EDUARDO NATES LÓPEZ
Es comprensible que, ante la avalancha de informaciones respecto a la vacunación contra el Covid 19, y la extremadamente crítica situación que estamos atravesando, muchos compatriotas estén exigiendo claridad y contundencia.
Tratando de informarme para escribir esta columna encontré el documento “Plan Nacional de Vacunación contra el Covid19” que el Ministerio de Salud; el Departamento Nacional de Planeación; el Ministerio de Hacienda y el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud, han preparado ejecutar la campaña. Aunque es entendible que los establecimientos mencionados y sus asesores, se tomen un tiempo para analizar la situación que a diciembre pasado ya va con más de 76 millones de casos y 1,7 millones de muertos en el mundo, aquí toca apretar la marcha pues en Colombia el panorama es aterrador por la reconocida indisciplina nuestra. Ayer había más de 1,8 millones de casos positivos y cerca de 47.000 muertos. Y falta sumar los efectos de vacaciones y fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Todo plan de salud frente a una pandemia, en cualquier parte del mundo, tiene un componente matemático fundamental: La Estadística. Pero la “ciencia” de la vacunación, involucra componentes tan importantes como: Oportunidad, que es la estrategia frente a la velocidad de contagio y la mortalidad; Efectividad, que se mide poblacionalmente y en casos reales; En este tema el gobierno está obligado a ser más claro. El tema no es de semántica, es sobre la vida. Por ello sin más eufemismos debe informar si firmó o no los contratos de compra, y eso va más allá de los comunicados de prensa de los laboratorios fabricantes.
El objetivo primordial es llegar al tan mencionado concepto de “Inmunidad de Rebaño” (IR) y a la “Proporción Crítica de Vacunados”. La IR es una “situación en la que suficientes individuos de una población adquieren inmunidad contra una
infección (por vacunación o por haber tenido la enfermedad). En caso de un brote, al aumentar el número de individuos inmunes, disminuye la probabilidad de contacto entre uno susceptible y uno infectado, hasta que llega el momento en que se bloquea la transmisión.” Por supuesto alcanzar el manejo de estas complejidades científico-matemáticas es un logro al que no se llega “por Decreto.” Pero ya debería estar definida la fecha para empezar a vacunar. Varios países -algunos vecinos parecidos a nosotros- ya comenzaron. Por ejemplo, China aprobó tres vacunas y ya las están aplicando en Pakistán, Brasil, Filipinas y México – más económica que la de Moderna que vale 70 dólares por tratamiento-.
La comisión planificadora de la vacunación ha estudiado diversas posibilidades. Entre las plataformas usadas en las vacunas que van más avanzadas se encuentran: Virus inactivados; Virus atenuados; Proteínas víricas, ácidos nucleicos (ADN y ARN) y vectores virales. Han recomendado entre otras la de Pfizer porque “utiliza partes del RNA del virus (información genética) que se introducen en células de cultivo que producen las proteínas específicas del virus. Estas, al inocularse, despiertan una respuesta inmune. Por ser fragmentos del virus, son más seguras. También analizaron las consideraciones contempladas en los planes de inmunización de países como: Reino Unido, Francia, Estados Unidos, México y Perú. Aplicando fórmulas estadísticas determinaron varios parámetros básicos para Colombia, como: Población total estimada: 51’049.498 de habitantes; Población de Alto Riesgo: 28,18%; Mortalidad mensual: 3.000 personas; Porcentaje de personas a vacunar para adquirir IR: 67% (que se aproximó al 70%). El número de colombianos a vacunar es, entonces: 35’734.649. De estos, tendrán prioridad 14 millones. Inicialmente se manejarán 5 etapas: 1) Los mayores de 80 años y los trabajadores de la salud de primera línea. 2) Mayores de 60 y el resto de personal médico. 3) Menores de 60, con comorbilidades. 4) Cuidadores institucionales y población con actividades de riesgo. 5) Todos los demás.
El reto es muy grande, y Colombia no es neófito en campañas de vacunación. Hemos llegado a aplicar hasta 30 millones de vacunas al año y a atender hasta 100.000 niños diarios. ¡No hay espacio para la indecisión! ¡Tampoco para ataques de la politiquería! ¡Hay que creer en los avances de la ciencia! Toca escoger entre el riesgo de la vacuna o el riesgo de la enfermedad. Pero la pregunta es: Presidente Duque: ¿Y nosotros, pa’ cuando?