Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico
El Nuevo Liberal
Nadie es ajeno a los cambios generados por la crisis de la enfermedad Covid-19; es una situación por la que atraviesa todo el mundo; nadie estaba preparado para esa ruptura dada en la cotidianidad de las personas.
Es una situación que en definitiva debe dejar un gran aprendizaje en la sociedad y el Estado para que a futuro se establezcan medidas tendientes a educar y capacitar a las personas a fin de poder afrontar los tiempos de crisis.
Las personas tuvieron que reinventarse ver la manera de conseguir recursos desde el hogar, atender desde la entrada de la casa, o utilizar las plataformas virtuales para mantener activo sus negocios y por consiguiente el ingreso de recursos.
Las empresas son una extensión de lo que son las personas, sin las personas las empresas pierden la esencia activa y el dinamismo dentro de un mercado. De allí la importancia de la reinvención para que no se muera una empresa y así evitar que muere en término figurado el individuo.
Las empresas tienen una función social, suplen las necesidades de la gente dentro de un mercado puntual, de allí, parte de la importancia de rescatarlas de la crisis de mantenerlas vivas, pues de ellas depende la existencia de otras personas y sus familias.
Ahora la tarea de las empresas es como adecuarse por obligación a las condiciones de salubridad para evitar la pandemia, abrir con medidas rigurosas de bioseguridad tanto para empleados como para clientes y explorar como ya lo han hecho muchos las alternativas dadas dentro de la virtualidad, que a decir verdad, a dado buenos resultados en muchos de los casos.
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