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Paciencia, mucha paciencia fue lo que necesitó un agente encubierto de la Sijín de la Policía para obtener las pruebas suficientes que permitió la desarticulación de la banda del microtráfico ‘Los Palenque’.
Como indicó el comandante de la Policía en el Cauca, coronel Fabio Rojas, mediante esta técnica investigativa se comprobó aún más las denuncias de los habitantes de los barrios El Palenque y Carlos Alberto Guzmán, las cuales establecían que un grupo de personas estaban organizados para comercializar marihuana y bazuco al menudeo, sin importarles la salud y la tranquilidad de niños y jóvenes de ambos sectores.
“Con la debida autorización de la autoridad competente, los integrantes de la Sijín que laboran en este municipio logran ubicar a un funcionario al interior de la organización, entonces este empezó a grabar en video cómo estas personas recibían entre 2.000 y 3.000 por una dosis de marihuana o de bazuco, la forma cómo ocultaban estos alucinógenos en medio de los enseres de la vivienda usada para esta actividad criminal”, explicó el coronel Rojas.
Por eso, días tras días, el investigador recolectaba toda esta evidencia, la cual consolidaba poco a poco la investigación que lideraba la Fiscalía. Por eso se estableció que estas ciudadanas establecían roles a la hora de adelantar esta actividad criminal, como por ejemplo la encargada de vender las dosis, la otra era quien vigilaba para evitar caer en los controles de la Policía y una tercera la encargada de administrar la ganancias para así comprar más lote de bazuco y marihuana para no dejar caer las ventas.
Recurrían a menores
“En algunas ocasiones, estas mujeres ponían a unos menores de edad para que vendieran las dosis, porque sabían que si al momento de una aprehensión, la justicia no era tan drástica con los integrantes de este grupo poblacional, además los responsables de este negocio criminal quedaban por fuera del radar judicial”, explicó la Fiscalía en las audiencias preliminares contra estas tres ciudadanas.
Por eso, cuando se obtuvo toda esa evidencia, un operador judicial ordenó adelantar un allanamiento a la casa usada para esta actividad, donde los investigadores de la Sijín recolectaron más elementos que establecen que estas tres mujeres eran las encargadas de la venta de sustancias tóxicas.
“El juez de control de garantías no dudó en cobijarlas con medida intramural al conocer toda la información que expuso la Fiscalía durante la imputación, además del material incautado en medio del allanamiento, además del material entregado por el agente encubierto”, acotó el comandante de la Policía en el Cauca.
Por eso, y gracias a ese trabajo silencioso del investigador, las autoridades retiraron de las calles a estas ciudadanas que, con su actividad, afectaban la integridad de los demás integrantes de la comunidad, regresándoles también la tranquilidad.
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