Conéctate con tu salud mental

LENNY Z PITO BONILLA

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Pertenezco a la primera generación que a nivel mundial ha tenido acceso a la salud preventiva desde la no tan lejana, al menos para mí década de los 80`s, antes de eso en mis recuerdos de niña están las visitas al doctor de la familia o que él nos visitara a domicilio, solo cuando estábamos enfermos. Cuando la situación era más grave íbamos directo a la sala de urgencias del hospital. Al doctor se le pagaba después de la consulta en efectivo o cheque, no existían los seguros. El estimado médico de la familia era un privilegio de aquella que tuviera la capacidad de pagarle, ya que el resto de la población debía acudir a los curanderos, morir sin ningún tipo de atención o buscar ser recibidos de caridad en los hospitales. De otro lado, acudíamos el dentista con un intenso dolor de muela, la cara hinchada o rodeada de un pañuelo, el resultado final la pérdida de un diete o muela, entonces ser mueco era común.

La humanidad ha comprendido el valor del cuerpo, los grandes avances en investigación, ciencia y tecnología colocaron en primer plano el tema de la salud física como prioridad tanto para las naciones, como para los individuos. Se ha incrementado en forma paulatina la inversión, tecnología de punta, educación de los profesionales y su especialización, por lo que la medicina, la odontología, la nutrición y todas las disciplinas del sector salud han alcanzado los más altos niveles de desarrollo. Los seguros médicos y la toma de consciencia impulsaron la responsabilidad hacia el autocuidado y generalizaron la prevención, los exámenes anuales, la alimentación natural y consciente, el ejercicio, el descanso y hasta el valor del tiempo libre, todo a favor de mantener a la población saludable y elevar el estándar de vida con calidad hasta el umbral de los cien años, a pesar de los grandes desafíos que aún existen.

Aplaudo esta evolución histórica y ser parte de ella, pero ahora estamos frente a otro importante reto a afrontar: La salud mental y el abordar la dimensión psicológica, que como la física, también ha avanzado en el conocimiento del cerebro, la PsicoNeuroEndocrinoInmunologia, las funciones y procesos de la psique, el manejo emocional y mental, etc. Sin embargo, no se ha logrado un alto grado de comprensión por parte de los países, que aun necesitan dimensionar este aspecto de la vida de sus ciudadanos, ofrecer seguros con cubrimiento amplio y suficiente hacia el área y hacer que todos los servicios estén al alcance de la gente. Solo de esta manera se dejara de considerar los trastornos, disfunciones y psicopatologías como asunto exclusivo de quienes las padecen en forma aguda o crónica, de quien requiere casi en forma obligada ir al especialista, hacer psicoterapia o consumir psicofármacos.

La triste realidad es que las personas aún consideran que ir al psicólogo, psiquiatra o profesionales de salud mental es cosa de “locos”, para “dementes” o es una vergüenza por la que no quieren pasar. Se “satanizó” a la psique, por lo que ella dejo de ser el espacio de nuestra alma con poder y sabiduría para guiar las sensaciones, percepciones, inteligencias, emociones, pensamientos, decisiones y comportamientos y convertirse en algo que parece estar fuera de nosotros, que aterroriza cuando se experimentan situaciones emocionales o mentales límite y que dejamos a la deriva o en manos de otros, porque prevalece el miedo. Quizá también puedo pensar que si me intereso por mi psicología es que “estoy loco y claro no lo estoy”, es mejor hacerme el de la vista gorda.

Pero atención, las alarmas a nivel mundial están prendidas al detectar la falta de salud mental, un grave problema de salud pública y causa de: Enfermedades físicas, graves conflictos y muerte. Nuestra ciudad y país no son la excepción al contrario, los hechos muestran el impacto destructivo individual y colectivo de voltear la mirada y no ocuparnos de la psicología como parte de la vida cotidiana.