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ÁLVARO ORLANDO GRIJALBA GÓMEZ
La sola pregunta, para quienes amamos de verdad esta nuestra hermosa, linda y encantadora Ciudad, signada por su historia procera como la muy Noble e Hidalga, nos produce estupor, incredulidad y hasta rabia.
Según lo expresado en los medios de comunicación local por el propio Jefe de la Oficina Asesora de Planeación Municipal, Francisco Zúñiga Bolívar, que varios propietarios de predios del Centro Histórico de la Ciudad, han solicitado a su oficina se modifique el Plan de Manejo y Protección del Sector Histórico PEM, para que se les permita la construcción de grandes edificaciones en el corazón de nuestra amada Ciudad, es una propuesta absolutamente aberrante, aterradora y preocupante, por lo absurdo que sería intervenir de esta manera nuestro Centro Histórico.
Es insultante e insensata, además, esta solicitud de modificación del PEM para acabar con el patrimonio de una ciudad que tiene su identidad, su valor arquitectónico, paisajístico, su valor turístico, sus valores religiosos, académicos y su misma esencia socio económica y política, en su inalterable y propio “Estilo Popayán”, del que tanto hablara el muy recordado y eximio historiador don Diego Castrillón Arboleda, en su Centro Histórico, y porque allí está toda la razón de ser y el origen de esta entrañable Ciudad.
Esta petición y los nombres de quienes la firman, sería bueno se dieran a conocer, porque como payanés y ciudadano propietario de un inmueble en este sector, mi casa de habitación, no he firmado ni firmaría un documento como ese, y expreso de antemano mi categórica y rotunda oposición a cualquier modificación que se pretenda hacer del PEM, autorizando construir grandes edificaciones en el corazón de mi Ciudad, que sería clavar imperdonables dagas de muerte en él. Confiamos en la sensatez de las autoridades responsables de este tema.
Jamás hemos sido o seremos opositores al desarrollo, el progreso o el crecimiento económico de la ciudad, este se logra de otra manera y no acabando con lo poco que nos queda para mostrar al mundo, que es nuestro invaluable y preciado Centro Histórico, con sus calles alineadas de centenarias casonas con balcones florecidos, en donde el sol brilla sobre sus tejados y se pueden ver cúpulas y campanarios de sus iglesias. Somos y seremos siempre defensores de este patrimonio que nos pertenece a todos, que es veta de oro turístico para nuestra propia economía.
El progreso y el desarrollo de una ciudad como la nuestra, no se consiguen buscando la modificación de una norma que defiende el patrimonio histórico de ella, para clavarle puñaladas y adefesios arquitectónicos, como ya se ha hecho y lo hemos visto en casos ampliamente conocidos y denunciados.
Este patrimonio que nos legaron nuestros antepasados, que vemos amenazado por la insensatez de quienes solo piensan en el dinero, tenemos el deber y la obligación moral todos los payaneses, al unísono, de defenderlo a capa y espada, frente a esos mezquinos intereses que de tiempo atrás vienen acabando con lo más preciado que tiene nuestra ciudad, su Sector Histórico, todo para el usufructo económico personal o de enclaves familiares.
¡Payaneses defendamos nuestro patrimonio histórico. NO a la modificación del PEM para autorizar la construcción de grandes edificaciones en el Centro Histórico de nuestra amada Ciudad!
OBITUARIO
Con gran pesar registramos el sensible fallecimiento, días atrás, de nuestro dilectísimo y entrañable amigo de siempre el ingeniero Hernando Pérez Varona, ciudadano íntegro, ejemplar esposo y padre, incansable luchador de sus causas, hombre de grandes valores humanos, intelectuales, sociales y políticos.
El inolvidable “Flaquito Pérez”, fue un amigo sincero, leal y franco. Su partida la lamentamos y sentimos todos quienes le conocimos, tratamos y quisimos. Se fue al encuentro del amor de su vida, Ana Lucía su esposa en la gloria de Dios.
A su queridísima familia, a sus hijos María Fernanda, Ana Luz, Adriana y Hernando Alfonso, nuestros sentimientos de solidaridad y afecto de todo corazón con un fuerte abrazo, en estos momentos de duelo como el que hoy les aflige.
Sobre la tumba del “Flaquito”, claveles rojos de recuerdo y amistad sincera.
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