Cien palabras por la Semana Santa de Popayán

Seguimos con los elogios ciudadanos a la tradición religiosa más hermosa de América.

Es de suma importancia la claridad en la instrucción al personal de las Fuerzas Militares y de Policía, puesto que con su comportamiento y compromiso se consigue aportar al desarrollo y grandeza de la Semana Santa; así se le da credibilidad y buen nombre a las instituciones. 7 Fotos Alonso Tovar – El Nuevo Liberal.

La mayor semana del año

Por: María José Paula Pereira

(Brasilera, estudiante de Ingeniería Agrónoma)

Al llegar a Popayán todos hablaban sobre la mayor semana del año, la semana en que  toda la ciudad está tan llena y encantada. Yo pensaba que era algo normal, como ocurre en mi país; pero, no. En Popayán es una semana durante la que pasan cosas increíbles. La ciudad atraviesa por una transición, y se torna otra. Las personas cambian, las calles están más hermosas y la comida, quizás, es más rica.

Quedé encantada con las procesiones, la fe, las historias que se escuchan por las calles, el amor de los payaneses por su Semana Santa. La Semana Santa en Popayán es cuando todos los extranjeros se tornan payaneses.

Medios de comunicación escritos y hablados

Por: Pedro A. Paz Rodríguez

(‘semanasantero’)

Son referentes de suma importancia en el proceso de recuperar  nuestras tradiciones,  por lo tanto, deben adoptar una posición de responsabilidad ante  la ciudad. Son los más indicados para  generar cambios en las personas, mediante la divulgación de programas, campañas, mensajes, recomendaciones, etcétera.

Los medios de comunicación son el recurso eficaz para informar y comunicar de forma masiva  lo que significa el compromiso y el sentido de pertenencia por las tradiciones, el respeto por lo nuestro y el beneficio que recibe el habitante con su celebración.

Cargar el Santo Ecce Homo el Miércoles Santo

Por: Carlos Ignacio Mosquera

(Abogado  y profesor de la Universidad del Cauca)

Nada más hermoso que cargar el Ecce Homo en una buena noche de miércoles santo, con el acompañamiento de la orquesta de músicos, o la banda de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), interpretando, durante la procesión, las marchas fúnebres de nuestra Semana Santa; la mayoría de ellas, compuestas por autores nuestros. Se siente con esa música sacra una emoción indescriptible, pues  con su cadencia acompaña el paso del carguero y le llena el espíritu de entusiasmo, y el cuerpo, de renovadas fuerzas.

La sahumadora

Por: Manyas 

(Compositor musical)

La vi cruzar el Parque Caldas ese Jueves Santo, vestida de ñapanga, esparciendo aromas de incienso silvestre, emanadas de su traje de bayeta y lino encintado; su presuroso andar de «aguacateo» me incitó a seguirla haciéndole mil preguntas.

– Hablamos, tranquilo; soy patoja y estoy retardada– atinó a decirme, perdiéndose entre la multitud.

– Te enamoraste- musitó mi paisano «el Soroco» Efraín, compañero de farras.

– Ubiquémonos, quiero verla pasar; es sahumadura- insinué.

La esperé, vi sus ojos brillar en la ceremonia procesional; quedé embrujado.

Vaticinando sucesos, Efraín balbuceó:

– Hazle una canción, la titulas Patoja. Entonces replicó mi alma ante mi mudez:

– La escucharán-.

Oscuro y mágico

Por: Fernando Dorado

(Politólogo)

¿Cómo percibirían los indígenas nativos las procesiones de Semana Santa en Popayán? ¿Qué era ese ritual? Les parecía raro, oscuro y mágico, porque no coincidía con los equinoccios, y porque lo hacían de noche y en secreto. Y aunque alumbraban con pequeñas teas, nada quemaban. Desfilaban por las calles cargando sus dioses durante los días más lluviosos del año. Murmuraban cantos sórdidos, que podrían ser conjuros contra ellos. No imaginaban que los españoles atenuaban su miedo ante la insondable e inescrutable América, con un rito que los compenetraba con su madre Tierra y su historia. Si lo hubieran sospechado, habrían sonreído.

Añoranza

Por: N. Sandoval Vekarich

(Etnólogo Mr. Universidad de Belgrado, Yugoslavia)

Recuerdo mi deseo de compartir con mis compañeros su religioso y devoto afán de cargar  alguna de esas andas portadoras de las sagradas imágenes. Aurelio Olano y su hermano, de sobrenombre «el Mono», me complacieron, de tal manera que me vistieron con una chilaba azul, me dieron una alcayata y un par de alpargatas; me honraron concediéndome un barrote para compartir con ellos la talla de san Juan.

A los ya varios metros, soportando en mis hombros el peso de semejante estructura, yo renegaba de mi capricho de querer imitarlos.

Jamás se me ocurrió repetir semejante experiencia.

Autoridades militares y de policía

Por: Pedro A. Paz Rodríguez

(‘Semanasantero’)

¿Qué tipo de instrucción recibe el personal uniformado que se dispone para el servicio durante la Semana Mayor? ¿Es la adecuada y explicada con su debida antelación en cuanto a las características del evento, sus antecedentes, relevancia de la tradición, actuación en su desarrollo, participantes, funciones, obligaciones, responsabilidades, prohibiciones, etcétera?

Es de suma importancia la claridad en la instrucción al personal de las Fuerzas Militares y de Policía, puesto que con su comportamiento y compromiso se consigue aportar al desarrollo y grandeza de la Semana Santa; así se le da credibilidad y buen nombre a las instituciones.