Cien palabras para alagar la Semana Santa de Popayán

Llega un abril de cánticos con romerías que evocan pasión, muerte y resurrección. / Fotos Alonso Tovar – El Nuevo Liberal

Llega a Popayán

Por: Jheym Hidalgo

(Licenciada en educación y docente)

Llega un abril de cánticos

con romerías

que evocan pasión,

muerte y resurrección.

Llega un color a paz

que, como velo,

viste las paredes

de la ciudad.

Llega el creyente,

con ramos de olivo,

para iniciar Semana Santa

un Domingo de Ramos en Popayán.

Llega en danza,

por las calles angostas,

los aromas a incienso,

a eucalipto, a perdón.

Llega la romería esperada,

el extranjero curioso,

y el penitente cautivo,

que busca la clemencia de Dios.

 

Llega el que quiere:

gastronomía completa,

desde carantanta y hogao,

un deleite en sabores;

aplanchados de Chepa,

también la empanada

y tamal de pipián.

 

Los alumbrantes

Por: Pedro A. Paz Rodríguez

(‘semanasantero’)

En ellos no se encuentra diferencia alguna de condición social, color de piel, edad, preferencia sexual; y quienes convergen, tienen una sola misión: portar un cirio como símbolo de penitencia, símbolo de fe, símbolo de respeto, y, si se quiere, símbolo de compromiso con ese Ser Superior de cuya pasión y muerte se hace remembranza.

No creo que una persona que se disponga a ser alumbrante en las procesiones tenga otra intención diferente, como la de sabotear o causar indisciplina en desarrollo del recorrido; antes, por lo contrario, su participación es plena de humildad y respeto.