Esa es la aseveración de varios líderes sociales frente a las constantes masacres y asesinatos de representantes comunitarios de la región. Gobierno Nacional asegura que todo está relacionado con el narcotráfico.
El panorama es desolador, a pesar del esfuerzo de las oficinas de prensa gubernamentales de presentar otra realidad: el Cauca está en guerra, como bien denuncian líderes sociales de esta región del país al ser consultados por el tema.
“Hicieron trizas la paz al no cumplir lo pactado, que era encontrarle solución al tema de los cultivos de uso ilícito, de brindarle una salida al campesinado que está en medio de esta situación. Además retiraron todo el apoyo a la inversión en las regiones, claro, ese vació estatal terminó creando el escenario para la formación de todos estos grupos que ahora desangran al departamento”, expresó un líder campesino que, a raíz de la violenta realidad que se vive en esta zona del país, pidió mantenerse en el anonimato.
No es para menos dicho temor. El pasado fin de semana, se presentaron más de 13 casos de muertes violentas en esta zona del país, varias de ellas en medio de una masacre.
Por eso, y como bien lo documentó Indepaz, Cauca es el segundo departamento del país donde más asesinatos colectivos, como los llama el gobierno, se han presentado en este 2020: 13 de estos casos en comparación con los 18 registrados en el departamento de Antioquia.
La cifra y la realidad no permiten exageraciones, son más de 40 personas que han pedido la vida en estas incursiones armadas, las cuales se presentaron, en su gran mayoría, en la zona rural.
Por eso, las reacciones de las organizaciones sociales, campesina y comunitarias son exigir que las autoridades cuiden a la población civil para no estar registrando casos como el sucedido en la zona rural de Santander de Quilichao, donde cuatro personas fueron ultimas con arma de fuego mientras tomaban cerveza
Versión oficial
Mientras tanto, una recompensa por $100 millones ofreció el ministro de Defensa, Holmes Trujillo, al término de un consejo extraordinario de seguridad en Santander de Quilichao, en donde analizó, junto a la cúpula militar y policial, la situación de orden público debido al homicidio de cuatro personas y una más herida en zona rural de este municipio ubicado al norte del departamento.
“Para identificar y dar captura a los homicidas, se conformó un equipo de investigación mixto del Cuerpo Técnico de Investigación y la Unidad de Identificación, Ubicación y Judicialización de Perpetradores de Masacres de la Policía Nacional, con el fin de apoyar a la Fiscalía Seccional en las actividades investigativas”, informó el Ministro.
Preocupación por hechos violentos
De acuerdo con información recogida por diferentes medios de comunicación, las personas asesinadas fueron identificadas como Emerli Basto, los hermanos Fernando, David Tróchez y Carlos Escué.
Según Feliciano Valencia, senador de la república y exconsejero del Consejo Regional Indígena del Cauca , Cric, en esta zona del Cauca se registra ataques sitemáticos de comuneros por parte de los grupos armados al margen de la ley que delinquen en esta zona . Además, la masacre en Santander de Quilichao fue reportada horas después de que se hubiera dado a conocer el asesinato del Eduardo Julicue, de 31 años, en Caloto.
La víctima era el hijo de la exconsejera de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte de Cauca, Acín, Luz Eida Julicué.
El director del Instituto de Estudios para la Paz, Indepaz, Camilo González, denunció la gravedad de las cifras sobre masacres ocurridas en Colombia durante el 2020, que han producido 340 muertos en 79 hechos violentos de ese tipo.
Según González, la gente está “atravesada” en medio de los actores armados al servicio de quienes están desarmados controlando el negocio del narcotráfico.
“Estamos retomando el nivel del año 2012, estas nuevas dinámicas de violencia están siendo utilizadas para acabar la esperanza de la paz”, expresó González.