GUILLERMO VARONA COLMENARES
El Planeta.- Desde hace más o menos una década las grandes y más representativas de las inteligencias mundiales han puesto el grito en el cielo ante el grave y continuo deterioro de nuestro planeta, causado por la misma mano del hombre, por ejemplo con la tala continuada de los bosques, el aumento en los volúmenes de basuras, la contaminación de mares y ríos, la caza desmesurada de especies animales que están en peligro de extinción. Lo anterior sin que hasta el momento, los gobiernos de las grandes potencias hayan tomado cartas definitivas ni creado ni mucho menos aplicado políticas y medidas que conduzcan a la pronta superación de estas situaciones. Por el contrario, cada cambio de gobierno lo único que se hace es reconocer estos problemas, manifestar interés en corregirlos y echarse bendiciones sin que se pase de allí. Otra preocupante y grave situación originada como consecuencia de estos descuidos es el incremento en la temperatura del planeta con lo que se derivan nuevos inconvenientes que amenazan las especies que la habitan incluyendo a la raza humana; como un claro ejemplo, podemos citar los grandes incendios que se presentan en el Estado de California, en el país más poderoso del mundo, sin que a sus gobernantes de turno parezca importarles un comino. Naturalmente todos estos problemas tienen mucho qué ver con la raza humana, con el incremento de su población, con la inequidad, con el capitalismo salvaje, con el desempleo, con la miseria, con el abandono, con la falta de educación y de cultura, con los conflictos históricos, con el enriquecimiento desmedido de unos pocos y la pobreza desmedida de las mayorías, etc.
A todo lo anterior ha venido a sumarse en los últimos meses la pandemia del Covid-19. Ha sonado la alarma a nivel mundial por la afectación generalizada del ser humano, la que ha causado millones de afectados y miles de muertos, sin que, al cabo de siete meses, se pueda decir que ha surgido un remedio efectivo para controlarla y más bien se espera que aparezcan otros brotes como se está viendo en países desarrollados de Europa. Y aquí vale la pena hacernos la pregunta de cómo estará evolucionando la situación en otras regiones del mundo, donde no se cuenta con medios modernos de comunicación y aún permanecen en el olvido como en el África, Asia Menor y aún en regiones apartadas de nuestro continente y del mismo Colombia. No se nos debe olvidar que aquí hay regiones que todavía se denominan como “otro país”, por la falta de vías, colegios, hospitales y comunicaciones. A lo mejor por allá no se ha manifestado con tanta gravedad el contagio del Covid. Pero como “no hay mal que dure cien años….”, muchos de los gobiernos de países afectados, han empezado a tomar medidas urgentes para atender la población afectada por la pandemia, las cuales se enfocan en crear nuevos empleos para cubrir la quiebra y desaparición de negocios y empresas que no pudieron sobre vivir y que han afectado de manera dramática las diversas economias . Para ello se han visto obligados los gobiernos a acudir a créditos que les ofrecen los poderosos del mundo, es decir los banqueros. Pero esto no quiere decir que la situación esté solucionada, ante todo para la clase media y para los que logren recuperar sus empleos, porque en poco tiempo habrá que pagar los préstamos y esto sólo se logra con la creación de nuevas cargas tributarias establecidas por los gobiernos que, naturalmente, deben ser cubiertas en su mayoría por ese grupo de población. También se verán afectados negocios y empresas que tiene que cumplir sus compromisos y que para lograrlo, lo más seguro es que traten de obtener utilidades con el incremento desmedido en los precios de sus productos.