- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Al estrado
- Clasificados
- Especiales
JORGE ELIÉCER ORTIZ FERNÁNDEZ
Tuve la oportunidad de conocer y entablar conversación con el Señor Andrés Felipe Arias, en épocas cuando en el año 2005 oficiaba como Presidente del Concejo Municipal de Popayán y el referido ocupaba la cartera del Ministerio de Agricultura.
En el ejercicio de la Presidencia edilicia, con los concejales de entonces y el secretario general, organizamos una agenda de trabajo que involucraba la participación de altos funcionarios del gobierno central, todo, para abordar temas de interés nacional que involucraba el desarrollo de la ciudad blanca y de nuestro departamento. Para esa oportunidad que tuvimos en el CAM al ex – ministro Arias, abordamos el tema de los Tratados de Libre Comercio, estrategia internacional, que desde la óptica política y económica generaba bulla y adeptos, lo que nos motivó a convocar a sectores sociales y políticos del departamento para que de viva voz escucharan los pros y contras de la medida gubernamental que buscaba abrir fronteras a los mercados, de manera especial, agrícolas. Desde ese momento seguimos de cerca el desempeño del ex ministro, que todo apuntaba a que sería el sucesor del ex presidente Álvaro Uribe. Virtudes las tenía, un gran conversador, inteligente y lo necesario en la época, el apoyo del presidente de turno.
Ahora, desprevenidamente uno se pregunta, ¿Cuál sería el propósito de dar el direccionamiento que finalmente se dio a un alto porcentaje de los subsidios del llamado programa Agro ingreso seguro?, esa sería una pregunta para trasladar al Señor Arias, máxime, cuando hemos sido testigo de los padecimientos, que no solo el, sino su familia con sus pequeños hijos, han tenido que soportar; es una situación, que ni al más caro enemigo se le puede desear. En verdad, genera pesar como un funcionario que tenía todas las posibilidades de dirigir los destinos del país, se ve derrumbado y con lágrimas rodando por sus mejillas, suplicando que tan solo le permitan ser testigo del crecimiento de sus hijos. Alto valor ha tenido que pagar el Señor Arias, solo por defender y trabajar para una vertiente del pensamiento político del país, ha estos extremos nos ha llevado la polarización, unos, defendiendo lo que el periodismo investigativo y la justicia colombiana evidencio, que fueron cerca de 72.500 millones de pesos entregados en calidad de “subsidios” a familias de un alto poder económico, tales como las familias Vives, Laucuture, Dávila, Dangond, Holguín Sardi y de Alirio Villamizar Afanador, en gracia de discusión y como material de investigación seria importante conocer que efectos en materia de desarrollo agrícola tuvo para el país estos recursos, ¿movió o no el PIB de la agricultura para Colombia?, otros, movidos por el fanatismo político y la morbosidad que corroe el alma, parecería que disfrutan con el mal ajeno de una persona que como un Colombiano normal tiene esposa, hijos, sueños que se convirtieron en pesadilla por una gestión administrativa, que hoy me atrevería a decir no le dejo recursos para sus cuentas bancarias, pero si el espejo para que muchos compatriotas que se interesan por la cosa pública, examinen sus actuaciones, se rodeen de personas probas con intereses que no sean diferentes a la de servir y por sobre todo a ser auténticos, no a emular líderes que esconden sus actuaciones en amigos que están dispuestos a sacrificarse a costa de su bienestar y el de la propia familia.
Comentarios recientes