Investigación universitaria sobre violencia obstétrica en Popayán pionera a nivel nacional

Junto a un grupo de estudiantes del Grupo de Investigación Tjeng del programa de Enfermería de la Universidad del Cauca, la docente Elisa Jojoa Tobar realizó un estudio sin precedentes en el Cauca con mujeres que sufrieron algún tipo de violencia durante y después de su parto. Hoy en el Senado ya se discute la Ley de parto humanizado y respetado.

Por: Olga Portilla Dorado

@olguitapd

Mejorar las condiciones de atención de la mujer antes, durante y después del parto, es decir lograr un parto respetado o humanizado, y eliminar la violencia en estas etapas contra las madres y los bebés es el objetivo de esta investigación y de las leyes que se están tramitando en el país. /Fotografía: Tomada de UNICEF/Nicaragua-2015/A. Jirón

En octubre del año pasado los representantes a la Cámara Jairo Cristancho Tarache y Carlos Acosta Lozano presentaron ante la Vice Presidenta de la Comisión Séptima Constitucional María Cristina Soto, el informe de la ponencia para segundo debate del Proyecto de Ley 063 de 2017 “por medio del cual se garantizan los derechos de la madre, el padre y el hijo o hija que está por nacer en el trabajo de parto, parto y postparto y se dictan otras disposiciones” o “ley de parto humanizado”.

Dicha iniciativa no es la primera vez que se presenta al Congreso de la República, pues ya en el Senado durante la legislatura 2012-2013 se había debatido y solo logró tres de los cuatro debates reglamentarios. En la legislatura 2016-2017, la entonces Representante a la Cámara Clara Rojas radicó la iniciativa en marzo de 2017, la cual fue archivada por no alcanzar primer debate. En la siguiente legislatura (2017-2018), nuevamente Rojas radicó la iniciativa, la cual fue aprobada en primer debate el 17 de mayo de 2018, y continúa su trámite en la legislatura 2018-2019.

Que este proyecto se encuentre en consideración en el Congreso de la República, consiste ya en un logro para las mujeres que son madres o para la que piensan serlo, y por supuesto para los bebés; pero sin duda el otro gran logro es que ese proyecto de Ley que espera ser aprobado en esta legislatura haya tenido en cuenta y haya sido concebido de la mano de profesionales de la salud , entre ellos la especialista y docente de la Universidad del Cauca, Elisa Jojoa Tobar y de organizaciones sociales y de mujeres.

Elisa fue una de las mujeres que estuvo presente el pasado 22 de agosto junto a representantes del Ministerio de Salud y Protección Social, la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, Profamilia, las universidades Nacional y de la Sabana, y organizaciones sociales quienes expusieron sus diversos puntos de vista y recomendaciones ante los ponentes.

“Estuvimos allí en representación de la Organización Colegiada de Enfermería, a partir de eso se comenzó a generar un proceso de movilización social e institucional de poder ir más allá con este proyecto, entonces nos organizamos a través de algo que se llamó el Movimiento Nacional por la Salud Sexual y Reproductiva en Colombia, donde se unen varias organizaciones, varios sentires en torno a la preocupación por cambiar esta realidad. Seguimos haciendo movilizaciones y abogacía, para que este Proyecto de Ley sea aprobado en el Senado y ahora continuamos buscando incidir en la modificación del Proyecto de Ley de violencia obstétrica que ha recogido mucho de lo que planteamos en las reuniones”, explicó Jojoa Tobar.

Sobre el otro proyecto de ley, el número 147 DE 2017 “por medio del cual se dictan medidas para prevenir y sancionar la violencia obstétrica. (Contra la violencia obstétrica)”, que fue radicado por la Senadora Nadia Blel Scaff, y se aprobó en dicha célula legislativa con votación de 11 votos a favor de quienes asistieron a dicho debate, se espera continúe y pase los siguientes para que en el Senado se acoja y apruebe también.

Elisa Jojoa Tobar, docente del Programa de Enfermería de la Universidad del Cauca. /Fotografía: Suministrada

Este proyecto está más relacionado y recoge gran parte de la investigación que en el 2016 la especialista Elisa Jojoa junto a un grupo de estudiantes realizaron en la ciudad para “caracterizar la violencia obstétrica en mujeres de hogares Fami de la Asociación 31 de marzo”, estudio pionero en la ciudad y en la región sobre violencia obstétrica, tema que hasta esa fecha era algo desconocido, incluso hasta por el personal de salud.

Esta investigación consistió en caracterizar la violencia obstétrica en mujeres que asistían a los hogares FAMI de dicha Asociación, en ella participaron 16 mujeres lactantes, con ellas pretendíamos identificar cuáles eran las formas de violencia obstétrica, y si este tipo de violencia de género existían o no en la ciudad”, explicó la docente.

Pero, ¿Qué es la violencia obstétrica? ¿Cómo saber si he sido víctima de ella y cómo prevenirla?

De acuerdo a la investigadora, la violencia obstétrica es una forma de vulneración de derechos humanos que se ejerce contra la mujer, antes, durante y después del parto. Dicha violencia puede ser física, psicológica, institucional y simbólica, y se presenta con hechos “simples” como el que cuando ingresas a un centro asistencial porque ya vas a dar a luz, los médicos en períodos regulares ingresen y te hagan continuos tactos vaginales, pero que además de ser tu ginecólogo de cabecera, también sean estudiantes que con motivo de su práctica académica están y observan los procedimientos en los hospitales sin el consentimiento de la mujer y/o sin preservar su intimidad.

“La violencia obstétrica es poco conocida y se ha investigado muy poco sobre ella; encontramos que hay países que nos llevan una ventaja grande en materia investigativa, como por ejemplo México, Venezuela y Argentina, donde incluso hay un marco normativo que sanciona la violencia obstétrica, sin embargo también la Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamado a investigar justamente ese tipo de violencia, a visibilizarla y a tomar acciones para su prevención y erradicación en el marco de los procesos de atención del embarazo, el trabajo de parto, el parto y el puerperio, que son los escenarios donde se ejerce ese tipo de violencia”, explicó la docente.

La violencia obstétrica implica también acciones u omisiones desarrolladas por el personal de salud en los centros asistenciales, públicos o privados donde a la mujer se le causa daño físico o psicológico que puede traer consecuencias incluso para el recién nacido; algunas acciones se ven en la falta de atención oportuna y de calidad, el acceso a los servicios de salud, el abuso de la medicalización o de otras prácticas médicas sin ninguna necesidad (cesáreas, episiotomías, etc), el irrespeto por el tiempo o las posibilidades de un parto biológico, el impedimento de que la mujer este acompañada por un familiar significativo y de que tome sus propias decisiones sobre su cuerpo.

Entre los hallazgos de la investigación encontraron que 11 de las 16 mujeres que participaron habían sufrido algún tipo de esta violencia, y de eso dan cuenta varios testimonios donde señalaban: “me realizaron muchos tactos vaginales y además no solo era el médico, también eran los estudiantes que entraban sin pedirme permiso, yo no podía decidir si quería que ellos estuvieran ahí o no”. “Los médicos me decían que me tranquilizara porque si no iba a hacer peor, si no me calmaba me iban a hacer cesárea, era como una amenaza”.

Y así son varios los testimonios que recopilaron en el marco de la investigación y que les permitieron tener un contexto de cómo en Popayán también las mujeres son víctimas de este tipo de violencia, y que gracias a lo documentado han podido hacer campañas de visibilización y sensibilización, entre ellas una exposición de un fotoreportaje denominado “Parir en paz” donde con imágenes y mensajes se le da a conocer a las mujeres y al personal de salud cuál sería el ideal de atención para una mujer gestante.

“Hay mucho desconocimiento y por eso la tarea que tenemos ahora desde la Universidad es visibilizarlo tanto con el personal de salud como con la comunidad en general”, de ahí que la docente con el grupo de investigación Tjeng del programa de Enfermería continúen con otra investigación que se enfocará en la violencia obstétrica en la población indígena. Además la vicerrectoría de investigaciones de la Unicauca les aprobó un proyecto de intervención y sensibilización para realizarse en cuatro municipios del Cauca (El Tambo, Popayán, Balboa y Toribío).

“Además de aportar al conocimiento porque había muy poco de ello en nuestro contexto, un logro satisfactorio es el haber logrado incidir en las políticas públicas, que en la actual legislatura se están debatiendo esos dos Proyectos de Ley, es algo muy positivo y un gran avance”, puntualizó la docente investigadora.