Equilibrio en casa y trabajo

El Nuevo Liberal recorrió las calles de Popayán en busca de las mujeres que trabajan en lo que antes era considerado solo oficios masculinos. Ahora, ellas se encargan del hogar y también de aportar económicamente para solventar los gastos.

 Cynthia Vanessa Lewis Torres

Maria Fernanda Mondragón maneja taxi desde hace 18 años y gracias a esto ha sacado adelante a sus dos hijos. /Fotografía: Dairo Ortega – El Nuevo Liberal.

Edid Guacheta es bombero de estación de gasolina desde hace 9 años. Se siente feliz en lo que hace y aporta por igual en los gastos de su casa. /Fotografía: Cynthia Lewis – El Nuevo Liberal.

Anteriormente ver a una mujer al volante de un taxi o de una buseta en Colombia era anormal. Ahora las cosas han cambiado y Popayán, a pesar de ser una ciudad conservadora, no es la excepción. Las mujeres hacen los trabajos que antes eran considerados solo para hombres e incluso en algunos hogares se han invertido los papeles y son ellos los que se quedan en la casa.

El Nuevo Liberal recorrió las calles de la capital caucana en busca de estas mujeres que trabajan día a día manejando un taxi o vendiendo gasolina. Es tal el éxito alcanzado por estas mujeres, que jefes y clientes destacan su labor de servicio y paciencia para atender.

“Algunos clientes prefieren que los atienda una mujer”

Edid Guachetá Camayo trabaja desde hace 9 años como bombero en una estación de gasolina ubicada al norte de Popayán. Llegó a este trabajo gracias a su esposo, pues cuando le llevaba el almuerzo lo “cubría en el trabajo” y fue aprendiendo a brindar el servicio.

Así la conocieron sus jefes y ahora los papeles, en su hogar, se invirtieron. Su esposo se queda en la casa ubicada en la zona rural de Popayán, pendiente de los cultivos de mora que tienen; mientras ella trabaja vendiendo combustible en la ciudad.

“Algunos clientes dicen que prefieren que los atienda una mujer porque no nos enojamos tanto como los hombres, tenemos más paciencia al atender y al hacer lo que nos piden”, comentó Guachetá a El Nuevo Liberal.

“Llegué porque estuve mucho tiempo desempleada y acá me abrieron las puertas, me capacitaron y empecé a trabajar…”: Alexandra Sandoval, bombero de estación de gasolina.
No obstante, Edid también tiene su propia tierra a la que se dedicaba antes de trabajar en la estación de servicio y ahora contrata trabajadores para que le apoya estas labores

“Las decisiones las tomamos entre los dos, y así mismo nos dividimos los gastos, la prioridad son nuestros hijos”, expresó Edid.

Su familia está conformada por tres hijos y su esposo. Ella se levanta todos los días a las 5:30am para “despachar a las niñas que están en el colegio”  y sus turnos se rotan entre horarios que van de 7:00 am a 3:00 pm, de 3:00 pm a 11:00 pm, y de 11:00 pm a 3:00 am.

Edid ahora sabe de mecánica y está totalmente capacitada para atender al cliente que llegue con la necesidad de cambiar el aceite de su vehículo o la revisión de líquidos.

“La empresa nos capacitó en estos temas, además que los compañeros nos ayudan si así lo requerimos… nunca nos hemos sentido discriminadas por trabajar en esto, sino que por el contrario el trato es muy bueno”, comentó Edid, orgullosa de su trabajo.

Así mismo, se encuentra Alexandra Sandoval, compañera de Edid. Desde hace 3 años trabaja en esta estación y se encuentra a gusto con lo que hace.

“Llegué porque estuve mucho tiempo desempleada y acá me abrieron las puertas, me capacitaron y empecé a trabajar…”, recordó Sandoval al destacar que el trabajo es bueno y el salario le alcanza para cubrir todas sus necesidades, además de que no tiene personas que dependan de ella.

“Yo hago este trabajo mejor que un hombre”

María Fernanda Mondragón Rosero maneja taxi desde hace 18 años y gracias a su experiencia y conocimiento del medio, entre clientes y dueños de carros le han destacado su labor.

“Hace 18 años quedé viuda y mi esposo era el que mantenía el hogar, lo bueno fue que el me enseñó a manejar y esto me dio la posibilidad de buscar trabajo como taxista para sacar a mi hijo, que en ese entonces tenía 5 años”, comentó Maria Fernanda, al recordar que su familia le dio la espalda a ella y a su hijo.

Las mujeres hacen los trabajos que antes eran considerados solo para hombres e incluso en algunos hogares se han invertido los papeles y son ellos los que se quedan en la casa.
En el tiempo que lleva trabajando solo una persona la ha discriminado por manejar taxi y fue un hombre. “Solo una vez me han hecho sentir mal, cuando un hombre y dos mujeres me pusieron la mano y cuando me vieron, él dijo: “va manejando una mujer, que peligro, ahí no nos subimos”.

Sin embargo, nada de esto ha apagada la emoción con la que Maria Fernanda realiza su trabajo y cuenta que en la mayoría de los casos lo que ha recibido han sido halagos.

Entre semana trabaja de 3:00 pm hasta las 11:00 pm aproximadamente y los fines de semana lo hace, en la mayoría de los casos, en la madrugada. “Cuando recojo a la gente que sale de bailar, por ejemplo, se quedan asombrados y me felicitan por la labor que realizo”.

María Fernanda se considera como una persona responsable con el trabajo y su hogar. Ahora trabaja un taxi en compañía de su hijo, que ahora tiene 22 años, y con esto entre los dos aportan para mantener la casa y a su otro hijo de 12 años, por el que el papá no respondió.

Mondragón recuerda que antes de manejar taxi, intentó trabajar en labores de aseo en casas de familia, pero no tuvo éxito “los patrones querían abusar de mí por ser joven”. Todo esto hace, que hoy en día ella se sienta feliz y orgullosa de lo que hace al igual que sus hijos.