NELSON PAZ ANAYA
La panela en el contexto económico y social del Cauca, evento programado en el marco de la semana Cultural del Programa de Empresas Agropecuarias de la FUNDACION UNIVERSITARIA DE POPAYAN, se presenta como una oportunidad para apoyar desde el mundo académico, de investigación y práctica, la difícil situación del cultivo de la caña y de su producto.
La situación contradictoria de este territorio, con una historia de héroes próceres, presidentes, intelectuales, artistas, artesanos, labriegos, usureros y comerciantes; de riquezas, suelos, aguas, soles y vientos; con unos pésimos índices e indicadores que ubican a su población en los lugares más bajos de satisfacción de sus necesidades, obliga encontrar sus causas.
Se parte de la realidad de encontrar el 66% de su población en el espacio rural, en fincar su subsistencia en el trabajo agropecuario, de ser este sector primario el soporte de los demás sectores de la economía del departamento, siendo esta parte y el agroindustrial a su vez columna del conglomerado empresarial del norte del Cauca, los que constituyen parte significativa de la generación de ingresos propios del departamento y de los municipios.
En los últimos años, estos renglones de la producción, han tenido acceso a diversos apoyos de tipo presupuestal de gran significado, como con seguridad no los habían tenido antes, sin embargo no se dan los resultados esperados en muchos de ellos, este trabajo pretende aportar un elemento que se debe incluir en aras de lograr lo que algunos designan como enlaces productivos.
Desde luego el factor principal es la mala distribución de la tierra, los informes del IGAC y de las tesorerías municipales, muestran la desproporción entre los miles de minifundios y los pocos propietarios de inmensos latifundios, con todos los agravantes que ello encierra, las carencias tecnológicas, de crédito, de asistencia, de conservación ambiental, de poca rentabilidad.
Cómo estas realidades deben llevar a estrategias que permitan intentar saltar estos obstáculos, ensayadas casi todas las recomendaciones técnicas y además con el acompañamiento de servicios considerados esenciales para la superación de la pobreza, como las vías, la salud, la educación, pero como los ingresos siguen siendo bajos por las pocas utilidades de tan pequeñas parcelas, la asociatividad y con ella la construccion de capital social, se pretenden insinuar como fundamentales para innovar aspectos culturales que se hacen necesarios para hacer del emprendimiento una oportunidad cierta y real para los productores campesinos.
El presupuesto departamental y el de los cuarenta y dos municipios, eran deficitarios y las restricciones de la pandemia, los debilito aún más, las regalías de igual manera ahora disminuyen a un sesenta por ciento de topes anteriores, por tanto es indispensable tomar medidas que mitiguen los impactos en los propósitos por el mejoramiento en la calidad de vida.
A las características de la producción agropecuaria, como se anotó, le es urgente procesos de asociatividad, pero no en los ejercicios elementales de juntarse, como ha ensayado la misma institucionalidad o la iniciativa ciudadana en varias ocasiones, con diferentes modelos, basadas en las mejores intenciones, la mayoría fallidos, desencantados, arruinados.
Es difícil anotar como inclusive organizaciones de origen social, cultural, étnico, no han tenido los mejores resultados, amplia bibliografía de estudios sobre esta situación de la producción en la ruralidad del cauca, asi lo registran; ampliado en los datos del IGAC, del DANE, del Censo Nacional Agropecuario, Planeación Nacional, Ministerio de Agricultura.
Cortes y Sinisterra, de la Universidad del Cauca, presentan resumen estadístico del número de movilizaciones, de tomas a instituciones, de taponamiento de vías, de organizaciones cívicas y de productores, sin lograr la formación de un fuerte capital social, que dé consistencia a las comunidades agropecuarias para superar los escollos y lograr utilidades a partir del mejor posicionamiento de sus productos.
No son posibles los encadenamientos productivos sin asociación social, y esta será viable a partir de procesos de formación que demuestre las ventajas de lo colectivo sobre lo individual, esta innovación cultural, conforme lo dialogado con muchos alcaldes, facilitara mejores rendimientos a las inversiones públicas y atractivos beneficios a la faena individual, por pequeña que ella sea.
Carlos Vignolo, en América Latina: “Interrogantes y perspectivas”, “construir capital social, solo es posible si se enraíza en la historia y las tradiciones culturales, así como en los sueños colectivos de cada sociedad, además, debe ser consciente del inconsciente; del lado oscuro, las sombras y demonios de cada sociedad”. Agrega, sobretodo una eficaz sociotegnología, que debe asumir el desafío de la sociedad, la “producción” de seres humanos amorosos, democráticos, conscientes de su entorno y de sus actos.