A doce días de que se instale la mesa de negociación en territorio ecuatoriano, entre el gobierno nacional y la guerrilla del Eln, la expectativa en departamentos como el Cauca es grande. El anuncio se hizo a comienzos de esta semana.
El pasado lunes se conoció la noticia. “Las delegaciones del gobierno nacional y el ELN hemos acordado (…) instalar el día 27 de octubre en Quito, Ecuador, la mesa pública de conversaciones”, señaló la declaración oficial, respaldada por Frank Pearl, en representación del gobierno de Colombia, y Antonio García, en nombre del grupo guerrillero.
Este acuerdo se da después de tres años de conversaciones, de forma secreta, entre las partes. Se conoció además que la sede central del proceso de diálogo será Quito, Ecuador y que países como Venezuela y Brasil, junto a Noruega, serán “garantes”. Por su parte las naciones de Cuba y Chile cumplirán un papel especial como “acompañantes” del proceso.
El anuncio fue celebrado por el Gobernador Óscar Rodrigo Campo, quien no dudó en manifestar que los caucanos están cansados de la guerra, merece tiempos de paz y centrar sus esfuerzos, en iniciativas que permitan el progreso comunitario.
Un deseo que quedó plasmado en los resultados de las elecciones del Plebiscito donde los 42 municipios del Cauca dijeron sí a la paz, con un porcentaje por encima del 55%.
“El Cauca tiene toda su energía concentrada en cambiar los escenarios de confrontación por un escenario de desarrollo y convivencia. Lo anterior nos permite determinar una mejor forma de vida para nuestros habitantes y sobre todo, establecer acciones de desarrollo integral para las comunidades (…)”, dijo el gobernador Campo.
Esa idea que expresa el mandatario se resume en una frase concreta que exigen la mayoría de los caucanos: inversión social.
Y es que en el departamento aún existen territorios donde es evidente las necesidades de agua potable, vivienda, readecuación de vías, infraestructura, escuelas, hospitales y hasta escenarios deportivos.
Ese atraso y falta de desarrollo ha sido consecuencia (en algunos casos) de la presencia de los mismos actores alzados en armas que buscan una salida negociada al conflicto. De allí que los líderes que representan las zonas más golpeadas por la guerra vean en esta nueva etapa de negociación con la guerrilla del Eln y la implementación de los acuerdos con Las Farc, la oportunidad para la inversión económica en las comunidades.
De forma concreta será el fin del conflicto con los dos actores armados más fuertes de este país, el fin a más de cinco décadas de confrontación. Así entiende el anuncio, la exdiputada y líder social de Bolívar, Cauca, Claudia Dianey Hoyos. “Es de suma importancia para nosotros, pues mi municipio por ejemplo, ha tenido presencia histórica de guerrillas del Eln y Las Farc, y con este paso, podríamos decir que por fin vamos a vivir en armonía y sin miedo, dedicados al campo”.
Según los registros de la Fundación Paz y Reconciliación, la guerrilla del Eln está presente en 18 de los 42 municipios, gran parte de esta lista, son localidades ubicadas al sur del departamento.
De acuerdo con la estrategia guerrillera, ‘Los elenos’ se mantienen en zonas apartadas o montañosas aprovechando la geografía accidentada del territorio caucano. Ariel Ávila, coordinador del Observatorio de Fundación Paz y Reconciliación, dice que en el Cauca son aproximadamente“300 guerrilleros”, divididos en dos frentes y dos columnas móviles, establecidos de la siguiente forma:
El frente Manuel Vásquez Castaño, ubicado en los municipios del sur de la región. El frente José María Becerra, (JMB), que se mueve especialmente en el municipio de El Tambo, centro del departamento y la Compañía Lucho Quintero (C.L.Q) que pertenece al frente (JMB).
Así mismo aparece la Compañía Guerreros de Sindagua, Aunque parezca una cifra mínima, (la cual contrasta con los cerca de 2 mil ‘elenos’ que hay en todo el territorio colombiano), este grupo guerrillero tiene la capacidad de realizar control de territorio y retenes ilegales, en algunos sitios específicos del Cauca. Solo basta internarse en las montañas de El Tambo, municipio que por su extensión, cuenta con veredas muy alejadas del casco urbano y son de difícil acceso.
Así mismo, el Eln realiza acciones armadas y hacen presencia en zonas de cultivos ilícitos. En febrero pasado, un policía fue asesinado por un franco tirador mientras prestaba guardia en la sub estación de San Joaquín, Tambo, al occidente del departamento. La acción más reciente se presentó en el municipio de Bolívar, sur del Cauca, hace solo tres días. Un hostigamiento con lanzamiento de artefactos explosivos y disparos de ráfaga con ametralladoras y fusiles, en contra de una patrulla donde se movilizaban integrantes del Escuadrón Móvil de Carabineros (EMCAR), en el sector de Lerma, “al parecer”, tuvo como responsable, “una estructura guerrillera del frente Manuel Vázquez Castaño del Eln”, informó el comandante de la Policía en el Cauca, coronel Edgar Orlando Rodríguez.
Que la segunda guerrilla más grande y antigua de Colombia desee una salida negociada al conflicto, llama poderosamente la atención, más cuando meses atrás se mostraban reacios a las peticiones del gobierno Santos, sobre la liberación de los secuestrados y suspensión de acciones subversivas. Hay que recordar que en febrero pasado, ‘Los elenos’ se dieron la licencia de declarar un paro armado en 10 departamentos del país.
A esas exigencias se suma, el revés que vivió el ‘Plebiscito por la paz’, donde el 62% de los electores dio la espalda a la democracia y dejó en el ambiente, confusión y temor, al definir el ejercicio electoral por un margen de 53 mil votos, a favor del no. Sin embargo, el Eln dio el paso hacia la paz, ¿por qué? “Por un lado, resolvieron las diferencias sobre la liberación de secuestrados como gesto unilateral y de otro lado, la derrota del sí en el plebiscito siguió marcando las diferencias ente Uribe y Santos, y planteó la incertidumbre de quién ganará las elecciones en el 2018, lo que aceleró las negociaciones”, afirmó el analista político y columnista, León Valencia.
Para Gabriel Bustamante, sub director de participación de la Unidad de Víctimas a nivel nacional, la negociación que se avecina será un proceso complejo, pues, la guerrilla del Eln tiene una influencia de corrientes ideológicas como el cristianismo, el marxismo y la revolución cubana permeada por los pensamientos del Che Guevara. Es decir, son un grupo más ideológico que de confrontación, como lo fueron Las Farc.
No obstante, Bustamante siente que ellos pueden hacer un gran aporte a la paz de este país pues en los acuerdos estará inevitablemente, la defensa de los recursos naturales y el fortalecimiento de la democracia por medio de la participación ciudadana, pues, “el Eln ha hablado durante mucho tiempo de una gran convención nacional, donde se negocie con el pueblo y no con ellos”.
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