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Por: María Alexandra Méndez Valencia
En la escuela primaria todos aprendimos que Cristóbal Colón, era un marino genovés que descubrió América en 1492, aunque ese descubrimiento fue en verdad “accidental”. Empero, con todo lo que hoy sabe no queda más que expresar que el descubrimiento del nuevo mundo por Colón es un mito, pues está comprobado por arqueólogos, antropólogos e historiadores y demás estudiosos que otros vinieron primero que él. Es decir, que literalmente no fue un descubrimiento, pues cuando llegó Colón ya había gente habitando el “nuevo Continente”, descendiente de los polinesios y otros grupos asiáticos que habían arribado a América muchos años antes que el famoso navegante. Otros investigadores afirman que los Vikingos también se le adelantaron al Almirante.
En la Europa renacentista se conocía el mundo a excepción del continente americano. En todos los mapas de esa época aparecían además de Europa, Asia y África, pero no se conocía América. Entonces, se podría decir que al llegar Colón, el mundo occidental descubrió América.
Europa era el corazón del “mundo desarrollado”, y este fue el acontecimiento que integró a nuestro continente al mundo desarrollado con sus pros y sus contras. Para España y el resto del mundo conocido en esos tiempos, si fue un descubrimiento en el sentido estricto de la palabra.
Inicios de investigaciones
Un grupo de científicos está intentando demostrar que el lugar de nacimiento y el oficio al que se dedicaba el navegante, pudieron ser distintos a los establecidos hasta ahora. Ese fue el desafío que aceptaron los expertos del Laboratorio de Genética Forense de la Universidad de Granada, España, liderados por el Doctor José Antonio Lorente.
El trabajo de éste científico y su equipo comenzó en 2003, una vez de localizaron los restos de Colón, parte de los cuales estaban enterrados en la Catedral de Sevilla y los restantes están en República Dominicana. Además de los restos del Almirante, se estudiaron los de sus dos hermanos Bartolomeo (Bartolomé) y Giacomo (Llamado Diego en España) y de su hijo menor Hernando. Su hijo mayor también se llamó Diego.
Los hermanos de Colón
El origen de Cristóbal Colón siempre ha sido un misterio, propiciado por él y su familia, incluso aquello que se creía seguro, parece que no lo es tanto, un ejemplo de ello serían sus hermanos Bartolomé y Giacomo (Diego), siempre se dio por seguro que Diego era el menor de los tres hermanos, y puede que no sea así, según lo demuestran los estudios de otro investigador que hace parte del equipo: el Doctor Miguel Botella, profesor del área de Antropología Física y Director del Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada, quien tras haber realizado las identificaciones antropológicas de personajes históricos relevantes como el Infante Don Sancho de Castilla, el Príncipe de Viana, San Juan de Dios y San Juan Grande, se basó en primera instancia en los “Pleitos Colombinos, Probanzas 1512 – 1515”, en los que se lee: “preguntado por las preguntas generales dijo que puede a ver cincuencuentta años e más e ques tío del dicho señor Almirante”, se refería a Diego Colón hijo primogénito del descubridor!!.
Según estos datos, Bartolomé Colón nació en 1462 y murió en Valladolid en 1514 indica que vivió unos 52 ó 53 años. Por tanto, Bartolomé y no Diego sería el hermano menor de Cristóbal Colón.
Con tantas dudas e incógnitas que hay en la vida del navegante, las pruebas aportadas por el ADN y las antropológicas son irrefutables, para el efecto, se efectuaron diversos análisis de ADN comparando los restos óseos de Colón con los de su hermano Giacomo (Diego), enterrado en la Cartuja.
El 25 de mayo de 2005 el conservador del Museo Pickman, Carlos Bayarri, recogía los restos de Diego de Colón después de concluir los estudios de autenticación de los mismos. De dichos estudios llevados a cabo por el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada (UGR), se desprende que Diego Colón (1455 – 1515), estaba muy enfermo, en unas condiciones físicas lamentables que posiblemente le impidieron acompañar a su hermano el Almirante en su último viaje en 1502, para explorar Cuba, Honduras, Costa Rica, Panamá y Jamaica.
La salud de Diego se quebrantó siendo éste todavía un hombre joven, debido a la osteoporosis grave que padecía, así como a unas artrosis y artritis avanzadas, esta última le “anquilosó la mano derecha, por lo que tenía soldados los huesos de dicha articulación”, según concluyeron los expertos.
Los restos de Diego no estaban completos, pues falta el cráneo y la mandíbula que se extraviaron en los años 50 del siglo XX cuando fueron llevados a Madrid para realizar otro estudio.
Los restos del navegante
Las investigaciones para confirmar que en la tumba de Sevilla se hallan los restos del Almirante dieron resultado positivo al ser comparado el ADN de los mismos con el procedente de los restos autentificados de Diego Colón. En cuanto a los de Cristóbal que están en América, no se han podido verificar las pruebas por diferentes problemas. Se cree que la tumba de Santo Domingo contenga restos auténticos de Colón, por cuanto los del mausoleo sevillano son muy escasos.
El Doctor Lorente reveló las conclusiones de el análisis comparativo del ADN mitocondrial:
“Los huesos tienen exactamente una antigüedad de 6002 meses, es decir 500 años. Al comparar la secuencia de ADN con la de los restos de Giacomo (Diego), hermano del Almirante, la conclusión no ofrece la menor duda son hijos de la misma madre y por tanto, la sepultura de Sevilla es auténtica”.
El hijo de Colón
Por comparación del cromosoma “Y” de Hernando, hijo de Colón, se concluye que su ADN es idéntico al del descubridor. No obstante, estos estudios “no permiten diferenciar los orígenes de Cristóbal Colón, tras haber llegado a un punto donde se emplearon al máximo los procedimientos científicos más avanzados que había.
Es decir que los marcadores usados en ese momento (STRs y SNPs), empleados y validados por la comunidad científica internacional “no tenían la capacidad de encuadrar a Colón dentro de un marco geográfico determinado”.
Lorente también recalcó que la cantidad de ADN extraída de los restos de Hernando y de Cristóbal Colón es muy limitada. Éste dijo además que es responsabilidad de los investigadores usarla en los análisis “solo cuando haya garantías científicas de éxito con técnicas aceptadas universalmente”.
Análisis de los restos de tres individuos
Una concienzuda investigación donde se analizaron los restos de Cristóbal Colón, su hijo Hernando y su hermano Giacomo (Diego) ha llevado a concluir que en el genoma existe un ADN nuclear heredado del padre y de la madre al 50%, diferente en cada ser vivo. Además, el ser humano tiene un ADN mitocondrial, idéntico al de la madre. Es decir, que en el caso de Cristóbal y Diego hubo una identidad absoluta, lo cual es propio de la relación maternofilial, es decir de dos hermanos, afirmó Lorente.
El estudio de los huesos de Cristóbal Colón y de su hermano Giacomo (Diego), fue peor del esperado por el tiempo transcurrido, los distintos viajes del féretro de Colón, la humedad del suelo y la poca cantidad de material óseo encontrado en la tumba de la catedral hispalense. Los restos de Diego, debido a las filtraciones de agua se encontraban muy deteriorados. Este estudio se complementó con análisis antropológicos y edafológicos adelantados por el equipo del Doctor Botella que evidenció que los huesos del navegante fueron descarnados en Valladolid, lugar de su fallecimiento, antes de trasladarlos a Sevilla. Asimismo, esta parte de la investigación apunta a las características fisonómicas y la edad de Colón, quien9 en el momento de su muerte a causa de una insuficiencia cardíaca, pudo tener entre 50 y 70 años de edad, de estatura y tamaño medios.
Cromosoma “Y”
El equipo del profesor Lorente se dio a la tarea de resolver el enigma sobre el origen de Colón, basándose nuevo en la identificación genética. En este caso, utilizando otro elemento importante en la dotación genética, el cromosoma “Y”, que caracteriza al ser humano como varón y es idéntico al del padre. Este cromosoma “Y”, junto con el ADN nuclear y el mitocondrial, constituyen los soportes fundamentales para establecer relaciones de parentesco entre los sujetos con apellidos Colom, Colombo, Colón e incluso Colonne y con antecedentes generacionales de haber habitado en las ciudades regiones y países donde pudo nacer el navegante: Génova, Liguria, Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Francia y Portugal. En total se recolectaron 350 muestras de saliva en 2006, ofrecidas voluntariamente que fueron analizadas. En 2010 se recogieron otras 477 muestras de ADN del cromosoma “Y” de posibles descendientes de Colón en Cataluña, Valencia, Baleares, Francia e Italia. La finalidad era conocer la variabilidad genética y características de los STRs y SNPs del cromosoma “Y” de las personas con estos apellidos en esas áreas y deducir la relación que pudieran tener con las STRs y SNPs de los restos de Colón y de su hijo Hernando. Después se dieron a la tarea de agrupar los ADN según zonas geográficas. Por ejemplo, si se cuenta con un ADN muy poco común que coincida con muestras de individuos italianos, el origen de Colón estará esclarecido. Por el contrario, si el ADN de Colón es común y coincide con el de gentes de Cataluña e Italia, el enigma continuará.
Pese a todos los esfuerzos, no había sido posible concluir los trabajos porque hace unos años no había técnicas genéticas capaces de encuadrar a Cristóbal Colón dentro de un marco geográfico determinado. Para lograrlo, se requería concluir los trabajos porque faltaban técnicas genéticas capaces de analizar el ADN del cromosoma “Y” de hace cinco siglos. Por esa razón, fue necesario desarrollar dos nuevos tipos de marcadores SNPs de cromosoma que permitan mayor individualización y mini STRs para el uso en muestras degradadas y de bajo número de copias(LCN), por cuanto solo desde finales de 2016 se disponen de las tecnologías adecuadas para establecer su procedencia.
El origen de Colón genera un verdadero misterio a su alrededor ya que hay distintas tesis, como la relativa a su origen mallorquín, gallego, alcardeño (Guadalajara) e incluso dos más sobre su procedencia portuguesa y su vinculación a la familia real lusa. Todas estas además de la teoría italiana.
Ante esto, Lorente ha explicado que han estado estudiando las muestras de ADN a lo largo de este año 2018, para intentar establecer algún dato que pueda confirmar de manera definitiva alguna de las diferentes hipótesis que hay sobre su origen.
El científico explica que en todas las teorías se tienen muestras con las que hacer una comparación directa. Finalmente señaló, si ninguna de estas teorías coincide con los restos de Colón, prevalecería la italiana, aunque ha recordado que en Italia no hay restos de familiares directos de éste, a los que recurrir para hacer el cotejo.
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