Se acabó el monopolio

JAIME ANDRÉS PATIÑO CHAPARRO

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Cualquiera de nosotros como ciudadanos estamos en nuestro derecho de abogar por un buen servicio cuando lo adquirimos, queremos que nuestro dinero este bien invertido y esperamos que los precios que pagamos siempre sean justos, regulados por la libre competencia en el mercado y supervisados por las oficinas de atención al consumidor y/o superintendencias de industria y comercio.

Desde hace algo más de tres años las aerolíneas que transitaban diariamente nuestro espacio aéreo se fueron, replegaron sus alas y sus operaciones las cancelaron para darle vía libre al monopolio que cualquier economía domestica teme. Quienes lo manipularían tendenciosamente hasta estos últimos días sería nada más y nada menos que la gigante empresarial AVIANCA.

Primero se nos fue Satena, la aerolínea estatal retiro sus aeronaves el primero de Junio de 2010 por decisión de la alta gerencia, aduciendo que generaba pérdidas anuales por 3 mil millones de pesos. Luego se fue Aires, suspendió las operaciones en la capital caucana por medio de un escueto comunicado que informaba a la opinión pública que su servicio lo suspendía, acción que se convirtió en indefinida y tan solo un año después de la retirada de Satena, el 13 de Junio de 2011, abrió camino para que los aviones rojiblancos se adueñaran de nuestros azules cielos.

No solo la competencia de la Multinacional nos abandonó, los entes de control se hicieron los de oídos sordos ante los cientos de quejas registradas por algunos de los más de 12.500 viajeros anuales, respondiendo pálidamente que nos encontrábamos bajo una situación de libre oferta y demanda; se debió realizar una investigación formal que arrojara el valor del sobrecosto en el servicio comparado con otros trayectos a nivel nacional de similares características y así generar un castigo ejemplar a la empresa traducido en una multimillonaria multa que obligara a regular sus precios, pero claro está, esto nunca pasó.

Quien se apersono del tema en la ciudad fue el Dr. Alejandro Constain, en calidad de Presidente del Concejo Municipal de Popayán, cuando decidió frentear la situación con la aerolínea por medio de comunicados directos para que reajustaran sus tarifas, los invitó a reflexionar explicando los retrocesos generados en cuanto a turismo y progreso por sus arbitrarias cifras.

Al no recibir una respuesta decidida y afirmativa, procedió a invitar a las aerolíneas con operaciones en el país para que se fijaran en nuestro departamento, en cinco ocasiones fue escuchado el clamor de nuestros coterráneos por su mediación y finalmente una de ellas emprendió su camino a nuestra blanca ciudad.

Ahora bien desde este 22 de Enero podemos citar el lema popular: “Dios aprieta pero no ahorca”, luego de conocer la noticia que esperábamos y saber que los días de abusos se acabaron, la manipulación de los precios al descarado antojo de la mencionada empresa llegó a su fin, todos los payaneses podemos sentirnos más tranquilos porque le llegó un operador que le hará la sana competencia a Avianca y quien operará en los próximos días cuando reciba la autorización de la Aerocivil.

Esperamos entonces que los tan elevados precios que retraían los avances conseguidos por servidores públicos y empresarios en cuestión de turismo se ajusten, la región debe progresar a pesar del interés económico de pocos, no podemos tolerar viajes de $380.000 pesos por trayecto de Popayán a Bogotá o viceversa. Realmente para nadie era justo tener que viajar a la vecina ciudad de Cali para poder obtener un vuelo a la capital con un precio ecuánime, trayecto que muchos debieron realizar con tal de ahorrarse los pesitos que a muy pocos le sobran.