Comerciantes se las ingenian para traer productos a sus negocios

Recorrimos algunas plazas de mercado, placitas, graneros y almacenes de cadena, alimentos aún se consiguen.

Por: Eduardo Cajas y Olga Portilla

@elnuevoliberal

El plátano, que al igual que los cítricos se traía de Armenia, en el momento se está trayendo del Ecuador, pese a que es de menor calidad, esa fue una de las salidas frente a la escasez de este producto. /Fotografías: Eduardo Cajas Cajas

Ante las diversas especulaciones que se han suscitado en la ciudad sobre el abastecimiento de alimentos debido al cierre de la vía Panamericana y las dificultades para transitar por el corredor alterno que comunica a Popayán con el resto del país, recorrimos diferentes negocios para corroborar qué tan cierta es la escasez de algunos productos.

En dos días se completa la tercera semana de cierre de este importante corredor vial, y aunque hay un paso alterno, este presenta intermitencias en su funcionamiento -principalmente por el regular estado que hay en 3,5 kilómetros que no están pavimentados-, por lo que viajar de Cali a Popayán, puede llegar a ser un viaje de 18 horas. El tiempo es uno de los factores que sortean quienes requieren viajar, o quienes dependen de la vía para su trabajo, como los comerciantes que han hecho diversas pericias para abastecer sus negocios.

En el recorrido realizado, lo único que no se consigue es guayaba, otras frutas y verduras, así como carne, pollo y pescado sí se encuentra, aunque hubo momentos en que estos empezaron a escasear, aún no se habla de desabastecimiento.

Aunque se habla de escasez de pollo y carne, en los sitios visitados, precisamente llegó un stock grande de este producto, y esperan que el vehículo que trae desde el Valle este alimento pueda continuar pasando por la vía alterna o en el mejor de los casos por la Panamericana para que se regule las tenencia de pollo y demás carnes frías que se venden en el lugar.

Precisamente, este viernes llegó un carro con gran cantidad de pollo y carne fría para surtir una salsamentaría ubicada sobre la vía Panamericana de la ciudad. Según relató Eliana Burbano, administradora del lugar, el carro no venía desde hace ocho días; aún había pollo en el negocio, pero sí se dejaron de repartir algunas rutas que se surten en la ciudad, y varios de sus clientes (dueños de restaurantes y tiendas) se quedaron sin provisiones.

“El carro viene todos los días, porque nosotros abarcamos toda la ciudad, pero con el tema de la vía no había podido venir desde el domingo. Este pollo viene del Valle del Cauca”, agregó la administradora. Así mismo, aseguró que han tenido pérdidas económicas, pues la no entrega de las ‘rutas’ es una venta que no se hace, plata que se pierde, así como los productos que sus clientes no encuentran.

Sobre el incremento del precio, Burbano señala que hasta la fecha no lo han hecho, lo único que no tienen son ofertas, “porque no sería lógico que no habiendo tanto pollo, hagamos nuestras promociones”.

En la plaza de mercado los “puestos” ofrecen sus productos, frutas y verduras, en su mayoría se consiguen, a excepción de la guayaba. Los precios no han incrementado, excepto en la piña, la papa y la cebolla

En la placita campesina ubicada frente al Terminal de Transporte, dialogando con la administradora Viviana Ordoñez, señala que se la están ingeniando para solucionar el cómo y de dónde traer la comida. “Gracias a Dios desabastecimiento total no hay, en este momento la bodega la tenemos con unas 5 mil toneladas de alimentos”, indicó.

Así mismo, explicó que han tenido que enviar sus propios vehículos de transporte para recoger en algún punto lo que les trae el proveedor, incluso el plátano, la maracuyá, el limón Tahití, y la naranja tangelo que la traían de Armenia ha tenido que ser reemplazada por productos de otras zonas.

“El plátano lo estamos trayendo del Ecuador, pero la calidad no es la misma, es un plátano que llega aquí y a los dos días ya está para sacarlo de las góndolas, en cambio un plátano de Armenia te dura siete u ocho días”, agregó Viviana Ordóñez.

“Los productos los estamos comprando más costosos, y nosotros le hemos subido entre 60 y 70 pesos al alimento, pero para nosotros ha subido 200 y 300 pesos por kilo, por eso las pérdidas son significativas”, Viviana Ordóñez, administradora la Placita Campesina.
Aunque aún no se tiene el estimado total de las pérdidas que han tenido, ella señala que “estamos comprando los productos más costosos, pero no le podemos incrementar exageradamente al cliente; le hemos subido entre 60 y 70 pesos a un producto, cuestión que para nosotros ha subido 200, 300 pesos por kilo, por eso la pérdida es significativa”.

Don Gerardo Villareal, comerciante de un granero en la zona del barrio Bolívar, señala que le ha sido difícil conseguir azúcar y aceite, y que lo que está costoso son los huevos, la papa y la cebolla, que se consiguen, pero a mayor precio que antes.

“A mí me traen los huevos de Cali, ahora están más caros porque no es lo mismo transportar sobre la vía buena que sobre la vía donde es más largo el trayecto, porque gastan más combustible, entonces por eso ha subido un poquito. Hay panales de 8.300 de 9.300 y de 9.700, la unidad aún la estamos vendiendo a 300 pesos”, indicó el comerciante.

Recorriendo estos sitios se puede comprobar que el “desabastecimiento” es prácticamente un mito, pues ahí, como lo dicen los comerciantes, se encuentra de todo. Así que a pesar de que en un medio radial de la ciudad, desde la Oficina del Consumidor de la administración municipal se indicó que varios productos empezaban a escasear, especialmente en las grandes superficies, aún hay otras posibilidades para que los payaneses puedan adquirir sus alimentos.