Agua Tibia, el predio que los indígenas ha ‘invadido’ reclamando como su territorio

Indígenas Kokonucos han realizado en varias oportunidades tomas a la propiedad de la Empresa Turística Agua Tibia en el municipio de Puracé. En esta semana la Policía Metropolitana hizo un operativo de desalojo, sin embargo administradores del parador dicen que las comunidades siguen ahí.

Por: Anyie Gabriela Guerrero Riaño

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Según el director comercial del sitio turístico Agua Tibia, la vía que conduce a esta zona aún está en manos de la comunidad, por lo que señaló que el operativo realizado por la policía no se ha materializado, puesto que el control de la vía sigue siendo de los indígenas y no de la fuerza pública. /Fotografía: El Nuevo Liberal

“Varios líderes y exgobernadores del resguardo han pretendido por las vías de hecho tomarse un importante lugar turístico, generando un impacto negativo a la empresa y a la región; propiedad que desde, aproximadamente, 1956 ha estado en manos de la Empresa Turística Agua Tibia”, dicen los administradores y dueños del complejo acuático.

El problema empezó a crecer a partir del año 1997, desde ese momento se vienen presentando frecuentes tomas por parte de la población indígena y la búsqueda incansable para recuperar el territorio que ellos denominan ancestral. En el año 2013, realizaron una toma que fue levantada gracias a la intervención de las autoridades de gobierno, tres años después, en el 2016 la comunidad indígena y el Gobierno Nacional firmaron un acuerdo donde se pactaba la recuperación de una parte del terreno de la finca Agua Tibia.

Luego de un bloqueo, el Ministro Irragori, aseguró en su momento que iniciarían el proceso de negociación con el propietario del predio, sin embargo, lo que se firmó no se ha cumplido y esto ha generado que los indígenas sigan realizando bloqueos en la vía que conduce al sitio turístico.

El gerente comercial de la empresa, Juan Diego Angulo, en varias oportunidades ha solicitado a la comunidad indígena que no se realicen estos bloqueos, pues generan caos para los visitantes y resta oportunidad para el desarrollo del turismo de la región. Adicional, la empresa argumenta la tenencia de los predios, exigiendo el respeto a la propiedad privada. Razón por la cual, han solicitado a las autoridades del departamento la protección necesaria para evitar más invasiones, debido a las pretensiones por parte de los indígenas kokonucos argumentando que deben recuperar la madre tierra.

En el mes de abril del presente año, se presentó un nuevo bloqueo por parte de la guardia indígena, reiterando el llamado al Gobierno Nacional para recuperar su anhelado territorio que hace parte de su tradición y cultura.

Evidentemente, estos constantes bloqueos, que para los indígenas son asambleas permanentes de liberación de la madre tierra, según ha explicado constantemente  el dueño del lugar, han dejado serias pérdidas para su economía y para el turismo de Puracé en general.

Lucha indígena por el territorio

La sobrevivencia de los pueblos indígenas en Colombia, ha estado enmarcada en una lucha permanente y constante por el territorio ancestral de sus mayores, signando a lo largo de nuestra historia colonial y republicana, una historia de resistencia por la supervivencia en contra del despojo y por la reivindicación de valores ancestrales propios de una construcción social, así como una cultura de resistencia a través de una cosmovisión propia y autentica que no ha podido ser avasallada.

Las razones, motivaciones e intereses que subyacen al conflicto actual que libran los pueblos indígenas por la recuperación de sus territorios ancestrales, y por ampliar las extensión de sus resguardos, puede entenderse también en sus raíces como un conflicto de fundamentos étnicos que se entrecruza con otras conflictividades sociales por el derecho a democratizar el acceso a la tierra.

En el Cauca, como en gran parte del territorio nacional, los pueblos indígenas han sido forzados a emigrar hacia las partes altas de las montañas, huyéndole a la violencia que contra ellos históricamente y desde la colonia, se ha ejercido, situación que obviamente tuvo como objetivo fundamental la expropiación violenta de sus territorios.

Hoy, estos pueblos indígenas luchan por salir del confinamiento buscando las zonas bajas mediante acciones que ellos llaman “recuperación de sus territorios ancestrales para garantizar la seguridad alimentaria de las generaciones venideras”. En esa lucha deben enfrentar la oposición del gran propietario de la tierra, y de grupos armados ilegales que han librado una guerra afectando y victimizando a sus comunidades, aunando esfuerzos entre los movimientos indígena, campesino y afrodescendiente.

Este proceso en el departamento del Cauca, data desde los años 70 cuando de manera articulada indígenas y afrodescendientes lograron avanzar al predio de López Adentro en 1984. Posteriormente indígenas y campesinos continuarían su lucha por recuperar el territorio de la hacienda la Emperatriz en el municipio de Caloto, iniciado desde el 2005.

No hay duda que se trata de un complejo proceso de articulación regional que aún continúa su marcha. Donde la población indígena, argumentando bajo su cultura y tradición de la cosmogonía atribuyen un valor importante a la tierra. Un lugar de conexión con sus antepasados que tiene que permanecer en óptimas condiciones y debe ser utilizado para trasmitir su cultura y tradiciones de generación en generación.

Finalmente, para lograr un acuerdo que beneficie a las partes las autoridades deben intervenir sin desconocer ni el factor de respeto a la propiedad privada, ni los contenidos de la constitución de 1991. Siendo fundamental el respeto por la preservación de la cultura y la tradición y el aporte al desarrollo económico de la región caucana. Por otra parte, el Gobierno Nacional deberá entrar a revisar lo pactado para que el incumplimiento no genere mayor caos en la comunidad de Puracé.




De otro lado, y aunque no fue posible dialogar directamente con las autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), se conoció que estas comunidades siguen a la espera de la devolución de estos terrenos ancestrales, ubicados en Coconuco, municipio de Puracé; al oriente del departamento del Cauca.

Desde hace varios años, la lucha por recuperar el territorio es ardua. Aún no se logra concretar el compromiso gubernamental con los indígenas, el cual se trataba de garantizar que el propietario del predio ofertará al gobierno las hectáreas del terreno sagrado para que se las reintegraran a la comunidad de los Kokonucos.

Aún no se ha establecido una oferta, y el gobierno ha calificado que la invasión es un hecho de abuso por parte de los indígenas que no respetan la propiedad privada, mientras se da solución al problema.

Por otra parte, los propietarios –la familia Angulo- del terreno donde funciona el sitio turístico Agua Tibia, aseguraron que el total de las hectáreas son 86.6, de las cuales 32 son para turismo. Destinadas para el disfrute de las aguas termales medicinales y de relajación para cientos de ciudadanos que visitan frecuentemente este lugar, adicional los paisajes y la gastronomía hacen de este lugar un sitio para cautivar a los visitantes, factor que ha generado grandes aportes económicos para el desarrollo del territorio.

Mientras tanto siguen las invasiones, los bloqueos y el malestar de la comunidad turística que al llegar al territorio encuentra a los indígenas protestando por el terreno. Finalmente, es de aclarar que aunque por diversos medios, este diario intentó comunicarse con líderes del Cric y del Resguardo Kokonuco, hasta el cierre de esta edición no se pronunciaron ni respondieron a los llamados de este medio.