2019: el año del Cascabel.

POR: JUAN CARLOS LÓPEZ CASTRILLÓN

Cuenta una fábula de Lope de Vega que en determinado momento se reunieron los ratones en magna asamblea. Estaban cansados y agobiados por la voracidad del gato de la casa, el cual jugaba con ellos y luego los engullía, de uno en uno, sin misericordia alguna.

Se escucharon muchas voces de protesta y angustia en la búsqueda de una solución. De pronto vino una joven intervención: -“está claro que se necesita un cambio, no podemos dejar que nos sigan devorando”, dijo un simpático roedor, y prosiguió: -“propongo una nueva idea, ¡que le pongamos un buen cascabel al gato y de esa forma, cada vez que se acerque sigiloso oiremos el tintineo y podremos escondernos!”

Hubo hilaridad y alborozo, la asamblea aprobó con entusiasmo la proposición.

Entonces pidió la palabra un viejo ratón y dijo: -“me parece muy buena la decisión, ahora escojamos quién le pone el cascabel al gato”. La asamblea se deshizo.

El gato los siguió cazando a uno por uno.

Algo similar pasa en la política. De vez en cuando la gente se reúne, declara su inconformidad por lo que pasa a su alrededor. Identifican al gato. Logran organizarse para participar en un proceso que transforme las cosas y hasta ganan las elecciones. Pero luego todo sigue igual o empeora ¿Por qué?

La respuesta es que no basta tan solo con identificar la solución teórica. Hay muchos cascabeles para  gatos llenos que están durmiendo, pero el acierto es escoger a quién efectivamente se lo pueda poner; dicho de otra forma: escoger a quién ejecute las ideas.

Recuerden que “el universo premia la acción, no el pensamiento”.

Por eso, al terminarse este año y hacer los propósitos de siempre para el 2019, un año electoral, donde de nuevo tendremos la oportunidad de no equivocarnos, deberíamos hacer un pequeño ejercicio y reflexionar si hemos acertado o hemos fallado en el inmediato pasado en la escogencia de los que ponen el cascabel, de los que nos representan, de los que tienen que hacer las tareas en beneficio  de la comunidad.

Se trata de efectuar una selección que nos afecta directamente.

Así las cosas, en este escrito la fábula se transforma y cada uno de nosotros puede interpretarse – en el buen uso de la palabra – con los ratones, y el gato es la acción de gobernar.

Entonces,  declaremos este 31 de diciembre que el año que viene va a ser el año del cascabel, el año en que enderecemos – término muy de moda – la ruta del país y muchos municipios y departamentos, en particular de Popayán y del Cauca.

Posdata: en el símil de esta fábula con la política podemos concluir que en realidad, en materia de elecciones, todos le ponemos el cascabel al gato; como en Fuenteovejuna (otra obra célebre de Lope de Vega): ¡Todos a una! A pensar entonces bien – desde ahora – a quiénes les entregaremos nuestra ciudad y nuestro departamento.