses particulares, obstruyendo conocimientos y su aplicación integral.
Que interesante el llamado que nos hace en su columna quien fuera Contralor Departamental, el abogado Nelson Paz Anaya, sobre la necesidad de que se tenga una ética bien definida para quienes ejercen actividades de servicio como funcionarios del Estado, pero también para quienes ejecutan actividades laborales o de servicio desde sectores privados. Urge que se mejoren bajo principios, ética y valores las actuaciones, cualquiera que fueren y que practiquemos los ciudadanos en el Cauca, con el fin de que las cosas cambien para bien, de tal manera que vayamos mejorando en todo.
El economista Miguel Cerón Hurtado ratifica que en Colombia y el Cauca se practica a ultranza la dinámica neoliberal en su economía, según lo determinen los financieristas, incrementando preocupantemente la crisis sin ningún enfoque social, todo lo contrario, siempre tomando medidas para disminuir el gasto social, incluso aumentando el desempleo y todo en obediencia de lo que le determinen organismos multinacionales como el BM o el BID.
En su artículo el columnista Edwin Darío Lis Herrera, identifica que es evidente la práctica de la corrupción y el sacar ventajas particulares por parte de funcionarios públicos, muchas veces ligados a la politiquería y a agentes malsanos del sector privado y reclama que se eliminen tanto la corrupción como el desangre económico al ejecutarse la actividad administrativa en el Cauca.
Destacamos que el articulista tiene el cuidado de mostrar las estadísticas sobre los países según el grado de corrupción y por supuesto que estamos de acuerdo con él que entre menos corrupción se presenta menos desigualdad, mayor seguridad y mejores condiciones para vivir de cada habitante de dichos países no corruptos. Pero ¿cómo es posible lograrlo? En el caso de Dinamarca y los países nórdicos europeos, otrora los más miserables, como ya lo hemos explicado en artículos anteriores, se logró aplicando principios, valores y métodos equivalentes a los formulados y perfeccionados en la ACI, Alianza Cooperativa Internacional, practicables comunitariamente, en regiones que lo deseen.