Por: Olga Portilla Dorado
@olguitapd
Que el Ministerio de Ambiente en alianza con las Corporaciones Autónomas Regionales de los departamentos y el Instituto Humboldt ya hayan adelantado la delimitación de 30 de los 37 complejos de páramos que tiene el país, es una noticia muy positiva para este ecosistema; pero a su vez plantea una serie de responsabilidades, no solo para las autoridades ambientales, sino para las comunidades asentadas en la zona, principalmente el garantizar la sostenibilidad de la principal fuente del recurso hídrico del territorio nacional.
De esos 30 ya delimitados, cinco están en el departamento del Cauca o ‘prestan un servicio’ a algunos municipios de este departamento, que cuenta con la fortuna de tener seis complejos de páramos: Doña Juana – Chimayoy, Guanacas –Puracé – Coconucos, Las Hermosas, Nevado del Huila – Moras, Sotará, y Cerro Plateado; este último es el que está en proceso de delimitación, pues solo hasta diciembre del año pasado se logró entregar al Ministerio los Estudios técnicos, sociales, económicos y ambientales (Etesa), realizados por la CRC.
“Hay un Decreto Ley donde se señala que las autoridades ambientales como son las Corporaciones Autónomas deben hacer los Etesa de los páramos, estos estudios son el soporte que tiene el Ministerio de Ambiente para hacer la delimitación. De acuerdo a la Ley 1450 de 2011, en su artículo 202, se determina que los páramos deben ser delimitados por parte del Ministerio a escalas 1-100.000 (estudio del entorno regional), y 1-25.000 (del entorno local); para hacer estos estudios hay que hacer una caracterización biofísica y socioeconómica que comprende flora, fauna, geología, hidrogeología, suelos, y todo el componente sociocultural de las comunidades asentadas en la zona del páramo”, explica Gamadiel Almario Cabrera, agrólogo, encargado del programa de páramos y suelos de la Corporación Autónoma Regional del Cauca
Estudios, que para el caso del Cauca tuvieron un tiempo de entre 6 y 12 meses para realizarlos, donde con apoyo de profesionales del Instituto Humboldt, funcionarios del área de Gestión Ambiental de la CRC levantaron la información del entorno regional que abarca todos los municipios o el área donde el páramo ofrece un servicio ecosistémico, por ejemplo donde se benefician del agua; y la caracterización local, que es la que se hace en el área de los municipios que tienen páramo.
Si bien, lo principal de estos estudios es la parte ambiental, en el caso de los seis complejos de páramos del departamento, el componente social es importante ya que en todos ellos hay comunidades establecidas, principalmente indígenas.
“En algunas zonas no se trabajó todo el total de las áreas porque hay lugares donde están asentadas comunidades indígenas y no se pudo concertar para hacer un levantamiento de la información”, señaló el funcionario de la CRC. Y es que no solo para hacer los estudios previos a la delimitación debe haber concertación con estas comunidades, sino también para el trabajo que sigue ahora, pues si bien los páramos ya están delimitados por parte del Ministerio, hay que hacer una zonificación de estos ecosistemas para realizar el Plan de Manejo que garantizará la sostenibilidad y protección de los páramos, especialmente de la mano del hombre.
“En 2015 se emite la Ley 1753 que en su artículo 173 determina que en los páramos delimitados no se pueden hacer actividades agropecuarias, ni explotación, ni exploración de hidrocarburos o minerales; si bien ya el Ministerio dice ‘delimitamos’ y por ende están prohibidas ese tipo de actividades, la CRC y el Ministerio de Agricultura intervienen para hacer un proceso de restitución y reconversión de las actividades que pueden afectar el ecosistema del páramo”, señala Gamadiel Almario Cabrera.
Es decir, la delimitación es “el primer paso”, porque el “grueso el trabajo” continúa, y es el que tiene que ver con la zonificación, reorganizar el páramo en concertación con las comunidades que hay allí para que a mediano o largo plazo las actividades agrícolas o de exploración que allí realizan, sean sustituidas por otras alternativas.
Por eso la función de la CRC es seguir con el proceso, realizar la zonificación de las áreas de páramo y determinar los regímenes de uso, qué se puede y qué no hacer en estas zonas y que no altere sus condiciones naturales. Proceso que para este año se iniciará con el complejo Las Hermosas, el cual se delimitó el año pasado, y además del Cauca donde hay 110 hectáreas de páramo, Valle y Tolima también se benefician de este ecosistema.
“Digamos que el proceso con los páramos va así: estudios técnicos, delimitación, zonificación y plan de manejo, este último es donde hay unos programas identificados, que son el resultado de la problemática con las soluciones, proyectos económicos, sociales y ambientales; un Plan de Manejo que es responsabilidad de todos porque abarca los conflictos, la parte productiva, todo el contexto de una población que está en la zona y que tiene una dinámica ya, si bien el fuerte es el corte ambiental, también debe mirar otros componentes”, puntualizó el funcionario de la CRC.
Finalmente, expertos en el tema ambiental señalan que la delimitación de los complejos de páramos que está haciendo el Ministerio de Ambiente, es una apuesta concreta y tangible que permite hacer unas acciones que garanticen y mantengan la sostenibilidad del páramo e identificar qué áreas están afectadas para hacer una restauración y también evitar futuras exploraciones o explotaciones ahí.
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