Cauca: qué será lo que quiere el negro

marco valencia tradicionalMARCO ANTONIO VALENCIA

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Que los negros del norte del Cauca se unan y se pongan de acuerdo para cerrar la carretera Panamericana impidiendo el paso de miles de personas entre Cali y Popayán es muy, pero muy preocupante.

A los negros, Popayán y sus próceres de papel les resbalan y viceversa. Tradicionalmente lo que pasa en la economía, la justicia, el medio ambiente y en general lo que ocurra en la política de la región a los negros del norte Cauca les ha importado un rábano a menos que uno de ellos esté buscando un puesto. Y por lo tanto, que se reúnan, que se pongan de acuerdo, que se movilicen más de cien, que llamen a los próceres de papel a una mesa de diálogo… además de ser un milagro, debe tener de fondo algo grave, pero muy grave, y que a lo mejor, deba preocupar a los demás: a los mestizos, a los zambos, a los mulatos e indígenas, a los blanquitos y amarillos que vivimos en el Cauca.

Que los indios se movilicen y tapen la Panamericana es una un fastidio normal que ya miramos con oídos sordos y soberana indiferencia la mayoría de caucanos. Una estrategia de presión social gastada y hace parte de la agenda de la convivencia multi-cultural que tenemos que soportar, y que por demás, a los indios nunca les ha servido para nada. El libreto es sencillo, repetitivo y hasta pirateado por estudiantes que piden maestros para sus escuelas. Escena uno: los indios taponan la vía, escena dos la policía los maltrata con gases lacrimógenos, escena tres los indios resisten, escena cuatro el gobierno manda un personaje de esos que salen en televisión para dialogar que les llena el corazón de palabras y firma cualquier promesa, escena cinco los indios se repliegan, escena seis cuando se dan cuenta que las firmas no sirven para nada vuelven a tapar la vía…, y así, el mismo sainete tres o cuatro veces al año. Como digo, una vaina fatigosa para los espectadores, donde los actores no se han dado cuenta que esa estrategia ya no funciona, pero ellos son porfiados y así no les den nada, no dejan de movilizarse una y otra vez hasta el aburrimiento.

Pero ojo, que los negros se movilicen de manera organizada como si fueran indígenas y pongan un cartel pidiendo respeto por la Madre Tierra, ¡Dios, eso sí es noticia!, y si no es una noticia que predice el fin de los tiempos, debería convocar a políticos, tecnócratas y próceres de papel alrededor de un buen wiski para pensar en el asunto.

Que los negros dejen su indiferencia, su confort y salsachoque y salgan con disciplina a taponar la carretera es de alarmarse, lo digo con ironía pero en serio. Nunca lo han hecho siendo la población más humillada, ofendida, sometida, abusada, abandonada, olvidada, pobre y jodida… nunca han reclamado nada seriamente ¿por qué lo hacen ahora y de manera tan organizada? ¿Qué Mesías hizo el milagro de unirlos y de despertarlos? Algo grave debe estar pasando en el norte del Cauca, y es mejor atender eso rapidito, no vaya a ser que les dé por organizarse y volverse república independiente. Un pensamiento de ciencia ficción, pero si lograron organizarse para sostener el cierre de la vía 48 horas, a lo mejor se despiertan y no se dejan engañar más electoralmente. Algo inverosímil, claro, a tanto no serían capaces, nunca han sido organizados social y políticamente hablando, pero pues… si taparon la vía 48 horas, quién sabe.

El libreto de los reclamos de los negros nunca ha pasado de acciones individuales en carticas politiqueras pegadas con miedo protestando -a gobernadores indiferentes por su suerte- por las promesas incumplidas y el abandono del Estado que se archivan en las papeleras de la basura. Y ya, no pasa nada, o sí, con un cargo a uno de ellos o cualquier espejito enviado desde Popayán acallan todo. Por lo tanto, muchos tenemos la sensación de que son comunidades acostumbradas a vivir por allá lejos, mendingándole a Cali las oportunidades que nunca le reclaman al Cauca. Seres anónimos que no pesan para los temas serios de la economía y la política del departamento. Gentecita manipulable el día de las elecciones.

Entonces, pensándolo a la colombiana, o con malicia indígena, vale preguntar: ¿si nunca han protestado por las humillaciones, olvidos y pobreza de toda la vida… porque vienen a protestar ahora pidiendo protección para la madre Tierra? ¿De verdad les importa la madre tierra? ¿De dónde acá su repentino amor ecológico? ¿Hay otras intenciones de fondo? ¿Alguien los está manipulando? ¿Quién, por qué?

Es que de verdad, todo esto es tan raro, tan inédito…

Pero en serio, entre ironías y sarcasmos, este tipo de protestas hay que tomárselas en serio.