Antes de referir algo sobre el tema, concédanme transcribir la parte resolutiva de resiente sentencia.
“En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, REVOCA la sentencia impugnada y, en su lugar RESUELVE.
Primero. CONCEDER, la tutela de Deisi Magali Muñoz Orozco y Melba Rosario Gómez contra el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, la Agencia Nacional del Espectro, Claro SA, Viatech Cauca, Centinental Tiwers y Diego Burbano, con vinculación de la Alcaldía de ese municipio y la Comisión Nacional de Regulación de Comunicaciones.
Segundo PROHIBIR la instalación de cualquier “estación base” o equipo repetidor de señales de radiofrecuencia de telefonía móvil en la Calle 27 CN n° 6D-03. Barrio Palacé de Popayán, mientras perduren las patologías de las accionantes o científicamente se establezca con certeza que las ondas electromagnéticas que producen no representa ningún peligro para los enfermos de cáncer.
Tercero. Advertir a los anteriores organismos que deberán velar coordinadamente por el acatamiento de esta orden constitucional.
Cuarto. El tribunal a-quo velará por el cumplimiento de lo aquí ordenado, para lo cual adoptará las medidas de rigor.”
Dice un refrán popular “No me alegra pero siento un fresco”. No me alegra, porque quiérase o no se trataba de cumplir una aspiración de desarrollo empresarial, lamentablemente guiada por una ética egoísta en la que solo importa lo propio o lo individual; en ella no se concibe priorizar lo comunitario y menos lo ecosistémico. Error palpable enemigo de la paz.
La sentencia conduce a abundantes conclusiones y enseñanzas, de lo cual solo referiré algo relacionado con derechos de las comunidades a la participación democrática, relacionada con todos los procesos administrativos y aquellos procesos de producción o servicio que le afecten positiva o negativamente. Siempre, no solo habrá derechos, sino que también aparecerán deberes, de los cuáles tendrá que hacerse consciente y responsable la comunidad, para finalmente concretar soluciones óptimas.
Ahora que fueron elegidos nuevos directivos comunales les recomendamos, conocida la experiencia de Palacé, que se dejen guiar por la consulta popular y no por los directorios políticos, por la asamblea de sus mandantes y no por intereses personales, por la Constitución Nacional que ordena hasta la saciedad garantizar la participación y derechos democráticos y no por las leguleyadas de funcionarios públicos; por la paciencia y constancia de lucha orientada al respeto de soluciones debatidas con las comunidades, mas no por soluciones definidas aisladamente y a puerta cerrada por autoridades, personas o gremios, que no consultan el conocimiento básico, fundamental y realista de las comunidades.
Proyectos municipales o nacionales, públicos o privados que impacten a la comunidad y no se decidan de común acuerdo con ella, han sido y seguirán siendo un fracaso.
Los aportes del Barrio Palacé a la Acción Comunal son el fruto de una lucha en solidaridad comunitaria, decidida y liderada por amas de casa con humildad y sin prepotencia; pero, con aquella entereza con que una madre defiende la supervivencia de sus hijos y con esa visión que la lleva a encontrar soluciones eficientes y efectivas.
Allí se aprendió que las luchas Comunales en Popayán deben darse primero, haciendo respetar derechos constitucionales y aportando soluciones que construyan ciudad.
Felicitaciones don Simón Satizábal por ser el mejor mensajero que encontraron las mujeres de Palacé, les cumplió con todas las vuelticas que le encomendaron. Sin pretensiones de líder y con solo ser razonero efectivo, ellas le ratificaron toda confianza para que continúe con el honor de ser el Presidente del barrio.
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