Por: Olga Portilla Dorado
@olguitapd
La zona montañosa del Cauca continúa siendo, desde 2012, uno de los núcleos con mayor densidad de cultivos de coca en el país, no en vano el departamento es el cuarto a nivel nacional donde hay más hectáreas sembradas.
De acuerdo al último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), el panorama en cuanto a la ubicación territorial de los cultivos no varió mucho respecto al 2015, sin embargo el crecimiento de las hectáreas de coca se elevó en un 52% al pasar de 96.000 a 146.000 hectáreas (ha) en todo el país.
El mayor crecimiento se registra en zonas de frontera, los departamentos de Nariño (zona sur), Putumayo (zona sur) y Norte de Santander (Catatumbo) son los que encabezan los tres primeros lugares de esta estadística que entrega el informe de monitoreo.
En el Cauca el crecimiento de cultivos de coca registrado durante el año pasado es el más alto desde el 2008, de 8.660 se pasó a 12.595 hectáreas, donde el municipio más afectado es El Tambo; no obstante al centro poblado ‘El Plateado’ (Argelia) se asocia una tercera parte de toda la coca del departamento, además de los núcleos de este este cultivo que hay en el Sinaí (Argelia), Uribe (EL Tambo), Santa Cruz de Sagún (López de Micay) y Brisas (Patía).
Con 5.300 hectáreas sembradas de coca, El Tambo se ubica de cuarto entre los 10 municipios más afectados por este cultivo y que geográficamente -según el informe- están ubicados en las zonas catalogadas como “permanentemente afectadas” y concentran el 48% de toda la coca del país.
Además de El Tambo, entre los 10 municipios están: Tumaco (Nariño), Tibú (Norte de Santander) y Puerto Asís (Putumayo), donde la afectación ha sido continua y creciente en los últimos años, factor que ha favorecido el establecimiento de economías ilícitas que indirectamente han permeado economías locales, creando un cierto grado de dependencia (ver imagen 1).
Reflejo de ello es El Plateado, un corregimiento del municipio de Argelia donde la economía de la gente depende de cultivar la coca y recolectar sus hojas. Ante la falta de empleo y oportunidades para su gente esta es la labor tanto de las anteriores generaciones como de las más recientes. Un lugar al que los habitantes le dicen ‘el patio del Cauca’, porque el Estado no llega, pero las muertes y el narcotráfico sí.
Según el informe de monitoreo de cultivos ilícitos, solo en estos 10 municipios las hectáreas de coca sembradas pasaron de 45.748 en 2015 a 70.579 en 2016. Y aunque el informe revela que el panorama territorial de estos cultivos no cambió mucho de un año a otro, aparecieron nuevas áreas con cultivos de coca consideradas como “zonas de expansión del fenómeno”, las cuales representan el 5% del territorio nacional afectado.
Para el caso del Cauca esas “zonas de expansión” están ubicadas en los municipios de Corinto, Caloto y Toribío, los cuales han presentado cultivos de marihuana en años anteriores y además, en sus partes altas tienen condiciones favorables para la siembra de amapola.
Y es que en el análisis que hace la Unodc señala el 80% de los lotes identificados en 2016, ya había sido detectado, asperjado o erradicado previamente, por lo que “el incremento de los cultivos de coca se debe a una reactivación de la actividad en zonas donde se había logrado algún nivel de control, no solo como efecto de las acciones de aspersión y erradicación, sino como efecto de acciones de desarrollo y seguridad en territorios previamente afectados”.
Entonces se atreven a señalar que dicha reactivación se dio con mayor fuerza en territorios –como Cauca y Nariño- donde se han integrado diferentes eslabones de la cadena de producción, transformación y tráfico; donde no existen grupos hegemónicos que controlan el territorio; lugares asociados a zonas de frontera o a corredores de salida de droga, donde el fenómeno de los cultivos de coca ha permanecido por más de diez años.
“Es muy importante mencionar que en Cauca y Nariño se reporta la presencia de Eln, Epl, Bacrim, e incluso han reportado la presencia de extranjeros dinamizando los mercados locales de hoja de coca y pasta de cocaína. La dinámica de los precios y de los actores ilegales, deja ver una tendencia en la que es menos importante el control territorial pero se mantiene el interés por la producción de drogas”, revela el informe.
Amapola y marihuana, otros ilícitos que suman
Sobre los cultivos de amapola y marihuana, el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito señala que para el 2016 en el departamento existían 69 hectáreas de marihuana en 36 municipios. Por otro lado, las hectáreas de amapola sí se redujeron de 256 a 162 ha cultivadas en todo el departamento.
Sin embargo, pese a esa reducción, el Cauca es el segundo departamento –después de Nariño- con más hectáreas sembradas de este cultivo (ver imagen 2). Cabe recordar que en el país, la amapola se siembra en pequeñas parcelas en zonas montañosas y en general en pisos térmicos de medio a frío y provincias de humedad alta. Estos se siembran a manera de sistema de rotación de cultivos y en ocasiones asociados con maíz, arveja, haba, quinua, cebolla, papa y especies forestales.
El estimado de que en el Cauca hay 162 hectáreas de amapola sembradas se realiza por la Policía Nacional a través de sobrevuelos, esas hectáreas representan el 35% del total nacional (462 ha reportadas a diciembre de 2016).
Por otra parte, de acuerdo con la Unodc, en el país no se ha desarrollado una metodología censal que permita conocer el área sembrada con marihuana, sin embargo el reporte entregado por la Policía Nacional, a diciembre de 2016, señala que fueron 95 hectáreas detectadas por medio de sobrevuelos.
Siendo el Cauca con 69 ha y Magdalena con 11 ha, los departamentos con mayor afectación por este cultivo. Los otros departamentos con presencia de marihuana son Meta y Nariño. Sobre la marihuana especialmente, en lo que tiene que ver con los cultivos bajo invernadero, el área piloto se definió en este departamento donde se encontraron 507 km² bajo alerta lumínica por posible presencia de invernaderos para producción de marihuana que se localizaron en 36 de los 42 municipios del departamento.
Dichas alertas se concentraron en el norte y centro del Cauca. En la zona norte, se concentraron en Toribio (21%), Corinto (14%), Caloto (9%) y Miranda (3%) donde se tiene evidencia sobre la presencia de invernaderos para producción de marihuana, en algunas zonas planas de Santander de Quilichao (8%) y en sectores montañosos en Jambaló (1%), Buenos Aires (1%) y Suárez (1%), en la zona centro las alertas se concentraron en Popayán (22%), Piendamó (4%), Timbío (3%), Silvia (2%) y Cajibío (1%).
Por último, existen otros territorios dispersos con menor concentración de alertas lumínicas como Páez (4%), Patía (1%), Puracé (1%), Sotará (1%) y Totoró (1%).
¿Erradicación, sustitución o aspersión?
Sobre las acciones para combatir el narcotráfico, las economías ilegales y especialmente la aparición de nuevas hectáreas de cultivos ilícitos en el país, el informe señala que “la erradicación manual forzosa de coca en Colombia aumentó el 31%, de 13.473 hectáreas en 2015 a 17.642 hectáreas en 2016, y no se realizó aspersión aérea dado que fue cancelada en el último trimestre de 2015”.
Asimismo, en el transcurso de 2016, las acciones de interdicción enfocadas en la destrucción de infraestructuras de producción primaria reportaron un aumento del 29% en relación con el año inmediatamente anterior.
Sobre la erradicación manual de marihuana, entre 2005 y 2016, 18 departamentos han presentado operaciones de erradicación manual, en cuatro departamentos se concentra el 74% del área total erradicada: Magdalena (42%), Cauca (12%), La Guajira (9%) y Meta (11%). Específicamente para el año pasado se erradicaron un total de 134 ha, 35% menos que en 2015, en el Cauca se erradicó un 4% de esas 134 ha.
En lo que tiene que ver con las incautaciones de drogas, en 2016 se incautaron 188 toneladas de marihuana prensada, 27% menos que en 2015; el 52% de estas incautaciones se concentró en cuatro departamentos: Valle del Cauca (18%), Magdalena (15%), Antioquia (10%) y Cauca (9%).
Finalmente, el Gobierno Nacional espera que con la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis), que tiene el propósito de contribuir a una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas y la formulación y ejecución de los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) se dé una solución efectiva al crecimiento de las hectáreas de los cultivos ilícitos, especialmente de la coca.
Además existen desde el año pasado proyectos como ‘Formalizar para sustituir’, adelantado por la Agencia Nacional de Tierras como un mecanismo que busca el fortalecimiento de la política nacional de formalización y acceso a tierras en zonas vulnerables a la presencia de cultivos ilícitos. En el Cauca se desarrolla inicialmente en Balboa, Rosas y Mercaderes.
Precisamente el pasado viernes, el presidente Juan Manuel Santos estuvo en el municipio de Rosas formalizando la entrega de 329 títulos de propiedad para igual número de familias en este departamento, el cual legaliza fincas que llevan años sin presencia de cultivos de uso ilícito
Este programa de titulación de tierras es uno de los más importantes emprendido por el Gobierno Nacional, especialmente en zonas donde la guerra le cerró las puertas al progreso, y es fundamental para los planes de sustitución de cultivos, expansión del crédito y el aumento de la producción agrícola. En el Cauca en total se han entregado 800 títulos y se espera formalizar unos 7 millones de hectáreas en todo el país.
Finalmente, hace poco desde la vicepresidencia de la República se informó que el reto de esta cartera nacional es sustituir -en este año- aproximadamente 50.000 hectáreas de cultivos de uso ilícito en más de 40 municipios de los departamentos más afectados.