Niña timbiana tomó una drástica determinación

María Marcela Narváez Astaíza.Q.E.P.D.

Este caso de suicidio fue en la zona rural de Timbío y es el segundo que se presenta en menos de ocho días, donde los menores de edad son las víctimas.

Los timbianos atraviesan por un momento de dolor por la determinación de la joven María Marcela Narváez Astaíza de poner fin a su corta existencia, ingiriendo una sustancia tóxica.

El doloroso caso se conoció cuando los seres queridos de María Marcela llegaron a su residencia, ubicada en la vereda El Placer de este municipio, encontrándola tirada en el piso, en medio de un cuadro de convulsiones y exhalando espuma por la boca.

Horrorizados y angustiados, los familiares trasladaron a la joven a la unidad de urgencias del hospital local, recurriendo a un vehículo particular y con la ayuda de la comunidad.

En dicho centro asistencial, los galenos determinaron dos cosas: que la víctima no registraba signos vitales y que todo obedecía a la ingesta de una sustancia tóxica por parte de la menor.

Luego, cuando las autoridades realizaban las actividades judiciales, se conoció que María Marcela Narváez Astaíza era estudiante de la Institución Educativa Carlos Albán del municipio en mención, donde cursaba bachillerato.

Datos oficiales

Hay que recordar que en un pasado informe, la secretaría de salud departamental confirmó que según lo notificado al Sistema de Vigilancia Epidemiológica, Sivigila, en lo que va corrido del año ya se han presentado 401 casos de intentos suicidas. Los municipios caucanos que han reportado mayor número de casos de intentos suicidas son Popayán con 123 casos, Santander de Quilichao con 37 casos, Toribío con 19 casos, Caldono con 18 casos y El Patía con 15 casos.

A raíz de esto, el pasado 10 de septiembre y durante todo este mes, la Secretaría de Salud del Cauca instó a todos los actores del sistema de salud, las instituciones educativas, instituciones públicas, privadas y la comunidad en general a que faciliten espacios de reflexión en colegios, escuelas, barrios, grupos de trabajo en torno a la prevención del suicidio, “puesto que su intervención requiere de sectores distintos al de la salud y exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como de otros sectores, como por ejemplo los de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación”.