Protectora de animales solicita responsabilidad en cuidado de mascotas

Cada día dejan abandonados a los peludos en el antejardín de la vivienda ubicada en el barrio La Pamba.

Con estos perros son los que cuenta ahora María del Pilar Delgado en su casa, pero día a día llegan otros que son llevados a la finca refugio a las afueras de Popayán. / Dairo Ortega – El Nuevo Liberal.

En la casa de la protectora de animales María del Pilar Delgado siguen dejando animales abandonados en especial perros y gatos. Aunque ella tiene un refugio en una finca a las afueras de Popayán, solicita que las personas que dejan a estos animales sean responsables y al menos le aporten la alimentación que requieren.

Hasta hace unos meses la casa tenía una gran cantidad de animales. Actualmente en la finca ubicada hacia la parcelación Las Margaritas protege a 180 perros además de gatos donde son albergados y en su casa solo la acompañan cuatro, dijo en diálogo con El Nuevo Liberal la señora Delgado.

“Los doy esterilizados en adopción pero éstas son muy lentas, porque si yo recojo un perro en malas condiciones y lo recupero tengo que fijarme bien a quien se lo entrego para que después no me lo suelten a la calle; la idea es que la persona me firme un compromiso para que no lo deje en las vías, lo saque con correa y salga con la bolsa para recoger excrementos y los arroje a la basura”, explicó.

Luego de entregarlos en adopción, se hace un seguimiento para medir la responsabilidad de quienes se llevan a los animales de 10 entregados cuatro son rescatados nuevamente, agregó.

La señora María del Pilar cuenta con la ayuda de algunos amigos que le aportan para la alimentación de sus protegidos, cuando se le acaban los recursos, vende lasaña y de esta manera sortea en ocasiones la falta de dinero, pero nunca es suficiente, porque algunas veces se enferman los animales y hace cualquier cantidad de cosas para “no dejarlos morir”.

En noviembre pasado se hizo una visita por parte de las autoridades municipales para cumplir con el desalojo de los animales, pero éstos ya estaban en la finca donde actualmente se refugian, según declaró su protectora. Sin embargo, personas de manera continua siguen dejando los animales en la entrada de la casa y desaparecen para librarse de responsabilidades. “Está bien que se compadecieron del animal que en la finca los puedo tener, pero responsabilícense por lo menos a llevar mensualmente el alimento porque son tres bultos diarios de 30 kilos”, comentó.

Hoy por hoy existe un proceso judicial en el Tribunal Contencioso Administrativo por una acción popular que conmina al municipio a construir un centro de protección animal.