Bandeja paisa para el nuevo alcalde
HORACIO DORADO GÓMEZ
El gobernante ha de ser práctico, con metodología y mucho amor por la ciudad. En lo práctico, el buen gobernante debe hacer corte cuentas con su antecesor para no asumir causas ajenas, porque si no se sacude, al final, se embadurna del mal ajeno. Metodología, no es más que la forma de proceder conforme la constitución política. Es decir, el método que utiliza el gobernante para administrar, organizar, y ejercer orden y control sobre la población. De un tiempo para acá, las formas de gobierno han variado y son diversas en cuanto al cómo y cuántas personas ejercen el poder.
A Popayán, duele decirlo, la gobernaron con amor, pero de labios para afuera. Por ello, el gobierno que inicia en enero, encontrará una bandeja paisa, con muchos chicharrones, la lista es larga.
Popayán perdió por completo el civismo de antaño. No hay compromiso por las buenas costumbres. Se esfumaron nuestras raíces, devastaron el patrimonio arquitectónico. Abandonados están sus símbolos: puente del Humilladero, parques, estatuas y, fachadas… A la ciudad como a los niños, no solo hay que quererla sino cuidarla mucho, y todos los días. No solo para los desfiles sacros. No hay amor por la ciudad. El común denominador es, basuras apiladas todos los días en las calles.
Amor con hambre no dura. No se invierte en campañas cívicas para mantener vivas nuestras tradiciones a nivel de comunidad y en colegios. Derrochan recursos para el cumpleaños de Popayán con juegos pirotécnicos, coronas de laurel al sabio Caldas y Sebastián de Belalcázar y pare de contar.
El alcalde electo César Cristian, no puede reciclar los mismos errores que cometieron en los últimos años. No puede enclaustrarse en el laberinto de cuatro espejos. Dejarse aconsejar de manera contradictoria por disputas políticas. Manejar información imprecisa e incoherente ante los medios y la comunidad, afectando la credibilidad de la gestión pública.
Recibirá obras inconclusas y, defectuosas por falta de estilo, sin planificación. Heredará la incapacidad para hacer efectivas las sanciones por demolición del Patrimonio Arquitectónico y actualizar la Estratificación. Sin políticas de gobierno. Sin comunicación clara y efectiva, entre funcionarios, con el mandatario y la comunidad. Para impulsar el diálogo hay que ceder, renunciar al dogmatismo y cerrazón mental. No se buscó la comunicación, sino que se socavó la confianza del otro. El alcalde no preguntó a sus secretarios, si estaban plenamente de acuerdo, y si marchaban por el mismo camino. En la vida, en la política y en el gobierno, no solo son importantes los objetivos, sino los caminos que se eligen para cumplirlos.
Altos índices de muertos, atracos, robo a museos, desempleo, deterioro de la salud, hicieron que Popayán ocupara los últimos lugares en el concierto nacional. La comunidad no esperaba que todo se resolviera en cuatro años. Pero, no se requería tantos atributos de brillantez, sino saber orientar y respaldar a su gabinete, sobre los caminos a tomar para no agrandar los problemas. Por eso, Popayán, reprobó la gestión Fuentes Meneses el 25 de octubre.
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