Un triunfo categórico

EDUARDO NATESEDUARDO NATES

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Imposible no referirse al proceso electoral que concluyó el domingo pasado con los resultados conocidos y del que estuvimos por demás pendientes, no solo quienes tenemos especial interés en estos procesos políticos regionales y locales, sino la ciudadanía en general dados los particulares ribetes que adquirió la elección de alcalde de Popayán, por diferentes razones adicionales a las normales. Una de ellas la presencia agobiante en el debate local del Presidente del Senado de la República, quien asumió un enorme protagonismo que él mismo, por una parte, se arrogó, y por otra, el que su hermana, la candidata, le adjudicó, dentro de los argumentos de fondo de su campaña.

La votación total para alcaldía fue de 126,555 votos, frente a 109,879 de la elección anterior. Es decir, creció en el 15.2% lo cual, para un proceso con 2 candidatos mayoritarios y uno muy poco conocido que no llegó a 3,000 votos es llamativo. Al fin y al cabo en la elección del 30 de octubre de 2011, hubo 7 candidatos, lo que hace suponer que el arrastre de votantes podría haber sido cuantioso en ese momento. No deja de llamar la atención que los votos en blanco en el proceso de 2011 fueron 5,990 y el domingo pasado fueron 8,009, es decir un incremento del 33.7%. Si el potencial de votantes creció el 13,2% y la votación creció el 15,2% podríamos decir que hubo un leve crecimiento en el interés por expresarse electoralmente, así fuese votando en blanco, lo cual es un síntoma positivo en términos democráticos, pues nada sería más conveniente para una democracia sana que se contara con una alta participación en los procesos electorales, especialmente en términos de alejar la corrupción y la compra de votos y conciencias en las elecciones, tema que, al contrario, cada vez ocurre más descaradamente, en ese odioso propósito de adueñarse del poder a cualquier costo.

Tranquilizante, eso sí, para el alcalde electo, saber que obtuvo un triunfo categórico e indiscutible. Contabilizados los resultados del 100% de las mesas instaladas, haber recogido 69,787 votos, frente a 38,916 de su contrincante y 2,990 del tercer candidato es haber obtenido un respaldo ciudadano verdaderamente amplio y generoso, lo cual, desde otro punto de vista lo compromete a profundidad no solo con quienes creemos en su capacidad y su responsabilidad, sino mucho más con los ciudadanos que no votaron por él y de quienes en su alocución en el momento del triunfo se expresó con gran gallardía y cordialidad. Su talante indica que siempre tendrá claro que es el alcalde de toda la ciudadanía.

No es secreto que a su alrededor llegaron otras figuras políticas del pasado y del presente que también creyeron en su propuesta de gobierno. Su acompañamiento fue por demás importante y le dio solidez a la campaña, precisamente por esa variedad de colores y pensamientos políticos coincidiendo unánimes en el candidato, pero al mismo tiempo significa que nadie diferente a Cesar Cristian Gómez Castro, puede adjudicarse el triunfo o sentirse el motivo de este. Y más aún, redunda en una enorme libertad política para el alcalde, pues puede conformar con suma independencia un gabinete y un equipo de colaboradores que no esté “parcelado” por dependencias o grupos y que responda directamente a él y no al respectivo “jefe político” de cada uno, como ha venido siendo costumbre inveterada, por demás desagradable e inconveniente para una gestión eficiente.

Paralelamente contará con un Concejo Municipal que en buena medida fue renovado y que necesariamente tiene que asumir una responsabilidad concordante con la que el pueblo le dio al alcalde. Sin revanchismos y trapisondas de partidismos en decadencia. Las mayorías que se vuelven decisivas tendrán que girar alrededor de propósitos ciudadanos y de proyectos convenientes para la ciudadanía en términos generales. En eso, los ciudadanos del común (o de a pie, como dice el término que está de moda) tendremos que ser juiciosos vigilantes. En Eso no hemos sido persistentes.

Coletilla: A propósito de lo anterior, mucha falta va a hacer en ese Concejo la doctora María Cecilia Baldrich Paredes. Para ella un gran abrazo y la gratitud de la ciudad.