Migraciones en latinoamérica

RICHARD FREDY MUÑOZ

Twitter: @RichardFredyM

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Más de la mitad de los habitantes de Latinoamérica confiesan públicamente que si les dieran la oportunidad estarían dispuestos a migrar hacia otros países con mejores expectativas de vida.

Las razones son las de siempre: pobreza, falta de oportunidades, desempleo y las desigualdades sociales.

Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), hace 17 años más de veinte millones de latinos migraron hacia otras regiones. Cinco años después la cifra superaba los veinticinco millones y actualmente se calcula que pueden ser más de veintinueve millones de habitantes.

De los veintinueve millones de migrantes latinos, nueve son mexicanos y los otros grandes grupos provienen de Colombia, Bolivia y Ecuador que exceden el millón y medio de personas.

En Europa también se padecen las consecuencias de este fenómeno demográfico. Los latinoamericanos en España, por ejemplo, constituyen la segunda mayoría de inmigrantes después de los marroquíes.

En medio de tantas cifras llaman la atención las entregadas por el Banco Mundial que dejan en evidencia una extraña situación: desde el año 2000 la población rural ha descendido pero la tasa de natalidad en las mismas zonas y en el mismo lapso de tiempo, se mantiene.

Es evidente que en Latinoamérica el damnificado por la salida masiva de personas es el sector rural porque los hijos de los campesinos no desean quedarse y aprovechan cualquier oportunidad para buscar nuevos destinos, abandonando la producción agrícola. Esto repercute en naciones cada vez más pobres.

Todas estas cifras y estudios contrastan con el informe de Las Naciones Unidas ‘World Population Policies’ de 2013, según el cual los países latinoamericanos que reciben más inmigrantes europeos, asiáticos, africanos y de otras naciones de la misma región son: Argentina con 1.885.000, Venezuela con 1.171.000 y México con 1.103.000 ciudadanos.

A la hora de escoger su destino los bolivianos, chilenos, paraguayos y uruguayos quieren irse a vivir a Argentina. Hasta hace poco los colombianos emigraban hacia Venezuela o Ecuador y aunque no lo crean, los estadounidenses son felices cuando se van a vivir a México.

Este último dato es paradójico si tenemos en cuenta que con las recientes políticas de inmigración del presidente Donald Trump, es precisamente México uno de los mayores perjudicados, dado que 73% de sus importaciones dirigidas hacia Estados Unidos han sido afectadas.