JESÚS HELÍ GIRALDO GIRALDO
Integrarnos al equipo humano al cual pertenecemos y confundirnos con su misión, su visión, sus valores y principios es la mejor demostración de la armonía en la convivencia y su efecto en el progreso y éxito de todo emprendimiento. Un equipo humano se constituye para elaborar un producto o para ofrecer un servicio, esa es la misión, la educación es un servicio, lo mismo la salud, etc., lo importante es que el equipo viva el presente y le entregue su vida y energía en actitud compartida por todos sus integrantes, eso se logra en la medida en que cada uno asuma la misión de la empresa como si fuera la suya propia, y entienda que mientras esté en una institución, empresa o equipo, tiene un solo propósito: cumplir la misión de la institución, comprometidos, todos, con su visión o sea hacia dónde quiere llegar y cómo quiere alcanzar su objetivo o meta final, involucrados en los valores, sin olvidar que estos son importantes en la medida en que se apoyen en principios.
Con esa identificación institucional un equipo humano motiva fácilmente el desarrollo de la proactividad y sinergia en sus integrantes, la proactividad indica que yo tengo el futuro de la organización en mis propias manos como miembro del equipo humano al que pertenezco, mi misión es cumplir su misión, yo individualmente tengo el futuro de la empresa en mis manos. Agrego a ello la sinergia que consiste en actuar integrados, como trabajan los piñones o las parte más diminutas de una máquina, así como los mecanismos de un reloj trabajan en conjunto. Cada cual está dando las vueltas necesarias según su tamaño y su posición para que éste cumpla en forma precisa con la medición del tiempo, esa es la sinergia de la empresa, lo cual se alcanza gracias a un buen liderazgo ejercido de tal manera que la percepción general es que todos están a cargo porque todos son líderes en el campo que la vida o la empresa les haya asignado sus responsabilidades.