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Por: Olga Portilla Dorado
@olguitapd
A dos horas de Popayán hacia el norte del Cauca está ubicado el municipio de Corinto, una tierra que ha tenido que convivir bajo la estigmatización del conflicto –como varios en el Departamento- pero que ahora con lo ganado por el proceso de paz buscan incentivar el turismo y las empresas locales que dinamizan la economía de este territorio.
Aproximadamente son 31 mil habitantes, 16 mil en el casco urbano y 15 mil en la zona rural; quienes habitan la ciudad se dedican principalmente al comercio (almacenes de ropa, restaurantes, panaderías) o al mototaxismo, y quienes están en el campo se dedican a cultivar plátano, café, caña de azúcar, frutales, y claro: coca y marihuana.
Hace más de un año este municipio fue noticia nacional, pero no porque haya ocurrido una toma guerrillera, un carrobomba o por atentados de las Farc, sino porque una avenida torrencial afectó más de mil familias, dejó seis personas fallecidas, dos desaparecidos y varios daños en puentes, vías, casas y colegios.
“Ante esto podemos decir que el municipio empezó a renacer, más que una recuperación ha sido un renacimiento, y es que antes del 7 de noviembre de 2017 a Corinto solamente lo nombraban para temas del conflicto armado, era estigmatizado, pero después de que surge esta situación podemos decir que lastimosamente nace una oportunidad de progreso para Corinto”, comenta Leonardo Andrés Rivera Tobón, secretario de Gobierno de este municipio.
Y es que varios lugares vieron en la tragedia una oportunidad, por ejemplo vías que conducen de Corinto hacia La Cristalina, hacia Carrizales y hacia el Silencio fueron recuperadas luego de sucedida la avalancha, al igual que los puentes que se construyeron en estas veredas y en el sector de La Cabaña que hoy permiten mejor conectividad y ayudan al progreso de la zona.
“Hemos tenido avances, lo más significativo en infraestructura es la construcción de las 101 viviendas urbanas que se harán para conformar la urbanización ‘Villa Paz’, viviendas que serán entregadas a las familias que lo perdieron todo, su construcción empieza aproximadamente el 10 de enero del 2019. También avanza la reubicación del colegio Núcleo Técnico Agropecuario que fue uno de los más afectados porque perdió prácticamente el 60% de su infraestructura, esperamos que en febrero inicie su construcción en otro lugar diferente, seguro, donde no vuelva a tener una afectación de estas”, explicó Rivera Tobón.
Según el secretario de Gobierno, quien hace un año era el encargado de la Gestión del Riesgo del municipio, el Gobierno Nacional a través de los Ministerios de Vivienda, de Educación y de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, ha estado pendiente del municipio y les ha entregado las ayudas desde el día uno de la tragedia.
“Otro avance son las obras de mitigación por más de $6.500 millones las cuales son ejecutadas por la Gobernación del Cauca sobre el río La Paila, esto nos va a ayudar a tener un Corinto menos vulnerable y más resiliente ante cualquier eventualidad”, agregó el funcionario.
Una tragedia que no dio espera a las obras
Ocurrida esa eventualidad en Corinto surgieron muchas preguntas sobre si lo sucedido –aunque fue acto de la naturaleza- se hubiera podido evitar o prevenir, ante lo que el secretario de Gobierno señaló que ya el municipio tenía aprobadas y viabilizadas unas obras de mitigación que se ejecutarían en el primer semestre de esta vigencia para prevenir eventos como el ocurrido.
“El municipio había adquirido un préstamo por $3.500 millones para que en este año se ejecutaran unas obras de mitigación, se iba a construir un muro de contención por $1.500 millones a la altura del colegio Núcleo Escolar para protegerlo, para proteger el barrio La Esmeralda y el barrio La Playa, pero lastimosamente el río no nos dio espera, también con el préstamo que se había adquirido se iba a comprar un lote para presentar un programa de reubicación de familias en zonas de alto riesgo”, indicó.
Lo bueno y lo malo del posconflicto
Para los corinteños que en su municipio no se volvieran a escuchar hostigamientos desde las montañas hacia el casco urbano, que no se presentaran más secuestros en la vía y que no hubiera enfrentamientos entre Farc y Ejército, ha sido una ganancia, no solo por el número de personas que dejaron de morir o estar heridas a causa de la guerra, sino porque luego de firmado el Acuerdo de paz, a esta zona del Cauca la gente llegó a conocer lugares como la laguna del río La Paila, el museo de la vereda la Cristalina creado por un comandante de la antigua guerrilla Farc y que contiene algo de la historia de este grupo; lugares que existían pero que el manto de la guerra tenía ocultos.
“Con el posconflicto el municipio tuvo un tiempo de tranquilidad y eso nos ayudó a mostrar el fortín que es el turismo, empezaron con un tema de rutas cannabicas, rutas a la laguna, al museo de la vereda la Cristalina, todo eso ayudó a que personas del extranjero, principalmente Canadienses y norteamericanos llegaran. El conflicto no ha afectado esta situación, porque por fortuna aún no se ha incrementado, sabemos que hay presencia de grupos, pero no hay una serie de atentados, de combates, de secuestros, como antes. Además seguimos trabajando para que se hable bien de Corinto, este es un municipio que busca avanzar, progresar, de gente trabajadora y pujante. Es que los que nos vienen a visitar son extranjeros y los que nos tienen estigmatizados son los colombianos”, indicó Leonardo Andrés Rivera Tobón, secretario de Gobierno de este municipio.
Incluso, en la actualidad tres empresas extranjeras de cannabis están en la zona produciendo derivados medicinales, artesanales y de consumo legal, dando oportunidades laborales a los habitantes de este municipio.
“Llegaron tres empresas de cannabis del extranjero, una israelí y dos canadienses. Una de ellas está en el sector de El Tablón, ya tiene área administrativa, hay otra sobre la vía hacia Padilla que está terminando de construir su planta de tratamiento para dar inicio el próximo año, y tenemos otra empresa sobre la salida hacia Santander que está con su tema de invernaderos; son empresas legalmente constituidas, con sus soluciones de funcionamiento, permisos de producción y siembra. Son financiadas por extranjeros, pero el trabajo lo ejercen asociaciones del municipio de Corinto”, explicaron desde la zona.
La Tienda de Corinto, una iniciativa única en el Cauca
En medio de esas potencialidades, surgió ‘La tienda de Corinto’ una iniciativa de emprendimiento desde el área de turismo de la administración municipal coordinada por Carlos López, quien fue la persona que presentó el proyecto ante la Gobernación, y se lo aprobaron. Con recursos del Departamento y de la Alcaldía se pudo dar vida a lo que es hoy la tienda.
“Esta tienda es la entrada amable y la cara visible de nuestro territorio, todo el que llega al parque llega a la tienda, a buscar qué se pueden llevar, qué recuerdo, los extranjeros la visitan mucho porque encuentran pomadas, aceites, té de cannabis, gotas, que en el mercado nacional son más costosas, y aquí son a un precio favorable”, indicó una de las personas que atiende el lugar.
En agosto de este año se abrieron sus puertas, y se convirtió en el escenario oportuno para que las personas que tienen una habilidad pudieran mostrar su producto, especialmente las mujeres, porque hay una Asociación que es la que lidera el tema de tejidos elaborando bolsos y manillas, además de los derivados medicinales del cannabis, la fibra de esta planta se está utilizando para hacer bisutería y elementos decorativos como lámparas.
“La Tienda ha dado muy buen resultado y busca expandirse, ya está en la web para hacer compras online y los planes a futuro es que se vaya expandiendo, la producción ha sido buena y la acogida también, así que yo creo que pronto podremos verla en otros lugares”, agregó el secretario de Gobierno.
Iniciativas como esta y lo que se está gestando con las rutas turísticas buscan darle otro significado a Corinto, que su imagen llegue a los medios regionales y nacionales por lo positivo que hay en él, que el estigma de la violencia no los persiga más. También es necesario la mirada del Estado hacia el sector rural para brindar oportunidades a los campesinos, quienes por no tener otra opción de vida decidieron sembrar coca o marihuana, y que han buscado pasarse a los cultivos de mora, café y plátano, pero que no tienen condiciones para comercializarlos.
“Somos más las personas buenas que las que le hacen daño a nuestro municipio, si bien es cierto hemos sufrido como cualquier otra zona del país temas de delincuencia o microtráfico, pero hay más cosas por conocer, por mostrar, que eso se tenga en cuenta”, puntualizó el secretario de Gobierno.
En medio del recorrido por este municipio y buscando algunos de los damnificados por la avenida torrencial sucedida el año pasado, en el barrio La Esmeralda nos encontramos a doña Francy Escobar, una mujer morena, joven, de contextura gruesa, quien nos atiende en su casa.
La sala está vacía, solo hay unas cuantas sillas blancas y en una de sus paredes telas blancas a forma de decoración ‘pintan’ esa habitación. Lo primero que nos dice es que la disculpemos por “las fachas”, pero que está enferma, preguntamos ¿Qué tiene? Y su respuesta con una tristeza profunda en sus ojos y en su voz, es que le mataron a su hijo el pasado 25 de diciembre y no se lo han entregado para darle sepultura.
Esa historia desvía un poco nuestros intereses de saber qué le dañó la avalancha, pero continuamos, y sobre el tema, responde que el lodo le dañó los muebles que tenía en la sala y unas camas, que la ayuda la recibió los primeros días con kits de aseo y remesas…
Sobre su hijo, responde que al parecer fueron sicarios los que lo atacaron, que él alcanzó a llegar a un hospital en Cali, pero que en la cirugía se quedó. El joven era drogadicto.
De los 45 homicidios que hasta la fecha van en Corinto, según cifras de la alcaldía, varios coinciden con esa historia de doña Francy: “los chicos no andaban en buenos pasos”. Por eso las autoridades locales se atreven a decir que muchos de esos asesinatos son por “ajustes de cuentas” o “limpieza social”.
Van 10 homicidios más que en 2017, en septiembre que fue el mes más álgido hubo 15 asesinatos, por eso se atreven a decir que ahora “la situación ha mejorado” y que se han identificado esos “puntos calientes” donde se ha incrementado la presencia de Fuerza Pública y se están instalando Cámaras de Seguridad.
Es una realidad que no se esconde, pero por la que se está trabajando para que cambie, ya lo hicieron con el barrio La Playa, un sector donde confluían bandas delincuenciales y hacían de las suyas, pero que con un programa de resocialización, y oportunidad para los jóvenes, le cambió la cara al barrio.
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