SIGIFREDO TURGA ÁVILA
El Señor Jesucristo dejó este mensaje a la humanidad y lo entendemos como algo a ser aplicado en todas las circunstancias que hemos de enfrentar, ya sean avatares o alegrías, salud o enfermedad, escases o abundancia, fracasos o éxitos.
Reconocemos que es una obligación bajo la mirada de Cristo para los cristianos, sus hijos, hacer aplicación de este concejo, incluso en la actividad económica.
Hemos encontrado que Colanta, Cooperativa Láctea de Antioquia, la del “Colanta sabe más”, hoy la empresa lechera más grande de Colombia, es resultado de que sus empresarios fundadores se hayan conducido por el camino de la doctrina Social de la Iglesia en la que el “Amaos los unos a los otros” se plasma perfectamente en un accionar económico y empresarial comunitario y solidario.
Deviene Colanta en sus primeras épocas con situaciones muy difíciles y precarias, incluso de tener que soportar sus propios asociados injustas persecuciones económicas, como fruto de del irrespeto hacia quienes deciden practicar solidaridad económica, por ignorancia y mezquindad de quienes solo buscan lucrarse, aprovechándose de la necesidad de otros.
Al practicar las enseñanzas de Jesús, hoy Colanta es uno de los ejemplos que nos confirman que, la economía al practicarla en solidaridad sí garantiza bienestar y mejor atención a nuestras necesidades básicas.
Algo mucho más impactante y extraño es lo que ocurrió con los países del norte europeo, que a comienzos del siglo 20 se caracterizaban por ser los más miserables y atrasados de Europa para que, a finales del mismo siglo 20, como a todos consta, sean hoy, prácticamente el conjunto de países más desarrollado del mundo. La clave de esto tan contundente está en que allí practicaron y practican economía comunitaria y solidaria.
Esos países eludieron siempre el Armaos los unos contra los otros, y el Odiaos los unos a los otros que aplicaron otros países de Europa en la primera y segunda guerras mundiales.
Mientras los otros destruían sus economías, en Europa del Norte decidieron hacer camino para convertirse en el mejor ejemplo de la economía eficiente y efectiva, construida atendiendo con solidaridad los intereses de la comunidad. Economía del amor.
Por lo mismo y sin dudarlo un instante, llevamos ya muchos años explicándole a los Alcaldes y Concejos Municipales de Popayán para que reconozcan y fortalezcan la identidad y voluntad comunitaria, y con ayuda, esfuerzo y voluntad de la propia comunidad payanesa, optimicemos la atención de nuestras necesidades básicas, comunes a todos, como lo son los servicios públicos.
Hemos felicitado al Concejo Municipal y hoy extendemos nuestra admiración al señor Alcalde por promover el mejoramiento en la capacidad accionaria del Municipio para operar el Alumbrado Público.
El sector económico solidario del Cauca considera que necesariamente, a esa decisión debe sumársele el reconocimiento a la comunidad de sus derechos constitucionales especiales y prioritarios, otorgados en los artículos 38. 58, 313 numeral 6, 333, 336 numeral 7º y 365 de la Constitución del año 1991. También en La Ley 142 de 1994, Artículo 15, numerales 15.3 y 15.4 junto con la Sentencia C-741/03 el 28 de agosto de 2.003. En la Ley 454 de 1998, artículo 6º, parágrafo 2º y el artículo 3º. En el Artículo 2º de la Ley 79 de 1988, y el Artículo 4º de la de la misma, entre otras disposiciones.
Dichas normas, se orientan a que, cuando el Estado enajene un bien, las entidades asociativas o comunitarias tienen la primera opción para adquirirlo y cuando una comunidad desea operar para sí un servicio, es prioritario autorizarle dicha labor antes que a otros. Queremos una audiencia con el Concejo para compartir el tema.