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JORGE ALONSO RUIZ MORALES
@kemistrye
Sí, pues hay parejas que a veces duran bastante, bien sea de casados, de novios o de amigos. No sé qué influye ahí, varios factores y todas las teorías sobre esto son bien recibidas. Suerte, aguante, no verse casi, obvio amor, comprensión, gustos afines, a veces precisamente gustos disímiles, trabajar en lo mismo, incluso trabajar en labores absolutamente diferentes; no hay fórmulas únicas ni perfectamente replicables, lo que aplica para mí puede no aplicar para el vecino.
La otra vez estaba en una rueda de prensa interesante pero con unos señores aburridorsísimos, una ropa muy aburridora (¡camisas!). Dentro de toda esta gente estaba un señor que luego elegirían como presidente de Colombia. Él dijo: “tal como decía Woody Allen, la principal causa del divorcio es el matrimonio”. En mi memoria, con mi música incidental interna de acid jazz, yo me decía a mí mismo: “oh, kemistry, eso no lo dijo Woody Allen, eso lo dijo Groucho Marx, el comediante”. Se había equivocado el presidente electo pero la frase es real: para divorciarnos el único requisito es estar casados, así como para enfermarnos el único requisito es estar sanos. Es fácil divorciarse y fácil enfermarse, por eso es de admirar las parejas que continúan juntas, claro, a pesar de todo, a pesar del uno aguantarse al otro.
También revisando más frases sobre el matrimonio, no citadas por políticos sino por crucigramistas, leí que el matrimonio es una cadena tan pesada que para llevarla hacen falta dos y a menudo tres. No lo sé, puede ser, puede que ese tercero que ayuda a llevar la cadena sea el hijo o los hijos, no piensen mal. Lo decía Alejandro Dumas. Hay aniversarios de seda, de cristal, de plata, de ébano y el que más tiempo representa es el de hueso (cien años). Los aniversarios de seda son los de 12 años y los de rubí son los de 40 años. Hay de todo: si llevan un año pueden celebrar las bodas de papel.
Habrá parejas que llevan mucho pero que no se quieren casar, otra que se casaron por lo civil y luego por lo católico, habrá otras de otras religiones, otras tendrán chamanes. El hecho es que hay amor por ahí, love is in the air, son lindos los matrimonios, yo lo definiría como, primero que todo, amar a alguien y segundo, lograr que ese alguien me quiera, me aguante el house progresivo a las 12 de la noche a todo volumen un día hábil, tolere mi pasividad y mi aversión a lo solemne, me aguante toda la lora que doy en Instagram con mis historias y aguante mis muecas y niñerías. Aguantar una ridiculez creciente, galopante. Pero bueno, eso da para hacer un libro aparte.
Por ahora quiero celebrar ese amor. Esas bodas de rubí de mis padres hoy. 40 años de estar casados ellos. Sí, ellos, don Poncho y la doctora Patricia.
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