Comprensión y tolerancia

JESÚS ARCOS SOLANO

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Cuando una persona es elegida para ejercer un cargo, sea oficial o privado, tengo la absoluta certeza, de que su propósito es desempeñar a cabalidad sus funciones, poniendo en obra todas sus facultades para dejar al final, un recuerdo grato de su gestión. Entonces, queda dicho, que esa es la intención; pero se presentan circunstancias e imponderables, que a primera vista son difíciles de sortear. Estos imprevistos aparecen de un momento a otro; corresponde hacer todos los esfuerzos necesarios para solucionar los problemas. Hay que tener en cuenta, que quien ejerce el cargo es humano; propenso a equivocarse. El omnipotente, está arriba; los de abajo, en cualquier momento fallamos; los malos momentos ocurren en la vida.

Es muy fácil criticar desde la barrera, otra cosa es estar en el ruedo. Como el pan de cada día hoy es lo referente a la revocatoria del Alcalde; expongo mi criterio muy personal. Considero, que el Señor Alcalde César Cristian Gómez Castro, no es monedita de oro, y que ha puesto todo su empeño en gobernar bien; por lo menos esa ha sido su intención; ahora que en el camino encuentra escollos, es posible; hay que salir adelante con inteligencia y mesura. De ahí, que no comparto, que se le escudriñe todo lo malo y lo feo de su mandato; respeto la opinión ajena. Pienso que es recomendable ser comprensivos y tolerantes. Advierto, que no soy defensor de oficio y menos, cuando jamás he tenido la oportunidad de brindarle siquiera un saludo. No lo he tratado personalmente.

Dice Confucio: “Gobernar, significa un continuo rectificar.”

En el diario El Nuevo Liberal del martes 30 de mayo de este año, tuve la ocasión de leer la columna titulada “sus palabras dicen quién y qué es usted”, del Periodista Autónomo, Asesor en Comunicación Jairo Calá Otero, y me llamó, poderosamente la atención, esta parte: “para proferir críticas y correcciones a los demás es preciso no tener ninguno de los rasgos que se critican y corrigen”.

Juzgo, que es prematura la revocatoria, como han opinado muchos y que es viable, dar un compás de espera para que el Alcalde y su gabinete enderecen las cargas y saquen adelante la administración, que seguro, es posible y todos son capaces de hacerlo. Sugiero leer el artículo denominado: “el runrún que suena: la revocatoria del Alcalde,” del connotado periodista, escritor y docente Marco Antonio Valencia Calle,” que se encuentra en El Nuevo Liberal del domingo 28 de mayo de este año.