Agustinianas le cumplieron al ‘Chicle Challenge’
Alrededor de 2.500 chicles fueron despegados del piso en el parque de Caldas en la mañana de este viernes.
Con guantes, espátula, y bolsas las estudiantes del colegio San Agustín y empleados de ServiAseo SA ESP, recogieron los chicles arrojados en el parque de Caldas. / Fotos Alexander Paloma-El Nuevo Liberal.
‘Chicle Challenge’ fue la actividad promovida por ServiAseo SA ESP y que protagonizaron este viernes en el parque de Caldas estudiantes de la institución educativa San Agustín. Consistió en limpiar parte de este lugar de las gomas de mascar arrojadas al suelo.
Alexander Vallejo, coordinador de relaciones con la comunidad de la empresa de aseo explicó que el chicle que se desecha en las calles de Popayán impacta la estética de la ciudad, como por ejemplo el piso del parque Caldas “estos chicles forman una mancha fea en el suelo de este lugar turístico y emblemático”.
De acuerdo con el funcionario, las aves que están en este parque o en otro sitio, pueden comerse las gomas del suelo y morir. Asimismo, las personas tienen la costumbre de pegar los chicles en diferentes lugares como mesas, asientos o postes. “La idea es recogerlos, pesarlos como se hizo en diferentes ciudades del país y enviar un mensaje de reflexión a la comunidad que disfrute los chicles pero le den una debida disposición en las cestas de basura ubicadas en distintos puntos de Popayán, de modo que no hay excusa para tirarlos al suelo”.
Edna Lucia Manzano Fernández, estudiante de grado 11, le dijo a esta redacción que el ‘Chicle Challenge’ es un logro porque desde el colegio San Agustín “nos han enseñado a reciclar y reutilizar, entonces siempre nos han incentivado a ayudar al medio ambiente. No sabía que había tantos chicles pegados en el parque y ahora nos damos cuenta como contaminamos”.
La estudiante rescató de la jornada que se ayuda a que las palomas que viven en los alrededores del parque no se les afecte su sistema digestivo. De igual manera, que el desafío ayuda a enviar un mensaje de cultura ciudadana para que la gente no bote el chicle en cualquier lugar y más cuando el sector histórico es parte importante en el turismo de Popayán.
¿Sabía usted que un chicle arrojado es un foco de infección y riesgo para la salud de la población ya que puede albergar entre 50 y 70 mil bacterias?
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