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    Preocupación en el Cauca por cifra de homicidios de mujeres

    A la fecha son 20 mujeres asesinadas en este departamento. Ocho de los casos han sido tipificados como feminicidios, la mayoría cometidos por el compañero o excompañero sentimental de las víctimas. Organizaciones de mujeres se declaran en emergencia por lo que está sucediendo.

    Por: Olga Portilla Dorado

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    Desde el 2015, la jurisprudencia colombiana cuenta con la Ley 1761 o Ley Rosa Elvira Cely, donde, entre otras cosas, se registra que el delito de feminicidio, se entiende como el acto de “quien causare la muerte a una mujer, por su condición de ser femenina, por motivos de su identidad de género o en donde haya concurrido, antecedido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima”. /Fotografía: Archivo

    De los 248 homicidios que hubo el año pasado en el Cauca –según el informe anual Forensis del Instituto de Medicina Legal- 20 víctimas eran mujeres. A la fecha, ya son 20 asesinatos de mujeres ocurridos en distintos municipios del departamento, ocho de ellos tipificados como feminicidios.

    Así lo dieron a conocer voceras de la Ruta Pacífica de las Mujeres y de la Corporación Comunitar, expresiones del movimiento de mujeres caucanas, quienes ante la creciente ola de homicidios en este departamento, han iniciado desde ya una serie de actividades de incidencia política y jurídica, también harán un llamado a las autoridades para que realicen una rendición de cuentas sobre las acciones llevadas a cabo para hacer justicia en los casos señalados, además de la declaratoria en estado de emergencia frente a la vida y dignidad de las mujeres.

    Hasta abril de 2017 iban 18 mujeres asesinadas. En la primera semana de mayo en el municipio de Piendamó se registró el primer caso de feminicidio de este mes, víctima que además tenía señales de tortura y de violencia sexual. Esta semana que termina, una joven de 20 años fue asesinada en la vereda Lomitas del municipio de Santander de Quilichao, a manos de su excompañero sentimental, la cual murió a raíz de la cantidad de golpes que este sujeto le propinó.

    Según el observatorio que han creado estas organizaciones de mujeres en el departamento, de los 20 casos registrados hasta la fecha, ocho se puede decir con certeza que son feminicidios cometidos por parejas o exparejas de estas mujeres, en el resto de casos –y como una gran deuda de las autoridades- no se ha identificado quiénes cometieron estos actos.

    “De los otros casos no hay información suficiente, cuando miramos el autor se desconoce, los móviles no son claros, es decir, hay un margen de impunidad bastante alto. Se registran los datos, los nombres de las víctimas, pero no sabemos qué pasó más allá”, explica Juliana Rodríguez, politóloga y coordinadora regional de la Ruta Pacífica de las Mujeres.

    Para Juliana y demás integrantes de estas organizaciones, los casos de homicidios de mujeres en el Cauca –y en toda Colombia- deben trascender más allá de las cifras y analizarse desde lo que dejan ver los “patrones” que coinciden en la mayoría de asesinatos.

    “Se devela toda una situación y unos contextos que es importante hacerle seguimiento para hacer prevención, para que estos asesinatos no se sigan repitiendo en más caucanas. La conclusión a la que llegamos es que estos hechos confirman una vez más el desenlace fatal que conllevan los ciclos de violencia contra las mujeres, la naturalización del golpe, de la violencia verbal y psicológica. Si esto continúa vamos a tener más Edith Johanas, más Leidy Vanesas, y más Yulianas Sambonís”, añade Juliana.

    En ese mismo contexto, la vocera de la Ruta Pacífica de las Mujeres, menciona que hay unos factores de riesgo para las mujeres, los cuales tienen que ver con la incursión de grupos armados ilegales en los territorios, pandillas, disidencias de los grupos al margen de la ley, grupos que tienen nexos con el narcotráfico o con la minería, que dejan ver cómo hay un escalamiento de la violencia sexual y la prostitución forzada.

    “Muchos de esos factores tienen incidencia en ese 67% de los casos que no se conoce quién es el autor, por eso la labor de la Fiscalía debe tener celeridad y debe dar cuenta de lo que está pasando y así lograr entre todos –sociedad civil, instituciones, autoridades- prevenir y atender toda esta situación”, dijo Juliana.

    Y es que frente a los casos registrados en el mismo cuatrimestre del año pasado, la cifra casi que se duplica (entre enero y abril de 2016 se registraron 10 homicidios de mujeres). Además, lo que revela el informe de estas organizaciones es que la mayoría de casos se han registrado en el norte y centro del departamento: Santander de Quilichao (2), Toribío (1), Suárez (2), Jambaló (1), Popayán (3), El Tambo (2), Piendamó (3).

    De esas cifras, solo en uno de los casos, la víctima era una menor de edad y dos mujeres asesinadas tenían más de 50 años. El arma blanca y de fuego son las principales modalidades usadas para cometer estos crímenes, sin embargo –aunque pocos- no dejan de preocupar casos en los que las víctimas han sido torturadas, abusadas sexualmente y golpeadas hasta el punto de causarle la muerte, incluso algunas han sido decapitadas.

    “Esas cifras dan cuenta de la grave situación y crisis de derechos humanos que sufren las mujeres en el Cauca, en ese sentido queremos expresarles que desde la Corporación Comunitar y la Ruta Pacífica de las Mujeres nos declaramos en estado de emergencia frente a la vida y dignidad de las mujeres, además nos declaramos en un estado de incidencia política y jurídica que adelantaremos desde hoy y hasta que haya una oportuna respuesta del Estado sobre las acciones jurídicas que atiendan la grave situación de derechos humanos que vivimos hoy las mujeres en este departamento”, agregó enfáticamente Diana Carolina Cano, abogada y vocera de la Corporación de Mujeres Comunitar.



    La abogada, además dijo que el panorama es desalentador, ya que a pesar de que en estos escenarios de paz se deberían presentar las cifras con las cuales el Estado ha avanzado hacia erradicar la violencia contra las mujeres, la realidad es otra, y lo que está sucediendo en el departamento y en varias regiones del país es preocupante, no solo por el mismo hecho gravísimo de quitarle la vida a una persona, sino por los elevados índices de impunidad.

    “Queremos saber cuáles han sido las acciones que han llevado a cabo las autoridades y que no ha permitido que hoy muchas mujeres que denunciaron, solicitaron medidas de protección ante las Comisarías de Familia, ante la Fiscalía y ante los jueces, hoy hagan parte de las cifras de feminicidio”, agregó la vocera de Comunitar.

    Ante esta situación, el Director de Fiscalías Seccional Cauca, Raúl González Flechas, señaló que “lo que tiene que ver con violencia de género tiene un trámite priorizado, no entra como un homicidio ‘normal’ sino que ingresa con especial atención al que se le asigna un grupo de policía judicial especial”.

    Al igual que las organizaciones de mujeres, desde la Fiscalía se coincide con que en el Cauca los índices de violencia contra la mujer son mucho más altos que en otras zonas del país; “pero en los casos que hemos podido actuar de manera inmediata hemos sido muy contundentes, hay algunos casos que hay reincidencias en las agresiones contra la mujer, son los que estamos priorizando para que no sean citados sino que se les expida de una vez las ordenes de captura”, señaló Flechas.

    También se conoció que actualmente la Policía Metropolitana de Popayán cuenta con una ‘patrulla de género’, la cual hace vigilancia en la ciudad y está pendiente de los casos que se reportan tanto a esa institución como a la Fiscalía cuando hay agresiones que no se denuncian.

    Sobre las medidas de protección, el director de Fiscalías seccional Cauca, señaló que en Popayán hay una deficiencia y es que no se cuenta con un hogar de paso o un instituto para recibir mujeres víctimas de agresión, ya que generalmente es en su hogar donde se la agrede. “No hay un lugar donde se pueda llevar a la mujer que es agredida, que debe salir de su casa por la violencia mientras se toman las medidas contra el sujeto. Eso lo tienen casi todas las ciudades, y aquí no la hay”, agregó el director.