Un homenaje a la memoria colectiva
En la gráfica, el grupo de danzas ‘Semillas de San Miguel’ conformado por jovencitos de La Balsa. / Fotos suministradas – El Nuevo Liberal.
‘La Balsa un Territorio de Resiliencia’, es el nombre del documental que se presentó el pasado 13 de marzo en el corregimiento La Balsa, Municipio de Buenos Aires, un producto audiovisual que muestra la expresión del dolor y la guerra en Colombia, pero también de la sanación, los procesos de memoria colectiva y la fuerza de superación por parte de estas comunidades.
El lanzamiento del documental se llevó a cabo en el Polideportivo de La Balsa, en el marco del proyecto ‘Educación de riesgos por Minas Antipersonal, Municiones sin Explosionar, y Artefactos Explosivos Improvisados, en contextos de emergencia en Cauca’ financiado por Diakonie Katastrophenhilfe e implementado por la Fundación Tierra de Paz.
En este espacio, del que participaron miembros del Consejo Comunitario Cerro Teta, estudiantes de la institución educativa la Balsa, funcionarios de las instituciones públicas municipales de Buenos Aires, grupo de adultos mayores del corregimiento y la comunidad en general, contó con intervenciones musicales y dancísticas autóctonas del corregimiento.
Estudiantes de la Institución Valentín Carabalí que participaron activamente del evento cultural durante la presentación del documental.
En el año 2019, la Fundación Tierra de Paz tuvo un acercamiento con la población de la Balsa y los procesos de Memoria Colectiva que viene desarrollando la comunidad. A raíz de esta experiencia surgió la iniciativa de expresar con un documental la huella del conflicto armado que desangró durante años el territorio y los procesos de resiliencia que desarrolla la población por medio de la tradición, el arte y la cultura.
El territorio de La Balsa, entre los años 1999 y 2006, fue convertido por los paramilitares en eje de operaciones y en un epicentro del terror, donde se cometieron desapariciones forzadas, asesinatos, torturas, violaciones, actos de violencia y sometimiento que impedían a la comunidad movilizarse tranquilamente dentro del mismo. Una comunidad que creció pescando y navegando, presenció cómo al río Cauca se arrojaban los cuerpos de las víctimas, lo que llegó a hacerse a plena luz del día. No podían decir ni hacer nada, les estaba prohibido sacar los cadáveres del río, el cual hoy es considerado sujeto de derechos.
La cultura tiene un papel importante en la resiliencia desarrollada por esta comunidad que, a través, de ceremonias ancestrales, rituales, bailes tradicionales como la Juga, y canciones compuestas por sus sabias cantaoras, hicieron resistencia, e iniciaron un proceso de recuperación cultural para sanarse individual y colectivamente, realizando también actos de sanación del río Cauca, lo que ha permitido fortalecer sus vínculos comunitarios, e ir superando esos años de dolor, volviendo a bañarse en el río, reanudando actividades de pesca, y continuando con la tradición oral como parte de la memoria histórica sobre lo sucedido, lo hacen por quienes ya no están, por quienes esperan algún día vuelvan y por las nuevas generaciones a quienes quieren con todo su amor y como fruto de esta lucha, entregarles un territorio de paz.
De parte de la Fundación Tierra de Paz damos un agradecimiento a todas las personas que participaron en la realización de este documental, al Consejo Comunitario Cuenca del Río Cauca y Microcuenca de los ríos Teta y Mazamorrero, en especial a la comunidad de La Balsa.
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