Isla Gorgona: sin turismo y ad portas de tener una estación de guardacostas

32 años después de ser clausurado el penal de máxima seguridad que funcionó durante 22 años en la isla que pertenece al municipio de Guapi, este paraíso natural vuelve a ser objeto de polémica y defensa de ambientalistas, ya que desde el año pasado se aprobó una licencia ambiental para la construcción de una estación de guardacostas.

Por: Olga Portilla Dorado

Desde noviembre del 2014, no hay ecoturismo en el PNN Gorgona, ya que Aviatur -que operaba el destino mediante concesión de Parques Nacionales– dio por terminado el contrato y se retiró, a raíz de un atentado que propinó las Farc. /Fotografía: PNN

Desde el 31 de diciembre de 2015 la  Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), aprobó la solicitud de licencia ambiental para el proyecto ‘Construcción, operación, abandono y restauración de la estación de guardacostas en la Isla Gorgona y obras complementarias”, presentado por el Ministerio de Defensa Nacional.

Según la Anla, se revisó, analizó y evaluó la información presentada por el Ministerio, y luego de realizar la visita técnica de evaluación ambiental a la iniciativa, “se emitió el Concepto en el cual se evaluó la viabilidad del proyecto, incluyendo lo relacionado con la valoración económica de los impactos ambientales y la información geográfica presentada con el Estudio de Impacto Ambiental”, por lo que con la evaluación efectuada en campo, “se considera que la información presentada es suficiente para pronunciarse con respecto a la viabilidad ambiental del proyecto”.

Sin embargo, en las últimas semanas, científicos y grupos ambientalistas, incluso la comunidad del municipio de Guapi, han alzado su voz de protesta por la ejecución de este proyecto, y más cuando se supo que dicha licencia ambiental fue aprobada en un ‘tiempo récord’, pues se solicitó el 2 de diciembre y solo bastaron 29 días para que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales diera su visto bueno.

Avaaz, una comunidad global de movilización online fue una de las primeras en pronunciarse sobre el proyecto, expresando que “como ciudadanos colombianos, como pobladores locales, como científicos, como buzos, como académicos y visitantes, queremos que no se construya la Estación de Guardacostas en el Parque Nacional Natural Gorgona. Nos oponemos rotundamente a la puesta en marcha de este proyecto, pues hacerlo es poner en peligro 32 años de conservación y recuperación natural. Después de ser un absurdo penal de máxima seguridad, la Isla Gorgona no merece vivir una condena más”.

En esa petición, que puede ser firmada a través de la página web de la comunidad, también se cuestiona si acaso no es posible pensar en otras alternativas para el mantenimiento de la seguridad y el cuidado de la soberanía, que no vayan en contravía con la labor que hacen Parques Nacionales, investigadores y visitantes, quienes han permitido que Isla Gorgona haga parte de la Lista Verde (Green List) de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn).

Días después de este llamado, desde la Academia Colombiana de Ciencias se envió una carta al presidente Santos para que la construcción de la estación de guardacostas en la ‘Isla Ciencia’ –como ha sido bautizada Gorgona- se reconsidere. Cabe recordar que esta Academia está conformada por un grupo de científicos encargados de estudiar la declaración de las áreas protegidas del país.

“La ejecución de las obras planteadas contradice las actividades permitidas en los Parques Nacionales Naturales (PNN) y atenta contra su integralidad ecológica (…) Consideramos que la realización de estas obras y su posterior operación, ejercen muy severos impactos ambientales a estos ecosistemas únicos y la realización de actividades que legalmente no pueden ser realizadas en los Parques Nacionales”, dice la misiva, que también fue enviada al Ministerio de Ambiente, Ministerio de Defensa, y dirección de Parques Nacionales.

En la carta, los firmantes son enfáticos en pedir que se suspenda la iniciación de las obras antes de que haya una afectación irreversible al PNN Gorgona, y hasta que la información y los impactos del proyecto sean conocidos y evaluados por la Academia de Ciencias y otras instituciones e investigadores interesados en el tema.

Así será físicamente la estación de guardacostas
Según la resolución 1730 de 2015, el proyecto a construir es una estación de guardacostas de tercer nivel, que considera edificaciones de uno y dos pisos, donde habrá un bloque administrativo, un bloque de comedor y cocina, un bloque de alojamientos para los oficiales, suboficiales, e infantes de marina; serían 2.18 hectáreas de zona terrestre, incluyendo obras de infraestructura complementaria donde se tiene proyectado construir cuatro plantas generadoras de energía, 172 paneles solares, una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar), un depósito temporal de residuos sólidos, un tanque de almacenamiento de ACPM y gasolina de 7 mil galones, entre otros. Además, tiene proyectado la construcción de un muelle marítimo conformado por una plataforma de 163 metros de largo por 2,5 metros de ancho en la pasarela y 3 metros en el área de atraque, en concreto sobre pilotes mecánicos hincados, con calado máximo de 2 metros en condiciones de marea baja. En entrevista concedida a un medio nacional, el biólogo marino e investigador de la Universidad de Los Andes, Juan Armando Sánchez, explica que el muelle de concreto tendría una longitud de dos cuadras, algo así como tres piscinas olímpicas. De igual forma, considera que los sedimentos pueden ser arrastrados por las corrientes marinas sobre los arrecifes coralinos que estarían a tan solo 150 metros; además, la falta de análisis de las corrientes oceánicas en relación con la obra, la presión del transporte que se podría dar en esta área y la ausencia de consulta al comité científico los alerta sobre las consecuencias que traería para este ecosistema único en el Pacífico colombiano y vital para las ballenas que vienen a reproducirse en sus aguas.

A estas voces, se sumaron las de la comunidad de Guapi, quienes organizarán una movilización para expresar su voz de rechazo a la construcción de esta estación de guardacostas, ya que esto afectaría negativamente su economía porque incide directamente sobre el turismo en la zona; principal fuente de sus ingresos.

Teodoro Lerma, Concejal del municipio de Guapi, expresó que existen diferentes preocupaciones entre la comunidad, quienes se enteraron del tema a través de las noticias y redes sociales, porque allá no se ha socializado nada sobre la construcción de la estación. “Hay varias preocupaciones, la primera es qué pasa con la biodiversidad que existe en la Isla, y lo segundo que queremos saber es si la parte turística se acabaría o no, porque es muy difícil que la gente vaya a un lugar como éste y que se sienta un objetivo militar”, añadió Concejal.

Desde el municipio se señaló que lo primero que se requiere es claridad sobre lo que se va a hacer y si hay afectación o no del estado actual del parque natural, puesto que hasta la fecha no ha habido ninguna socialización ni por parte de la Anla ni del Ministerio de Defensa, incluso, cuando este medio contactó a la Gobernación del Cauca y a la Corporación Autónoma Regional del Cauca, coincidieron en expresar que el tema lo manejaba directamente Parques Nacionales, y que al menos ante la CRC no se había socializado ningún proyecto.

Lo que iría en contravía con lo expresado en la licencia ambiental concedida por la Anla, donde señala que “en relación a los Lineamientos de Participación, se evidenció que el proyecto es reconocido por los actores sociales que hacen parte de las áreas de influencia directa e indirecta y de aquellos actores institucionales con injerencia en la zona, es decir: Moradores transitorios de la Isla, Personal de Parques Naturales Nacionales de Colombia – PNNC, Policía Nacional, Armada Nacional de Colombia, Administración Municipal de Guapi, Gobernación del Cauca y Corporación Autónoma Regional del Cauca – CRC”.

Por otro lado, en entrevista con este medio, Gonzalo Concha, buceador, investigador y Fundador de la Patrulla Naval Colombiana Seccional Pacífico, expresó que “las razones que argumentó el Ministerio: inseguridad y ruta de narcotráfico, es una excusa muy lejana de la realidad. Instalaciones militares, que regularmente tienen tráfico terrestre y marítimo las 24 horas, sumado a más luces, ruido, aguas residuales, etc., causan alto impacto a toda la vida asociada. Además el alto riesgo, por un posible derrame de combustible u otros residuos, desde embarcaciones militares es preocupante”.

Y agregó que los motores de los barcos causarían gran incomodidad en el apareamiento de animales como las ballenas, además del riesgo por las hélices en acción, y las afectaciones de los corales a raíz de la erosión por remoción de tierra. Por lo que en su opinión “las preocupaciones de Minambiente” se solucionan con patrullajes en naves adecuadas para este propósito, navegando a prudente distancia de la Isla, con más tecnología y más tripulantes.

“Hacer este proyecto es poner en peligro 32 años de conservación y recuperación natural. Después de ser un absurdo penal de máxima seguridad, la Isla Gorgona no merece vivir una condena más”, Comunidad Avaaz.

¿Qué dicen la Anla, Parques Nacionales y la Armada Nacional?

En un comunicado emitido por la Armada Nacional, expresan que desde hace más de seis años se está ‘cocinando’ este proyecto, tiempo durante el cual se ha realizado “la verificación de diferentes espacios dentro de la isla, para lograr establecer el más adecuado para llevar a cabo la construcción de la estación de guardacostas”; acciones que se han realizado en coordinación con el Ministerio de Ambiente y Parques Nacionales Naturales.

“La Institución Naval hace presencia hace varios años en diferentes áreas protegidas en cumplimiento a su misión constitucional (Gorgona, Malpelo, Salamanca, Sea Flower, entre otros), siendo la isla de Gorgona por su posición y sus características un punto de vital importancia para la conservación y el desarrollo de la investigación científica, ecológica y la protección de la vida humana en el mar”, se lee en el documento de la Armada Nacional.

Por su parte, Parques Nacionales y la Anla afirman que el proyecto ha presentado todas las medidas de manejo ambiental requeridas con el propósito de proteger el ambiente y la biodiversidad de la Isla. “La construcción se hará en un lugar que ya había sido intervenido, donde había una cancha y un muelle del antiguo penal entonces, será un sitio donde no tendremos que talar árboles porque ya era una zona intervenida”, señaló Julia Miranda, directora de Parques Nacionales.

El concepto de PNN es que el proyecto es viable y compatible con las necesidades de control y vigilancia del área protegida y recomendó las obligaciones que debían imponerse para desarrollar la actividad”. Por lo que y según la Anla, ellos otorgaron la licencia de construcción de esta estación de guardacostas “con fundamento en un concepto previo de viabilidad otorgado por Parques Nacionales, entidad encargada de la administración del área natural”.

A la fecha no se conoce la respuesta o posición del Ministerio de Defensa ni de Presidencia frente a las reacciones y solicitudes por parte de la comunidad científica, la cual busca frenar este proyecto, al menos hasta que se socialice y se estudien los reales impactos de la estación en la Isla.


Turismo, el otro ‘dilema’ en el PNN Gorgona
El 13 de abril de este año, Parques Nacionales abrió la licitación pública para ‘concesionar el derecho de operar, explotar y prestar, por su cuenta y riesgo, los servicios ecoturísticos y la infraestructura física existente en el Parque Nacional Natural Gorgona, en los términos, condiciones y calidades exigidas en el pliego de condiciones’; sin embargo dicho proceso fue declarado desierto dos meses después, cuando luego de revisar y analizar la única propuesta, presentada por la ‘Unión temporal concesión PNN Gorgona’ no cumplió con los requerimientos solicitados. Este martes se cumplirán dos años durante los cuales la Isla Gorgona ha estado cerrada al público, a raíz de un atentado que propinó las Farc, donde murió un teniente de la Policía y otros seis uniformados resultaron heridos. Desde aquel noviembre del 2014, científicos, estudiosos de estos ecosistemas marinos y turistas, solo han podido viajar a la isla esporádicamente, ya que con el hecho violento, Aviatur -que operaba el destino mediante concesión de Parques Nacionales– dio por terminado el contrato y se retiró. Sin embargo, según expresó la dirección de Parques Nacionales, a inicios de este mes se adjudicó una nueva licitación para ofrecer el servicio de ecoturismo, que según esta misma entidad no se verá afectada por la construcción de la estación de guardacostas.