Patojiando: Nos falta verraquera

Mientras conversa Aquiles y su señora, le entra una llamada a Aquiles, mira su teléfono y le dice es el compadre, contéstale a ver que se le ofrece, salúdamelo y que saludes a la comadre. Si aló, ¿cómo va mi estimado compadre? Muy bien Aquiles, solo el aburrimiento por este encierro que no nos permite encontrarnos con el resto de amigos, extraño mucho nuestras tertulias diarias, alrededor de un rico café caucano. Pues todos estamos igual, le dice Aquiles, pero lo que si es que tenemos que estar muy juiciosos con el aislamiento obligatorio, todos estamos por encima de los 65 años, hay que tener paciencia, no nos queda de otra, pues por el otro lado yo no veo julepe por parte de nuestros mandatarios locales.