Gentilmente atendido por Duque…

EDUARDO NATES

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Las noticias nacionales hablaron del “rifirrafe entre el Presidente Duque y el Senador Temístocles Ortega”, que se presentó en el “Taller Construyendo País” celebrado en la progresista ciudad de Timbío, Cauca, el pasado sábado 13 de este mes. Pero, una cosa es el hecho aislado, fuera de contexto, como han querido mostrarlo los áulicos del senador, en las redes, y otra, bastante diferente, con el escenario completo, como hay que verlo. Por eso hay que agregar las “imágenes escritas” que hacen falta en el cuadro. Por ejemplo, los hechos políticos protagonizados por Germán Vargas Ll., (propietario del partido Cambio Radical, en el que milita el senador Ortega), días antes, quien dio una voltereta de tal magnitud que terminó de socio político del partido de las Farc (que hace algunos años le voló unos dedos, en un atentado con un libro-bomba). Todo por el “síndrome de abstinencia” que les ha causado la ausencia de mermelada. No sobra agregar un “detallito” insignificante: Cuando el presidente, iniciando la reunión, saludaba a cada uno de los parlamentarios, el público acompañaba bien con un sonoro aplauso, en el caso de Paloma Valencia; con bastante menos entusiasmo, al senador Luis Fernando Velasco; o con un silencio sepulcral a Temístocles y a John J. Cárdenas (que ayer amaneció sin visa a USA). Fue evidente que el público les estaba cobrando a este par, el insólito apoyo politiquero que habían expresado días atrás a la delictuosa minga que causó inmedibles perjuicios a la población y la economía del suroccidente del país.

En el momento que el presidente hacía una respetuosa solicitud a Ortega para que apoye el proyecto sobre la modificación de las regalías, este respondió, palabras más palabras menos, que no votaría a favor de que le disminuyan recursos a su departamento (aparentando defenderlos y corriendo el riesgo imprudente de hurgar ese agujero negro…) Y, a renglón seguido, con ese tono pedante que ha cogido, le dijo, irónicamente: “Presidente: Conéctese con la comunidad, con el territorio, con el gobernador,… Inspírese… Inspire al país…”. ¡Vaya frase más teatral, insolente y desubicada!

El presidente, con la educación y la altura que lo caracterizan, le aclaró que eso no es así. Que se fijara bien en el presupuesto bienal de recursos para que le quede claro que el gobierno no pretende quitarle recursos al Cauca, sino mejorarle la asignación. En seguida le agradeció la invitación a “conectarse” explicándole que este era “¡el Taller Construyendo País N°27!, haciendo este ejercicio en las regiones, con la ciudadanía; no haciendo cultura promesera…”. Le dijo también que era muy importante el respaldo de los partidos que piden obras, en la consecución de los recursos. (Como quien dice: la gente está pidiendo obras, pero los líderes están en otra cosa, politiqueando…) Además, le recordó que: “conectarse con los territorios es motivar a la gente a realizar grandes transformaciones y a unirse frontalmente contra la politiquería, el clientelismo y la corrupción…” (!!!). Le dijo que cuando se trata de defender el interés nacional no hay colores partidistas…Y por último le recordó que el proyecto de ley lo había presentado no solo el gobierno sino también los partidos entre ellos Cambio Radical. En fin, “le supo a cacho” a Ortega, quien ahora levita con una soberbia ajena (o de pronto aprendida a coscorrones, de su jefe). Menos mal que esta vez, el senador no utilizó el mecanismo que estuvo entrenando en la campaña, cuando en Rosas, a madrazo limpio, arengaba a las comunidades, en contra de algunos opositores suyos. Si lo que buscaba era figuración nacional, le funcionó, pero al revés pues El Tiempo reseño el episodio, refiriéndose a él como “el cuestionado” al parecer recordando supuestos hechos de corrupción local y nacional como el carrusel de pensiones en la judicatura.

Como quien dice, el presidente “le dio sopa y seco,” por supuesto en medio de la ovación cerrada del pueblo que colmaba el coliseo, gritando: “ !Duque! ¡Duque!, ¡Duque!”.