La lucha por la educación

Un grupo de padres de familia y estudiantes del municipio de La Vega llegaron a Popayán para mostrar su inconformidad por la forma como es administrada la educación.




“La inconformidad por la falta de condiciones para la educación llegó a Popayán”. Esa fue la expresión esbozada por los 2.000 estudiantes, padres de familia y líderes sociales que ayer arribaron a Popayán luego de caminar más de 100 kilómetros entre el municipio de La Vega y la capital del Cauca.

La razón de esta larga caminata radica que las comunidades de esta localidad del Macizo Colombiano denuncian que no hay garantías para que la educación en esta zona del Cauca sea incluyente y de calidad. Por eso, al ver que los niños, niñas y adolescentes no reciben la debida formación y el apoyo necesario, entonces optaron por trasladarse a plaza donde se toman las decisiones políticas y administrativas en la materia: la ‘ciudad blanca’.

“Es muy injusto que no podamos ir a clase porque primero no hay un sistema de transporte decente, que a facilite el trasladado a nuestros estudiantes a los planteles educativos, muchos niños viven en vereda apartada e ir al colegio es toda una aventura. Hay estudiantes que deben colgarse de las chivas para cumplir con sus labores académicas y eso es peligroso”, sostuvo uno de los marchantes que condicionó no revelar su identidad ante el equipo periodístico de El Nuevo Liberal.

Y agregan los marchantes que el recorte presupuestal afectó la función de los restaurantes escolares: por falta de apoyo indican que hay momentos de que una libra de arroz proporcionan cuarenta raciones para los estudiantes.

“Los desayunos son alimentos milagro porque a veces sacan de algunos alimentos porque sencillamente justifican que no hay recursos. Y es un panorama negro si se tiene en cuenta que quieren imponer la jornada académica única, cómo va a aguantar un niño en esas condiciones”, agregó el marchante inconforme.

Por eso los estudiantados de las veredas y los padres optaron por caminar como forma de exigir la mejora en la educación y nos les importó la lejanía, ni el cansancio, ni el sol, ni la lluvia. Partieron desde la madrugada del pasado miércoles. Pacientemente recorrieron el trayecto que hay desde esta localidad hasta la Ciudad Blanca, realizando paradas para recuperarse físicamente, comer, descansar pero nunca dejando de lado sus propósitos: hacerse escuchar de las autoridades para encontrar soluciones.