Año nuevo, alzas exageradas nuevas




2016 llegó con nuevos impuestos y un incremento en los productos de primera necesidad, hay que ajustar más el cinturón.

Vendedores aseguran que han disminuido las ventas. Foto Dairo Ortega/El Nuevo Liberal.

Siempre que termina un año se espera que el siguiente sea mejor, pero en esta ocasión el año nuevo llegó con alzas, impuestos y fenómenos naturales. El fuerte verano que va en aumento, el precio del dólar que supera los $3.000, el aumento en el costo de vida, el aumento en los impuestos, y el elevado precio de los productos de la canasta familiar son las principales preocupaciones de los colombianos.

Aterrizando el tema en el departamento del Cauca y en Popayán, la primera afectación que se ha sentido es el incremento en los productos como el arroz, el azúcar, papa, tomate, entre otros. La escasez del agua para siembra y riego de productos, lo seco de los terrenos y las plagas en algunos cultivos, han llevado a que los campesinos dejen de sembrar porque la producción bajo estas condiciones no es rentable.

“El incremento se ha notado más en el azúcar, en el maíz, el aceite. El azúcar se vendía a $1.100 o $1.200, ahora no se puede vender a menos de $1.400 por libra, porque estoy comprando a $124 mil el bulto. El aceite se daba a $4 mil, ahora toca venderlo a $4.300. La panela hoy la estamos vendiendo a $1.500 cuando se daba a $1.300 el kilo”, dijo Aida Nelly Robles, comerciante de la galería del Barrio Bolívar.

‘El Fenómeno de ‘El Niño’ hizo que se redujera la cantidad de productos disponibles en los mercados y que finalicen rápidamente las cosechas, a partir del segundo semestre de 2015. Cada vez son menos los productores y menos los terrenos que se están cultivando.

“La papa venía cara desde el año pasado, y hasta hoy se han mantenido los precios en relación al terminar el 2015, pero los precios siguen igual por las nubes. El fenómeno del niño, la escases, las plagas como el gusano blanco, han hecho que los productores no puedan cultivar en la misma medida. Por ejemplo, la papa parda está a $80 mil el bulto cuando estuvo a $30 mil, la papa suprema esta en $70 mil, la amarilla a $140 mil y la papa alcanzó a estar hasta 30 mil pesos el bulto en el primer periodo del año pasado, entonces siguen siendo precios muy altos”, dijo Javier Muñoz, papero del Barrio Bolívar.

“El arroz, los aceites, los huevos, el azúcar, la lenteja, el frijol, el azúcar se compraba a $117 mil, ahora está a $125 mil, el arroz subió entre mil y dos mil pesos la arroba, la lenteja está a 265 mil pesos y estaba a 180 mil pesos el bulto, el frijol está a $105 mil pesos cuanto estaba en 80 mil pesos el bulto, los huevos se vendían a $8.000 ahora lo vendemos a 9 mil pesos y a $300 por unidad. Las ventas han disminuido, la gente anda preguntado, voltean mucho para comprar y creen que es uno que les quiere vender más caro”, dijo María Celina Gómez, vendedora de la Galería La Esmeralda.

Todos los vendedores se han visto afectados, para algunos el incremento es más que para otros por el lugar de donde compran sus productos. “Se han incrementado todos los productos perecederos como son: la cebolleta, la cebolla, la zanahoria, el Ulluco, la papa parda, la papa yema de huevo, la libra de yema de huevo se vendía a $500 ahora a $1700, la cebolla se vendía la libra a $1.000 y $2.000 el kilo, ahora se vende a precio de kilo la libra, la cebolleta, de $1000 a $1300, el tomate a $800 ahora $2.300 el kilo. Las ventas se merman bastante”, dijo Fredy, vendedor de la galería La Esmeralda.

A todos les ha tocado subir el precio o disminuir la cantidad. “El tomate, dábamos 4 en dos mil pesos ahora se da un tomate en mil pesos o tres en dos mil pesos, la maracuyá se daban 5 en $2.000 ahora toca 4 en dos mil pesos, ya no se vende por docena, y el lulo se dan cuatro o tres lulos por dos mil”, concluyó Sandra Paola Quintano”, vendedora de la galería La Esmeralda.

Cada comerciante ya ha notado el incremento sea por libras, docenas o bultos; cada unidad de medida que usan para comerciar sus productos ha dejado ver que el panorama para los productos de primera necesidad no son los mejores y tiende a empeorar.