Patojiando: A la buena de Dios

Le dice Aquiles a su señora: Días antes del aislamiento obligatorio, estuve hablando con algunos ‘habitantes’ del Parque de las Palomas; ¿cuál es ese parque Aquiles? Hay… mujer, pues el parque Caldas, ahora se conoce más por las palomas que por nuestro sabio y mártir de la independencia. Soltó la carcajada la esposa. Aquiles la interrumpe y le dice, te estaba comentando que hablé con emboladores, vendedores de minutos, de comidas y dulces sobre que iba a pasar con ellos, con el coronavirus; no te imaginas, me partió el corazón, ninguno pronunció palabra, pero se les podía ver en sus miradas perdidas y en algunos ojos que se esforzaban por no dejar salir sus lágrimas, que a gritos decían, mirando al cielo, estamos a la buena de Dios. Al mirar a su señora, vio como se le venían las lágrimas por las mejillas.